Acabo de leer el último libro de Luc Ferry, Familia y amor. Un alegato a favor de la vida privada. Me cuesta estar de acuerdo con lo que dice, pero como me obliga a perfilar mis posiciones, la lectura ha sido fructífera. De ella he extraído estas dos interesantes imágenes del político
"En verdad la política es lo mismo que un deporte muy peculiar, el rodeo, cuya finalidad no es llegar a ninguna parte, sino saber mantenerse sobre el animal (…). No hay que pretender que el animal avance y, menos aún, llevarle la contraria".
Según Ferry, para comprender cabalmente el oficio de un político conviene imaginarse
“a un cirujano que tiene que operar a un niño pequeño, y debe hacerlo ante su familia al completo; vigilado además por la prensa, a ser posible con la televisión transmitiendo en directo y las cámaras en el quirófano; en presencia, asimismo, de los abogados de la familia (por si acaso), y, last but not least, bajo el escrutinio de sus colegas, a quienes se sabe que –según la conocida definición de compañerismo- les mueve ante todo un odio siempre vigilante".
Y pese a todo, pese a tantos testigos, siguen enriqueciéndose de forma ilícita. Qué fácil resulta sobornarlos a todos...
ResponderEliminarya he hecho bien yo de no dedicarme a eso.
ResponderEliminar'Política es el modo de conseguir poder y privilegio sin poseer mérito' (P.J. O'Rourke)
ResponderEliminarEl oficio básico del político profesional es el entretenimiento del personal, vaya, los famosos "cirquenses" de la Roma Imperial
ResponderEliminarY si queremos decirlo en marisabidillo, los entertainments