Sant Pau del camp es uno de los pocos sitios que realmente añoro de Barcelona. Por razones sentimentales y estéticas mi iglesia preferida de la ciudad. La última foto supongo que está hecha desde la plaza Folch i Tores en el solar que ocupaba la antigua piscina declarada obsoleta por el ayuntamiento de manera poco creíble y seguramente muy interesada (por ahí va a proseguir el esponjamiento del Raval). Si no me equívoco los vecinos del barrio ahora mismo no disponen de ninguna piscina pública, algo con lo que sí contaban en la paupérrima socialmente Barcelona franquista
Jordi: Este año tenemos los viernes por la tarde libres mi mujer y yo, así que después de comer salimos a ver mundo. Y el mundo que nos hemos propuesto visitar es el apasionante del románico catalán. Comenzamos por el claustro de la catedral de Girona y continuamos por el Monestir de Sant Cugat, el Monestir de Sant Benet de Bages, Santa Maria de l'Estany i Sant Pau del Camp. No tenemos ningún pla predeterminado. El jueves por la tarde decidimos lo que nos apetece hacer. A medida que el día alargue, se alargarán nuestros pasos. Respecto a Sant Pau del Camp, tienes razón, es una de las joyas de Barcelona. Tiene la ventaja de estar siempre tranquila. Apenas te encuentras con algún turista afable. Respecto al Raval... es, de hecho, otra Barcelona, otro mundo. Lo decía no sé quién: Hay otros mundos, pero están en este.
Como dice Jordi, triste història la de la piscina, muchos jubilados se han quedado sin piscina cercana. Cada vez que paso y paso a menudo por delante de Sant Pau, me acuerdo de todos los muertos del subsuelo, visibles durante las obras e inmortalizados en la peli 'En construcción', el Raval no es sólo otro mundo sinó también muchos mundos del presente y del pasado. Recuerdo que durante años todavía mis vecinos llamaban a la plaza Folch i Torras 'La presó de les dones', extraños parajes y emocionantes historias.
Sant Pau del camp es uno de los pocos sitios que realmente añoro de Barcelona. Por razones sentimentales y estéticas mi iglesia preferida de la ciudad. La última foto supongo que está hecha desde la plaza Folch i Tores en el solar que ocupaba la antigua piscina declarada obsoleta por el ayuntamiento de manera poco creíble y seguramente muy interesada (por ahí va a proseguir el esponjamiento del Raval). Si no me equívoco los vecinos del barrio ahora mismo no disponen de ninguna piscina pública, algo con lo que sí contaban en la paupérrima socialmente Barcelona franquista
ResponderEliminarJordi: Este año tenemos los viernes por la tarde libres mi mujer y yo, así que después de comer salimos a ver mundo. Y el mundo que nos hemos propuesto visitar es el apasionante del románico catalán. Comenzamos por el claustro de la catedral de Girona y continuamos por el Monestir de Sant Cugat, el Monestir de Sant Benet de Bages, Santa Maria de l'Estany i Sant Pau del Camp.
ResponderEliminarNo tenemos ningún pla predeterminado. El jueves por la tarde decidimos lo que nos apetece hacer. A medida que el día alargue, se alargarán nuestros pasos.
Respecto a Sant Pau del Camp, tienes razón, es una de las joyas de Barcelona. Tiene la ventaja de estar siempre tranquila. Apenas te encuentras con algún turista afable.
Respecto al Raval... es, de hecho, otra Barcelona, otro mundo. Lo decía no sé quién: Hay otros mundos, pero están en este.
Como dice Jordi, triste història la de la piscina, muchos jubilados se han quedado sin piscina cercana. Cada vez que paso y paso a menudo por delante de Sant Pau, me acuerdo de todos los muertos del subsuelo, visibles durante las obras e inmortalizados en la peli 'En construcción', el Raval no es sólo otro mundo sinó también muchos mundos del presente y del pasado. Recuerdo que durante años todavía mis vecinos llamaban a la plaza Folch i Torras 'La presó de les dones', extraños parajes y emocionantes historias.
ResponderEliminarCuántas ganas de volver, mirando las fotos. Abrazos.
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