Llevo 30 años en Cataluña y no conozco nada. O mejor dicho, haciendo excepción de Barcelona, la imagen que tengo del resto es casi epidérmica. No es que no la haya recorrido de parte a parte varias veces, pero esto me permite saber cómo se va de un sitio a otro y poco más. Conocer un país es otra cosa. Es, por ejemplo, interesarse de manera ordenada y no meramente anecdótica por su pasado. Hasta este año -y me refiero al 2008- no he conocido esas maravillas del románico que son Sant Benet del Bages o Santa Maria de l'Estany. Y hasta hoy no había estado ni en La Cartuja de Montalegre de Tiana ni en el Monasterio de Sant Jeroni de la Murtra, en Badalona. Y eso que están a cuatro pasos de Ocata.
En Montalegre los cartujos siguen guardando celosamente el privilegio de su clausura, pero nos han permitido a mi mujer y a mi pasear por los alrededores de la cartuja en completa libertad, en torno a las campanadas, puntuales y pausadas. A pesar de las pocas lluvias, la primavera impone su presencia en la Serralada de la Conrería, con sus colores (los verdes intensos, cárdenos, entre los que puntillean los verdes transparentes de los brotes nuevos, la flor tan blanca de la estepa negra...) y sus olores. A lo lejos, a años luz de distancia, se ve la costa, con sus trenes y sus autopistas. Aquí, todo es paz. Es un milagro que se haya preservado este espacio intacto, sin la contaminación del urbanismo desolador. No hay nadie. Sólo nosotros dos y las campanas.
De la Cartuja de Montalegre a Sant Jeroni de la Murtra hay diez minutos en coche. Los edificios son de la primera parte del siglo XIV. En ambos lugares la vegetación y la orografía es similar, pero aquí, al norte de una ciudad tan ajetreada como Badalona, los caminos están más transitados y los coches, al pasar, levantan -levantamos- polvaredas de un polvo harinoso que envuelve a los esforzados deportistas que corren en busca de una salud intacta. Demasiado deportista para no enturbiar la paz posible. Cuando el sol ha comenzado a ponerse tras Collserola hemos disfrutado de diez minutos magníficos que me han reconciliado con el genio del lugar.
Yo he paseado por su interior; no sé qué más se le puede pedir al mundo que una cartuja.
ResponderEliminarVeo que está dedicando sus ratos de ocio a conocer rincones privilegiados. Hoy Badalona y Tiana, el fin de semana pasado la Seu de mi querida Lleida paterna y su maravilloso claustro.
ResponderEliminarSi va a Poblet (si no ha ido) llame con antelación y pida que le muestren los intrincados sótanos y la momia del príncep de Viana.
Don Tumbaíto: me alegra volverle a encontrar por estos pagos.
ResponderEliminar¿Qué más se le puede pedir al mundo, efectivamente?
No se si sabe usted que con ocasión de los fastos del Forum quisieron hacer de la Cartuja de Montalegre un centro turístico en el que podrían pernoctar mujeres. Los monjes, amenazaron con irse si una mujer pisaba la cartuja.
¡Aún queda gente con principios!
El Príncipe de Viana, Arrebatos, era navarro. Y nos costó más de un disgusto.
ResponderEliminarLos viernes comemos en el Mas Vell y salimos a recorrer Cataluña. Poco a poco.
El sábado pasado tenía una cosa filosófica en el Institut d'Estudis Ilerdencs y aprovechamos para conocer la Seu Vella, que tampoco conocía.
Poblet nos espera, pero cuando el día alargue un poco más.
Lo sé, lo sé... Vi su momia hace un montón de años, cuando todavía no me afeitaba. Me impactó su piel apergaminada perforada de carcoma (o lo que fuera, no quise entrar en detalles) y las piernas partidas a la altura de la rodilla.
ResponderEliminarPoblet pide mucho tiempo, cierto. Sobretodo si además uno quiere ver los alrededores también.
(Off the record: si lo publicitara en el blog y fletara un minibus, "encara faria la primera pela")
Yo recuerdo un grato viaje de los monasterios cistercienses en cataluña , hicimos Poblet , santes creus y Valbona de las monjas , encantada vine .Cataluña la voy conociendo por etapas , zonas geograficas , de una manera pausada y empapamdome de su gastronomía .No conocía los de las proximidades a Barcelona , pero los apunto .Y para románico primitivo , el valle del Boi ,impresiona la sencillez de estas famosas pinturas , la comarca de la Nogueira y Ribagorda ,
ResponderEliminarcon un ambientado tremendo de deportistas haciendo raffting en los ríos rápidos , y además magnificas butifarras ....en fin una comunidad preciosa ...
Magnífico post, con su permiso cito esta entrada en mi blog, elultimohombrelibre.blogspot.com
ResponderEliminarAi, ai, ai, pues 'ja tocava' que sinó te retiraremos los 'papeles'.
ResponderEliminarYa que Arrebatos habla de misteriosos sótanos, en un libro que encontré en una tienda de segunda -y quinta- mano habla de una especie de cementerio tipo catacumbas que hay bajo la iglesia de Lesseps, no sé si todavía debe ser 'practicable'.
Bueno, creo que en Vallbona no quieren hombres, allí me retiraré cuando me harte del pariente.
Pués en Santa Maria de l'Estany se casó un servidor. Un caluroso 22 de Junio de 1970.
ResponderEliminarFrancesc: Felicidades retrospectivas. El de Santa Maria de l'Estany es uno de los claustros románicos más hermosos que he visto en mi vida.
ResponderEliminarJúlia: Efectivamente, te doy la razón con un poco de sonrojo: ¡Ya tocaba!
Hoy estoy demasiado cansada para leer pero como he disfrutado de la vista :)
ResponderEliminarGracias, don Gregorio.
Qué hermosas imágenes nos regala.
KSNDR
Oh, dios mío, ha vuelto Tumbaito!!!!
ResponderEliminarEra la única que lo echaba de menos?
Doña Kasandra: A sus pies.
ResponderEliminarCelia: ¡Qué vacío más grande deja su ausencia! ¿Verdad, Celia?
ResponderEliminarVamos por lo importante:
ResponderEliminar1 - No, Celia. No eras la única en encontrar en falta a Tumbaíto. Necesitamos alguien que nos agite, irrite y enternezca. Además de darle la razón en ocasiones.
2 - Luri: Conocer un país es otra cosa. ¡Que gran verdad de esas que quedan suspendidas en el aire a la espera de que alguien defina su idea de "cosa"!
Aquí, en San Rafael, un empleado de Correos, al saber que yo era catalán, se empeñó en darme los buenos días en ese idioma cada vez que entraa en la oficina. Poco a poco amplió el lenguaje y acabamos por hablar en catalán ante la asombrada indiferencia del resto de visitantes. Era de Valladolid. Un día, me explicó que había vivido en Barcelona casi 20 años y que se había casado, con una gallega, atención al hecho, en San Cugat del Vallés, porque les encantaba el románico. Yo viví allí casi doce años y no puedo por menos que darles la razón. De mi Barcelona natal me fuí a Valldoreix, que como todo el mundo sabe (?) es municipio pedáneo de Sant Cugat (Sant Cuqui, para los íntimos de antes).
Un jardinero leonés que me ayudó a echar mantillo el año pasado, me decía: "oiga, yo he pasado en Badalona los mejores años de mi vida, y allí están todos mis hermanos", y su jefe, Chema, de Carabanchel, Madrid, origen que imprime carácter - Ana es de allí - sueña con irse a hacer de jardinero o paisajista en Ribas de Freser, que es donde está su cuñado.
Cuan cierto, Luri, que conocer un país es otra cosa, y sabiendo que no te refieres a esto, no te importará que te explique como se conoce a Cataluña en San Rafael, Segovia.
Y por cierto, que yo ando ahora recorriendo el románico castellano, que es cosa seria, nada lombardo por cierto, tosco y recio. ¿Qué decir de Palencia? ¿Y de Baños de Cerrato, que es visigoda?
Conocer un país, ¿quien lo conoce?
Por cierto que el navarro Viana, en bronca con su padre Trastamara y segundón, rey de Aragón por caramboilas varias, acabaran tirándose los platos a la cabeza en el principado. La romántica figura del hijo y la abrupta y tosca del padre. Recomiendo la lectura de la biografía de éste, de Vicens Vives, que no tiene desperdicio. Ay, leer a Vicens...
ResponderEliminarDon Luis, ahora tocaría levantar el vasito de orujo y en silencio brindar por lo que ha dicho.
ResponderEliminarConocer un país es otra cosa. Ergo, nunca se conoce un país, claro; sobre todo nunca conocemos aquel país que creemos conocer bien.
Claro que, por otra parte, esto es una bendición, porque nos permite redescubrirlo mil veces. En eso estoy, en el redescubrimiento. Me he dado cuenta, y estoy convencido de que me vas a entender, que ahora voy a los sitios con menos premuras y eso me permite disfrutar de otro tiempo. Y ahí está esa otra cosa que voy redescubriendo.
Sobre el románico castellano: ¿Conoces el esplendor del Valle de los Juarros, en Burgos? Puro surrealismo. Sus capiteles describen un mundo que no tiene absolutamente nada que ver con el que describen los capiteles románicos de Cataluña.
Amigo Luri: Te entiendo, brindo con orujo y conozco el valle de los Juarros. Y más arriba, si me apuras, Moaña y San Salvador de Cantamuga.
ResponderEliminarNunca se conoce nada bien, gracias a Dios, otro desconocido. Lo que se conoce bien, cuando llega el momento, es el silencio interior de estos paseos por esta geografía.
Pues le puedo asegurar que han entrado mujeres a la clausura de esa cartuja (casi me quedé sin aire cuando lo vi). Menos mal que siempre me queda la de Miraflores (de estricta y santa observancia).
ResponderEliminarSanta María de Poblet fue mi lugar de retiro en Cataluña hasta que su Abad firmó cierto manifiesto y catalanizó su nombre (es aragonés, ¿sabe usted?)
¿Se da usted cuenta, Tumbaíto, de que no nos puede dejar abandonados? ¿Quien, si no usted, puede informarnos de todo esto?
ResponderEliminarLo que me cuenta de Montalegre me parece imperdonable. Lo dejo aquí que me está dando un vahído.
Por eso y porque me voy a
http://accneo.com
Que fotos tan estupendas!
ResponderEliminarme quedo con algunas, gracias.
Sr.Luri espero que le gusten los regalos, tengo dos para usted en mi sitio.
besos y abrazos
She: Me gustan, claro., Muchas gracias.
ResponderEliminarEs curioso: mi cachorro ha hecho algunas traducciones del griego para Sant Jeroni, y ha tocado (el cello) un par de veces en recitales ahí.
ResponderEliminarParte de ese lugar pertenece a la familia de uno de mis mejores amigos (la otra parte fue cedida para el monasterio), y sin embargo, nunca he estado ahí.
Saludos y abrazos primaverales.
Son bien recibidos, Gabriela.
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