martes, 11 de noviembre de 2008

A un txapelaundi cabal

Me escribe José Luis Torres Murillo:
Me voy a Donosti donde desde la altura de la escalinata de una librería de nombre famoso -Lagun (compañero)-, echaré un breve sermón animando a quince personas, que abarrotaran el pasillo entre libros, a que se apresuren a comprar mi gerolibro si quieren enterarse de lo que pasa por las calles de su ciudad. Al final me dolerán los hombros de tanta enhorabuena y nos iremos a tomar unos chiquitos cada cual con su guardaespaldas. Veremos si es así o si las cosas que pasan han pasado ya.
Añade también algo que lo traigo aquí más que nada por esnobismo:
He de comunicarte que he encontrado ¡milagro, milagro! el Momentum Catastrophicum de un Pio Baroja que puesto a ser chapelaundi es mucho, pero que mucho, menos chapelaundi que tu y que yo juntos. El folletón comienza así: "Discurso dirigido por el bachiller de Itzea a los chapelaundis del Bidasoa en el solemene acto de inaugurar la Academia, Literaria y Chapelaundiense de Cherribuztango-erreca". [El ilustre don Pio hablaba con faltas de ortografía: erreca, es decir rio pequeñajo, con c, no existe; erreka con K, ese si que es admitido por la irreal academia de chapelaundis chiquitos de Bilbao].Me voy para allá. A más ver.
En un mail previo yo le había escrito a José Luis Torres:
Mejor txapelaundi que txapeltxiqui. No olvide que según las memorias de don Pío, él mismo formaba parte de un grupo de Chapelaundis de su barrio.
Un txapelaundi es para don Pío una rara avis. Tan rara que es un auténtico tesoro antropológico. Es un hombre que sin renunciar a su vasquidad, quiere ser universal pero sin mistificaciones; un espíritu inquieto y una miaja volteriano; individualista, gastrósofo, idealista, desclasado, en quien no empapan las tristezas y, mucho menos, la mediocridad épica de nuestra tierra.

Un txapelaundi es nietzcheano como don Pío sabía serlo: irónico, socarrón, con mala leche si hace falta, pero en el fondo, un ogro melancólico que aprecia más un vaso de buen vino en la inmanencia de una taberna vasca, que todas las promesas de trascendencia de los campanarios y de la pólvora. El Tellagorri de Zalacaín, por ejemplo.

Para ser txapelaundi, dice un personaje barojiano, hay que ser, cabalmente, hombre de boina grande y de corazón grande. Yo –ya perdonará- lo tengo a usted por ambas cosas.

"Yo creo -cuenta Baroja en Jaun de Alzate- que la única orientación buena y civilizadora de nuestro país, es la de los Caballeritos de Azcoitia, verdaderos txapelaundis que comprendieron lo que necesitaba nuestro pueblo.

Desgraciadamente aquella tendencia culta y humana se interrumpió con la demagogia que produjeron las guerras de Independencia y Carlista".

Los contrarios de los txapelaundis eran para don Pío los txapelchiquis, o sea, los vizcaitarras. Por algún sitio defiende que el nacionalismo vasco es una teoría de chapelchiquis.
Y os comunico esto pensando en alguien que pudiera leerme desde San Sebastían. Si tal cosa ocurre, por favor, que vaya de mi parte a Lagun y le de un abrazo grande a José Luis.

Más sobre el Torres: Aquí y aquí.
La presentación tendrá lugar
mañana viernes
a las 19.30 h
en Lagun.

5 comentarios:

  1. Remember la librería Lagun de la Pl.de Guipuzcoa?Con el franquismo,amenazas,detenciones,cierres por comunistas.
    Con ETA pintadas,cristales rotos,amenazas de muerte.El último asalto de los gudaris consiguó echarla al extraradio.Asaltaron la lib.con cócteles molotov e hicieron una hoguera con los libros,por supuesto ardió Don Pio, el chapelaundi.Allá estaremos acompañando al Torres y a la libreria.Como dice el lema de mi boina:je tourne en ronde.

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  2. Pues hágame el favor de darle un abrazo de mi parte.

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  3. ¿Qué día y a qué hora es el evento?
    Para los que quizás podamos acudir sería interesante saberlo (no sé si en alguno de los "links" es posible enteerarse, pero yo no he podido encontrarlo)
    Saludos

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  4. La presentación es mañana, viernes, a las 19.30 en LAGUN.

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  5. Luri: yo creo que nuestros pensamientos, ese paisaje que vamos recorriendo, somos nosotros. El Yo es eso y no otra cosa. Un inmenso archivo que emociona, irrita o alegra, según el fichero tenga un contenido u otro.

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