Poco a poco Diane Ravitch va articulando su tesis sobre el antiintelectualismo de la izquierda pedagógica (Left Back. A Century of Battles Over School Reform), cosa que ciertamente sorprende, porque la izquierda suele presentarse como aliada natural de la cultura, pero parece bien argumentada. Aclaro que se está refiriendo al progresismo pedagógico de los Estados Unidos a principios de siglo XX, pero precisamente por eso me resulta sumamente interesante. Según la autora las características de la pedagogía progresista americana fueron las siguientes:
- Rechazo decidido del academicismo. Nunca le preocupó hacer accesible el currículum académico a todos los alumnos, sino preparar una fuerza de trabajo competente estimulando la enseñanza vocacional y los estudios ocupacionales.
- El blanco de su rechazo fue el latín y el griego.
- El programa centrado en el libro bloqueaba el progreso social.
- Si el sistema escolar tiene problemas, los pedagogos progresistas tienen las respuestas. El progreso de la educación depende de la aplicación de la psicología en la escuela.
- Los alumnos aprenden de maneras diferentes. La escuela que ofrece el mismo programa a todos los alumnos es antidemocrática y aristocrática.
- La escuela debe representar la vida real. Se deben eliminar las barreras que separan la escuela de la sociedad.
- Las asignaturas no deben constituir el centro de la actividad escolar, sino el interés del niño. La educación debe entenderse como una permanente reconstrucción de la experiencia. Comprender algo significa aplicarlo en la vida real. La escuela debe centrarse en problemas y procesos y no en las materias académicas.
- La escuela ha de estar centrada en el niño.
- Según la autora todas estas propuestas fueron bien desarrolladas en las escuelas privadas de pago. En las escuelas públicas las cosas fueron más problemáticas.
Curiosamente mientras el progresismo pedagógico se iba imponiendo en los Estados Unidos, Francia estaba construyendo su escuela republicana que parte de postulados opuestos. Para los creadores de la escuela republicana francesa, la escuela debía constituir un refugio en el que el mundo no tuviera cabida, para, de esta manera, tratar a los niños exclusivamente según sus competencias, sin dar ningún valor a su procedencia. El programa común para todos los niños franceses era una apuesta por una misma instrucción básica, con el convencimiento de que sólo de esta manera podían llegar a ser ciudadanos de plenos derecho y acceder, según el rasero de la competencia a todos los puestos de la República. No hace falta decir qué modelo ha triunfado.
Cada vez me parece más evidente que estamos repitiendo los mismos debates educativos desde el inicio de la escuela. O sea, que la historia de la pedagogía escolar es un eterno retorno de lo mismo. Esto debe querer decir muchas cosas, pero posiblemente hay una clara: los problemas pedagógicos no se resuelven fácilmente. Si se hubiesen resuelto no seguirían siendo problemas.
Respecto a la pregunta que encabeza este post, aún no tengo una respuesta clara. Pero el hecho mismo de que se me escabulla la respuesta me da mucho que pensar.
Me parecen ver reflejados muchos de esos postulados en la pedagogía logsiana. El problema está -pienso- en cuando se busca la igualdad de resultados y no la de oportunidades, impidiendo que la escuela sea el ascensor social de los más desfavorecidos económicamente, que sólo pueden tener acceso a la escuela pública. Paradojas de la izquierda pedagógica.
ResponderEliminarCordiales saludos.
José MIguel: Si, es cierto, y esto puede parecer sorprendente, peor los postulados de la LOGSE son viejos. Lo cual no quiere decir que por eso hayan de ser mejores o peores, pero sí que hemos de quitarles la aureola de modernidad que los envolvía.
ResponderEliminarPor otra parte no debemos olvidar que la derecha pedagógica norteamericana se negaba a crear escuelas para los niños negros.
Ciertamente, el principio de comprensividad y el constructivismo no eran nada nuevos, y en Inglaterra el primero ya estaba demostrando su fracaso, cuando se impuso aquí via LOGSE. Afortunadamente, aquí nunca ha habido segregación racial, y todos, blancos y negros, suelen vegetar juntos en el mismo contenedor o guarderia vagamente informatizada.
ResponderEliminarSaludos, y gracias por su tan interesante blog.
On és ara Alvaro Marchesi? I tants d'altres? No hi ha responsables? No treure culpa a les bases però hem estat el darrer graó dels despropòsits.
ResponderEliminarLa deriva "contracultural", que no ha sido moco de pavo, me da la impresión de que ya está latente en los postulados de esta izquierda de principios del XX.
ResponderEliminarDisculpa Gregorio que utilitci aquest post pero no trobo cap adreça d'e-mail i com que em sembla que el blog es moderat, espero que aquest comentari no és farà púlic.
ResponderEliminarBe el cas es que he citat algunes parts del teu llibre en uns articles sobre Política Educativa. Ja m'imagino que es frecuent, pero t'ho comento perque es una web política i potser no vols que el teu nóm i aparegui. Si es aixi tan sols has de dir-m'ho
L'article comença aqui: http://www.europeinmotion.org/2010/09/15/la-educacion/
Salut i felicitats pel llibre.
OK, no es moderat :)
ResponderEliminarDisculpeu l'intromisió i les faltes d'ortografía i espero que en Gregorio borri els dos comentaris.
salut