Y ahora dejo paso a "La contienda de los mosquitos"
Diabólica refriega dentro de una bodega se trabó entre infinitos bebedores mosquitos. Era el caso, que muchos expertos y machuchos, con tesón defendían que ya no se cogían aquellos vinos puros, generosos, maduros, gustosos y fragantes que se cogían antes. En sentir de otros varios, a esta opinión contrarios, los vinos excelentes eran los más recientes; y del opuesto bando se burlaban, culpando tales ponderaciones como declamaciones de apasionados jueces, amigos de vejeces.
Al agudo zumbido de uno u otro partido se hundía la bodega; cuando héteme que llega un anciano mosquito, catador muy perito, y dice, echando un taco: «¡Por vida del dios Baco! (entre ellos ya se sabe que es juramento grave): donde yo estoy, ninguno dará más oportuno ni más fundado voto: cese ya el alboroto. ¿No ven que soy navarro, que en tonel, bota o jarro, barril, tinaja o cuba, el jugo de la uva difícilmente evita mi cumplida visita? ¿Que en esto de catarle, distinguirle y juzgarle, puedo poner escuela de Jerez a Tudela, de Málaga a Peralta, de Canarias a Malta, de Oporto a Valdepeñas? Sabed, por estas señas, que es un gran desatino pensar que todo vino que desde su cosecha cuenta larga la fecha, fue siempre aventajado. Con el tiempo ha ganado en bondad, no lo niego; pero si él desde luego mal vino hubiera sido, ya se hubiera torcido: Y al fin, también había, -lo mismo que en el día-, en los siglos pasados vinos avinagrados. Al contrario, yo pruebo a veces vino nuevo que igualarse pudiera al mejor de otra era: y si muchos agostos pasan por ciertos mostos de los que hoy se reprueban, puede ser que los beban por vinos exquisitos los futuros mosquitos. Basta ya de pendencia; y por final sentencia el mal vino condeno; lo chupo cuando es bueno,y jamás averiguo si es moderno o antiguo”.
Mil doctos importunos, por lo antiguo los unos, otros por lo moderno, sigan litigio eterno. Mi texto favorito será siempre el mosquito.
El señorito Iriarte, qué placer! Le gustará saber (si no lo sabe ya) que don Tomás era violinista y compositor, además de fabulista, y que justamente estamos preparando con mi orquestita de Barcelona la música que escribió para "Guzmán el Bueno": un melólogo, género raro donde los haya y, por consiguiente, enormemente apetitoso para el melómano curioso, amante de la literatura y del siglo "que llaman ilustrado".
ResponderEliminarEs Iriarte modelo de esta elegancia que consiste en brular el esplín con dedicación y buen humor. Me inspira una dulce nostalgia del "esprit".
Efectivamente, me gusta saberlo. Espero que tenga usted a bien tenerme al corriente de sus conciertos de aquí en adelante. ¡Que bonito eso de "brular el esplin"!
ResponderEliminarUna vez más: en las anotaciones no hay que copiar directamente texto desde documentos Word, pues añaden mucho código sucio., que suele dar problemas, desconfigurando el tema.
ResponderEliminarDe recibirlo, mejor guardarlo primero en formato .txt. Después se abre desde un editor de texto cualquiera, por ejemplo el WordPad de M$ que está en Inicio/Accesorios, se selecciona y se copia en el editor de Blogger, desde el cual lo enriquecemos (por ejemplo, poniendo un framento como cita).
Iriarte no me lo perdonaría: "aunque mis versos no parezcan buenos, / tres defectos evitan a lo menos: / vocablos afectados, / inoportunos ripios / y Galicismos nuevamente usados" (Epístola XI, a Cadalso). La idea original era burlar...
ResponderEliminarSerá un placer tenerle al corriente de los conciertos, y un placer aún mayor tenerle EN los conciertos.
Bon dia tingui.
He solventado la visualización en las viejas anotaciones que incorporan el código basura de word.
ResponderEliminarMaty: Prometo intentar ser disciplinado
ResponderEliminarMe tendrá EN los conciertos siempre que pueda, no lo dude.
ResponderEliminarHe completado la sección Reacciones (lateral), incorporando a Twingly (que utiliza La Vanguardia). Ahora ya podéis fisgar, cual marujas, quién sigue a Gregorio.
ResponderEliminarSeré el primero en marujearme. Gracias, Maty. ¡Y van....!
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