Buscar este blog

sábado, 15 de noviembre de 2008

El último sermón de Ramoneda

Josep Ramoneda ha vuelto a regalarnos otro sermón en El País. No entiendo qué ven algunos de mis amigos en este telepredicador de la progresía hispana, pero eso quizás sea culpa de mi obcecamiento proamericano.

Ramoneda, lo reconozco, proporciona abundantes argumentos para la indignación moral, que no es poca cosa en estos tiempos en que los principios parecen ir de rebajas, pero este recurso, por sí mismo ya constituye para mí un motivo de suspicacia. A mis amigos, sin embargo, los llena de seguridad: Gracias a la indignación que les proporcionan discursos de este tipo saben que no se encuentran en el lado oscuro de la fuerza.

El lado oscuro de la fuerza es para Ramoneda el capitalismo y, más en concreto, el capitalismo de los Estados Unidos, de donde manan todos nuestros males. Pero para que el argumento pueda tener los efectos emotivos que sin duda produce, nos invita a comulgar con dos ruedas de molino. La primera, es la de confundir “capital” con “capitalismo”. La diferencia entre ambos conceptos, por cierto, no es mía, sino del socialista británico E.P. Thomson. El hecho de que el capital obedezca a la exclusiva lógica del beneficio, no evita que en el capitalismo puedan crecer todo tipo de manifestaciones anticapitalistas. La segunda rueda de molino consiste en señalar con precisión a los malvados: “las élites capitalistas”, que han llevado “los valores del capitalismo a unos límites en que es casi imposible que sean aceptados”.

¿Que es imposible que sean aceptados por quién?

¿Por unas élites intelectuales anticapitalistas, subvencionadas por el capitalismo, que son más listas que las élites económicas capitalistas? Si es así, la conciencia crítica emancipadora sigue estando de nuestra parte. ¿Por el pueblo? Entonces el sujeto emancipador sigue vivo en el seno del capitalismo. ¿Por el propio capitalismo? ¡No, evidentemente, esto sería inconcebible, puesto que haría trizas el argumento de Ramoneda! Pero él no se extiende en esta minucia. Lo que le importa es dejar bien claro que las élites capitalistas no han pretendido otra cosa que exacerbar “un proceso de individualización” que viene de lejos y que finalmente ha quebrado el proceso contrario de solidaridad social.

Por lo visto, este proceso de individualización fue intentado controlar por “la revolución conservadora promovida desde la administración Bush”, pero en realidad “la explosiva mezcla de simplismo liberal en lo económico y rigidez conservadora en lo moral y cultural sólo sirvió para acelerar el estallido”. ¡Todo iría mejor si los norteamericanos no fueran tan simples!

Ramoneda podría haber añadido a su argumento detalles sin importancia, como que durante la administración Bush el porcentaje del PIB dedicado a la educación en los Estados Unidos ha alcanzado la nada despreciable cifra del 7,1% (España: 4,6%; Francia: 6%; Alemania: 5,1; Italia: 4,7%....), o que ningún otro presidente de la historia de los Estados Unidos se ha comprometido más con el desarrollo de África, pero ya se sabe que nunca hay que permitir que hechos sin relevancia se interpongan en el desarrollo armónico de un argumento. A pesar de todo, no deja de ser notable que Ramoneda le reconozca a Bush un intento (aunque poco inteligente) de combatir el individualismo. Sería interesante tirar de este hilo, Ramoneda, sin embargo, se olvida inmediatamente del mismo para poder hacer de Bush el megaresponsable de los males del presente: de ese “mundo sin futuro" en el que nos encontramos, en el que "impera el principio del rendimiento rápido. No hay proyecto, sólo resultado”.

Repito estas últimas palabras: “impera el principio del rendimiento rápido. No hay proyecto, sólo resultado”. ¿No parecen perfectamente válidas para describir los años de crecimiento esplendoroso de nuestra economía gracias a la fiebre del ladrillo?

Ramoneda señala otras dos características del triunfo “del proceso de individualización”, que, en vista de nuestro reciente pasado ladrillero, no hace falta comentar: (1) la disposición “a sacar todo el jugo posible de un negocio en el menor tiempo aun a riesgo de agotarlo para siempre” y “el consumismo en que la pulsión por comprar no se detiene nunca”.

El principal pecado de Bush es haber fomentado la pérdida de “la idea de límite”, que, por lo visto, “ha desaparecido del horizonte.” Hay aquí, por cierto, un oxímoron notable, ya que horizonte, que etimológicamente proviene del "horos" griego, significa precisamente "límite". Ramoneda quiere decirnos que no es él quien ha perdido la conciencia de límite, sino los malos que promovieron “la revolución conservadora americana, en sus dos fases: la reaganiana y la bushiana”, que “han configurado una cultura en que las sociedades no existen, sólo existen los individuos (fase thatcheriana-reaganiana) y las libertades y los derechos son sustituidos por las creencias, por los mitos nacionales y por la seguridad convertida en supremo horizonte ideológico.”

Si interpreto bien a Ramoneda, cosa de la que no estoy completamente seguro, lo que nos está queriendo decir, es que para solidaridad, la que garantiza la socialdemocracia, porque la solidaridad conservadora, sería de mentirijillas. Sólo ofrecería creencias religiosas y patrióticas, además de eso tan peligroso que es “seguridad”. Hay, por lo visto, otra solidaridad racionalista o al menos ilustrada que Ramoneda parece anunciar, aunque, como nos asegura que "los grandes relatos" ya han perdido credibilidad., no sabemos muy bien en qué consiste. Claro que, como ya he dicho, a Ramoneda sólo le interesa señalar el "gran relato" del mal. Nos conduce así a un terreno en el que nos escamotea la crisis de la socialdemocracia europea. Parece sugerir que la socialdemocracia europea no ha sido capaz de resistir el proceso de individualización, pero nos oculta las razones de esta incapacidad. No sé si le parecerá bien que se las preguntemos a Blair o a los socialdemócratas suecos.

Volvamos a los límites ya que en su pérdida se encuentra la madre del cordero: “La esencia de la cultura de la crisis es la desaparición de la idea de límites (…) Bajo el mandato de George Bush la Administración norteamericana dio carta de naturaleza legal a la tortura. Es decir, transmitió al mundo la idea de que todo estaba permitido. Si un gobierno puede someter a un enemigo a la más terrible de las pruebas físicas y morales, ¿cuáles son los límites de lo posible en la sociedad?. Ninguno. Hay vía libre para saltarse todas las barreras éticas y culturales. ¿Qué tiene de extraño en estas circunstancias, que los que viven la quimera insaciable del oro entiendan que todo está permitido y que no hay reglas ni principios ante la tentación del dinero?”

Creo que me voy a enmarcar este párrafo.

Vamos a dejar de lado la minucia del terrorismo islámico, tan respetuosa con los límites. Centrémonos en Guantánamo. Los Estados Unidos son grandes no por lo sucedido en Guantánamo, sino por el debate político y legal subsiguiente. Los Estados Unidos son grandes porque ha habido muchos ciudadanos que han considerado que Guantánamo era intolerable y han presentado batalla, política y legal, acudiendo para ello a los límites constitucionales norteamericanos. Los Estados Unidos son grandes porque saben que, ya que no hay manera de que un país se garantice gobernantes sabios, hay que garantizar constitucionalmente que no puedan durar más de ocho años. Los Estados Unidos son grandes porque a Ramoneda le duele más lo que ellos hacen que lo que hace Bin Laden. Son grandes, también, porque buena parte de las ideas con que los criticamos han nacido o se han fortalecido allí: el ecologismo, el feminsimo, el movimiento de liberación sexual, el movimiento gay, el pacifismo... y hasta los cristianos por el socialismo. Tanto es así que una de las ideas que expone Ramoneda para describir nuestro presente, la de la universalización del lenguaje del "management", nació en los Estados Unidos en los años 40 de la pluma de James Burnham, uno de los padres del neoconservadurismo (The Managerial Revolution, 1941).

Pero la auténtica joya del sermón de Ramoneda es la que utiliza para blindar su argumentación: “Por supuesto hay cierto discurso naturalista que tratará de convencernos de que alcanzar la catástrofe es inevitable. Y que el mundo funciona por el sistema de ciclos de destrucción y construcción”.

Supongo que Ramoneda está convencido de que evitar la catástrofe está al alcance de nuestras manos, de que el azar, la casualidad, lo imprevisto, etc, puede ser sometido a control; de que la naturaleza, en último extremo, es planificable; de que con buenas políticas y buenas intenciones, podemos transformar los problemas humanos en problemas técnicos.

A mi, por el contrario, el olvido progresista de la naturaleza y su implícita laicización de la Divina Providencia me produce alergia, lo cual me obliga a ir bien provisto de antiestamínicos para protegerme de la nueva escolástica imperante.

28 comentarios:

  1. Con este cambio de look del blog, creía que perdíamos (los lectores) ese color tostado que recordaba al café reconfortante. Pero visto, el post de hoy, creo que promete más, bastante más, este nuevo contenido y forma.

    ResponderEliminar
  2. Todavía quedan unas cuantas cosillas por pulir.

    Se admiten sugerencias. El objetivo final es que sea lo más usable posible para el lector (faltan implementar funcionalidades en el lateral). De ahí que haya aumentado el tamaño de tipografía de las anotaciones.

    Mañana domingo continuaré. Los pequeños detalles se irán puliendo con el paso de los días, y algunas pruebas para que sea un poquito más vistoso (no me olvido de la foto del café bajo el título ni...).

    PD: conste que Gregorio lo quiere así de austero y blanquecino (aunque he colado un poco más de gris).

    ResponderEliminar
  3. Efectivamente, se admiten -y se solicitan- sugerencias.

    ResponderEliminar
  4. Yo tampoco entiendo desde hace tiempo la devoción de los seguidores ramonedianos, que son bastantes, hacia ese señor. Interesantes reflexiones las suyas. Òndia, al principio creí que me había equivocado de blog...

    ResponderEliminar
  5. Me siento algo mal tras leer su comentario al artículo de Ramoneda.
    La verdad es que he dejado de leer ese tipo de artículos hace algún tiempo, porque cada vez me costaba más quitarme el mal humor de encima. Es el pensamiento adolescente, basado en ignorancia e intransigencia. Pero, por otro lado, veo la nnecesidad de que sean respondidos, aunque no más sea por aquello de que se note de que no nos han convencido...
    La única excusa aceptable a mi deserción es la evidencia de que otros están mucho más dotados que yo para encararse con ellos. El suyo de hoy es un buen ejemplo de ello. Gracias.
    Limitándome a mis capacidades, les adjunto algo para devolverles la sonrisa. ¡Ojo! Es la BBC, no The Onion.

    http://news.bbc.co.uk/2/hi/americas/7725815.stm

    ResponderEliminar
  6. Júlia: Me deja perplejo la voluntad de ser menor de edad, alimentando el propio juicio crítico con fórmulas baratas, pero que parecen garantizar a su poseedor el pase al lado bueno del mundo.

    ResponderEliminar
  7. Claudio: Siempre he sostenido que bebiendo tequila se aumenta el brillo de los ojos. ¡Aquí está la prueba!

    ResponderEliminar
  8. Aloha!
    Veo que se le derramó la botella de lejía. Bueno, bueno, veamos, este nuevo look le da un toque muy sobrio. Eso sí, es muy agradable de leer.
    Veamos como acaba la imagen de la cabecera, debería ser obviamente una fotografía en blanco y negro de una cafetería, una mesa de marmol blanco en primer plano con un café recién servido, sutilmente humeante, y pulcra taza.
    Ah, por cierto, y respecto a funcionalidad (friendly use) opino que la indicación de los comentarios al post debería estar en la parte inferior del escrito, los posts de Luri a veces son muy largos, y es de agradecer encontrarse con el indicador de comentarios justo cuando acabas. Cuando está junto al título queda un poco raro del palo de: "La Vaca socrática". 57 comentarios. Yo entiendo que este blog es un poco de todos... pero el título debería ir en solitario.
    Respecto a la barra lateral, pues no sé, siempre empieza muy ordenadita, y luego Luri la convierte en un cajón desastre, o sea que con que quede arregladita la primera semana ya estará bien.

    Bueno, ya paro.

    ResponderEliminar
  9. Me gustaba mas el otro formato, al menos el fondo

    ResponderEliminar
  10. Glauka me hace llegar por otra vía este comentario sobre el diseño:

    "El cambio en el Café de Ocata no me gusta, demasiado frio, antes casi podías oler el café recién hecho y las letras le daban el aire del café de toda la vida, donde la gente entra y sale, habla o escucha, en un ambiente calido ajeno a lo que pasa fuera! Para mi era un rincón intimo, donde tenia a gente que me era familiar y me sentía, como sentada en el suelo, en una esquina, me gustaba oíros a hablar de cosas que jamás sabré, a modo de voyeur. Quizás el nuevo formato es mas moderno......pero ya sabes que digo lo que pienso, para mi es frió y no es el Café que casi todos los días leía, en un momento de pausa y me relajaba de mis ocupaciones"

    ResponderEliminar
  11. Maty: A ver como vamos contentando al personal, que como dice Celia, este blog es, efectivamente, un poco de todos.

    ResponderEliminar
  12. Una vez que la estructura está definida, lo siguiente son las funcionalidades.

    Y al final se hacen las pruebas con el colorido y la vistosidad.

    Para mi gusto, la estética actual es muy fría, no apetece estar mucho rato.

    Eso se soluciona, cambiando colores, añadiendo otros y poniendo imágenes/colores de fondo.

    Pero lo primero es que todo esté donde debe estar.

    Ya sé que la mayoría cuando va a comprar un coche, sobre todo las mujeres, suelen valorar la estética ante todo, craso error. Primero se elige el vehículo adecuado a nuestras necesidades y al final la estética. Lo dicho, "soy un cabeza cuadrada".

    ResponderEliminar
  13. Un poquito de más color si que creo que no iría mal. Me parece un poco "seco". Este blog además de muy interesante, siempre me ha parecido con un gran sentido del humor, cosa que se agradece enormemente... y esta estética me parece demasido "seria". Pero vamós, es una sugerencia, además, sea como sea lo seguiré leyendo.
    Pero vamós, Maty es un artista en la materia, así que él sabrá.

    Saludos

    ResponderEliminar
  14. Puestos a opinar: las fotos quedan demasiado contrastadas, no sé si es por el marco. Otrosí:Si se trata de facilitar los comentarios, está mucho mejor que antes.

    ResponderEliminar
  15. Muy buena su exposición sobre el artículo del obispo Ramoneda.
    En España el debate ¿intelectual? parece aquejado de una parálisis que dura siglos. Los roucos y ramonedas trabajan del mismo modo: aferados a sus respectivas iglesias y convirtiendo el discurso en un maniqueismo que sólo tiene por objetivo asegurar la pertenencia al bando de los justos, los que se salvarán, los que tendrán entrada de palco al paraíso. Todos los demás, son condenados en vida por la inquisición que además los condena eternamente al infierno.
    Menos mal que ya no pueden detener a los disidentes porque si no más de uno por aquí acabaría en galeras.

    El nuevo diseño me parece más claro pero más impersonal también.

    Sr. Maty: a mi coche le pido todos los caballos que mi bolsillo me pueda permitir, y que vuele.

    ResponderEliminar
  16. En esta clase de artículos periodisticos , se agradece una critica como la suya que desmenuza "las frases proféticas" y el lenguaje absolutista de conceptos "verdaderos " e impuestos , soy alérgica a los gurus del pensamiento , cualquiera que sea su signo , ojala en el periodismo habitual existieran mas replicas .
    En un medio como los blogs la estética marca muchas diferencias , ahora lo veo demasiado "aséptico " , casi estandarizado ...no dudo en que se lograra ese aire amigable e intimista de tertulia que te hace pensar .....

    ResponderEliminar
  17. ¿Una nueva escolástica? ¡Por favor, un poco de respeto a la escolástica, don Gregorio!

    Por otro lado, el de "Providente" es uno de los primeros atributos divinos en los que se dejó de creer, después vino las incredulidad ante la Omnisciencia y, en nuestra época, los anormales critican la Omnipotencia.

    ResponderEliminar
  18. Si mal no me equivoco el capitalismo consiste en acumular e invertir capitales en un proceso de creación de riqueza constante, que lo es a partir de esa creación e inversión.

    Cuando la acumulación de capitales los convierte en superfluos, porque no aparecen escenarios para la inversión, sucede lo que sucede: imperialismo, crisis, etc.; la visión de la historia del último tercio del siglo XIX y del XX muestran una amplia gama de efectos de la actuación de la presión del capital superfluo en la política de las naciones. Cuando este capital superfluo actúa en un proceso de generación de riqueza virtual dinamizándose a sí mismo, en cuanto a tal, sucede lo que ha sucedido: xapital que no crea roqueza ofreciéndose a si mismo como motor de riqueza, ambición o codicia.

    La aparición del caos es el digestivo necesario, penoso, pero necesario. En todas las crisis que he conocido, de cerca y de lejos, siempre he oído aquello de que era la última y que le correspondía al Estado enderezar el entuerto.

    Volvamos a empezar con paciencia.

    ResponderEliminar
  19. Tras meses de voluntario silencio e inactividad en este mundo vuelvo a escribir y a leer de contínuo, que no dejé de hacerlo de vez en cuando... Y vengo de nuevo a tu casa, a disfrutarte estas mañana de domingo en las que apetece leer sobre todas cosas (ya habrá tardes y madrugadas para la escritura)... Te dejo un abrazo agradecido (por tu epitafio hace meses, por tus miradas benévolas). Pau

    ResponderEliminar
  20. Se lee muy bien! De momento los colores pueden pasar.

    En cuanto a Ramoneda... poco, si no nada, tengo que decir. Creo que es un ingrediente más de la confusión de nuestros días.

    ResponderEliminar
  21. Pues no, no conozco ni el "Sócrates" de Satie ni la "Cheap imitation". Désolé, como dicen en Francia. Mi cultura musical se va reduciendo al alejarme del siglo XVIII y si a Satie ya lo veo entre brumas, a Cage apenas si lo intuyo en el horizonte ("ou n'est-ce que le vent qui gonfle un peu le sable"?). Lo único que puedo decirle es que he encontrado dos inhabitualmente magníficos artículos wikipédicos sobre ambas obras, aunque no he tenido tiempo de leerlos con detalle (pues mi inglés lo pide). Bueno, y también puedo decirle que a pesar de desconocer la música del "Sócrates", reconozco en esta obra un gesto muy "satiniano" (...o "satiético").

    ResponderEliminar
  22. Queridos amigos: El de hoy está siendo un domingo atareado y no tengo tiempo para muchos comentarios. Así que permitidme que os agradezca las aportaciones, que parecen demandar un poco más de color. Por mi parte creo que, efectivamente, el texto se lee mejor, y la estructura me gusta. Le falta, quizás, un poco de patina al conjunto. Ya se la iremos dando.
    Probablemente tiene razón Celia al sugerir que la indicación de los comentarios al post vaya al final del texto.
    Y ahora permitidme que les agradezca la resurrección de entre las sombras a Luis y a Liberto, acogiéndolos con un abrazo.
    En cuanto a Satie y Cage, Bellerofonte, tendremos que dedicarles un post.
    Y me voy corriendo, que las urgencias me llaman.

    ResponderEliminar
  23. Estaba leyendo sus posts sobre Sarkozy y me han llamado la atención las referencias a la moral, primero en un discurso del propio Sarkozy que usted citaba y luego en la última frase de su primer post sobre el Président.

    Me sorprende esta necesidad de "seguridades morales". Pero lo que más me sorprende es que yo mismo la comparto. La idea me vino con la lectura del "Eusebio" de Montengón. Detrás de su estilo lacrimógeno y de ciertos condicionantes históricos, los ejemplos morales de la obra me parecieron sólidos, casi diría "verdades" morales. Aunque recuerdo mal lo que pensé exactamente en aquel momento (lo que me lleva a otra reflexión sobre nuestras ideas que surgió de su post de ayer y de las ruinas y que se desarrolló por los Champs-Élysées, pero la dejo para otro día)...

    Decía que aunque recuerdo mal lo que pensé exactamente, lo principal era cierto "étonnement" ante la desaparición del prestigio de los moralistas del pasado y la impresión de que la autoridad de la palabra Moral se ha devaluado hasta parecer casi risible en nuestra sociedad. Tot plegat se tradujo en una "necesidad" sentida de reencuentro con la moral.

    Le cuento todo esto superficialmente pero en aquel momento (esto sí que lo recuerdo) me pareció un debate fundamental. Y de hecho es por esto que se lo cuento.

    Buenas noches!

    ResponderEliminar
  24. Bellerofonte: ¡Cómo me gusta encontrarme con alguien que haya leído El Eusebio! ¿Conoce también las "Frioleras eruditas y curiosas" de Montengón? Se trata de una joya de la didáctica. El Eusebio es difícil de interpretar -para mí, obviamente- porque no acabo de tener claro si se trata de una obra escrita contra o a favor de Rousseau. En cualquier caso, hay mucho de Emilio en Eusebio. ¿Se propuso Montengón aparentar que criticaba a Rousseau para así hacer pasar sus ideas con más libertad? Yo no lo descarto.
    Respecto a la cuestión de la moral y su devaluación, ésta se corresponde exactamente con la devaluación de la política. Las virtudes morales son virtudes políticas. Por eso son inseparables de los sentimientos de vergüenza y orgullo. Aristóteles decía (y Nietzsche repetía) que el hombre es el animal de las mejillas coloradas. Pues bien, el empalidecimiento colectivo de nuestras mejillas no pude contrarrestarse en modo alguno con esa vacía reivindicación de valores que está hoy tan en voga. Más aún: me parece que para unos cuantos toda su moralidad se reduce a lamentar le "pérdida de valores" (ajena, por supuesto).

    ResponderEliminar
  25. ¿Voga? ¿o Volga? Los valores son los ríos que van a dar a la mar... mota. Yo desconfío de todo el que tiene razón, es la cosa.
    Ah, y sí: se echa en falta n poco de amarillo, o beige, un color cálido. No florido como el mío, pero sí cálido. Que ya viene el frío.

    ResponderEliminar
  26. Mire que con lo de "Ramoneda, lo reconozco, proporciona abundantes argumentos para la indignación moral, que no es poca cosa en estos tiempos en que los principios parecen ir de rebajas" ya me tenía cogido; cuando me ha defendido a Bush citando por derecho y arrimándose a los cuernos, se me ha encogido el corazón; pero es que al leer el párrafo que concluye con la cita a Burnham las lágrimas caían por mi rostro henchido de felicidad.

    Se nota la mano experta de Maty, los cambios, aunque cuesta acostumbrarse, suelen ser para mejor.

    Un saludo

    ResponderEliminar
  27. Sólo un abrazo entusiasta, para el post y para la nueva plantilla... Literalmente espléndida. Felicidades a Gregorio y a Maty. Por cierto, Maty, cuando tengas tiempo disponible, e ideas para una plantilla simple, clara y...similar, pero singular, me avisas.
    Por cierto, la socialdemocracia siempre ha creído -está en sus genes- que ellos, y sólo ellos, cuentan con la patente de la solidaridad. Por ejemplo, se la negaron, hasta que dejó de ser relevante, a la democracia cristiana!!!
    angel

    ResponderEliminar
  28. Estoy pensando en una imagen transparente como fondo del título. Que aparezca una taza de café o algo equivalente a la derecha del título, quedando el mismo fondo claro que el actual (de ahí la transparencia). También aclararé el lateral y oscureceré ligeramente las anotaciones. Miraré también de diferenciar los comentarios de Gregorio de los del resto, si es que se puede en Blogger (creo que nunca lo he visto en tal plataforma).

    ¿Qué imagen os gusta?

    Google Imágenes ES cafe

    ResponderEliminar

Perillán

 I Contestándole un mensaje a Jorge Freire me emerge espontáneamente de no sé donde, pero directo y contundente, el adjetivo "perillán&...