Entre las figuras que la Iglesia ha elevado a los altares las hay de muy diverso tipo, desde las doctas y serias a las livianas de mente. A este último grupo pertenece la Beata Inés, de cuya vida sé alguna cosa gracias a su biografía, publicada en Valencia en 1882, con el rotundo título de “Vida, virtudes y milagros de la Venerable Madre Sor Josefa María de Santa Inés, religiosa del convento de Benigánim”. Fue escrita por Felipe Benavent, el cura de la parroquia de esta villa y confesor de la Venerable. Dos cosas me llamaron especialmente la atención de la vida de esta santa, que en realidad son dos aficiones: la primera, la de lavar la ropa, tarea que realizaba acompañada por varios angelillos, que se entretenían con las pompas de jabón que ella formaba a propósito y la ayudaban a hacer mucha espuma para que todo quedara más pulcro. La segunda, sus juegos en la iglesia. Cada atardecer, en cuanto se presentaba a rezar, los ángeles se desprendían del retablo del altar mayor y bailaban con ella todo tipo de danzas infantiles. Hasta el mismo Jesucristo tenía un detalle muy especial con ella el día de Carnaval, pues le lanzaba naranjas desde el sagrario, como acostumbraban hacer en aquel tiempo los enamorados con sus enamoradas.
Recuerdo perfectamente lo que pensaba al leer esta biografía: ¡Qué afortunada fue esta monja por vivir en un tiempo en que se tenía más fe en los ángeles que en Freud!
Que descontento que está usted con el mundo que no ha tocado vivir ... Como consuelo piense que quizás el suyo ha sido un malestar eterno, ya que su Felipe Benavent tenia que convencer a sus coetáneos de maravillas hoy impensables.
Jaume: ¡No veo por qué hay más motivos para creer el el Ello freudiano que en el cielo de la Beata Inés! Respecto a las maravillas: ¿Usted cree de verdad que ha disminuído el número de crédulos? O dicho de otra manera: ¿Ha disminuido el número de crédulos o se han mutado las creencias?
¿Se ha dejado de buscar -por ejemplo- el mar en un vaso de ginebra?
Desde luego que no ha disminuido en uno solo el número de crédulos. Sigue Don Benavent haciendo sesiones sin fin con su linterna mágica. Por eso decia que quedaba el consuelo de pensar que es un malestar eterno, y por ello compartido.
Me encanta la imagen de la búsqueda del mar en el vaso de ginebra. La usurpo desde este mismo instante. Incluso podria ser un epitafio digno: "No buscó el mar en un vaso de ginebra" o bien "No cesó en su búsqueda del mar en un vaso de ginebra".
Por cierto, felicidades por la publicación de su nuevo libro.
... o buscaba mares y sólo encontraba vasos de ginebra...Gracias. Estoy esperando a ver si los chinos lo ponen de lectura obligatoria en las escuelas y me forro.
Alguien tendría que estudiar y publicar algo sobre la clasificación posible: crédulos, creyentes, increyentes e incrédulos. A ver como están esos porcentajes. Yo pienso para mí que no varían mucho, si acaso el objeto y las maneras. Pero qué se yo de eso.
Quizás es que el Mito y la superstición salva de la angustia vital , del desconocimiento de nuestra finalidad en la vida ...y este mito es amplio , religión , ciencia ....solo se que no se nada :)
Que descontento que está usted con el mundo que no ha tocado vivir ... Como consuelo piense que quizás el suyo ha sido un malestar eterno, ya que su Felipe Benavent tenia que convencer a sus coetáneos de maravillas hoy impensables.
ResponderEliminarJaume: ¡No veo por qué hay más motivos para creer el el Ello freudiano que en el cielo de la Beata Inés!
ResponderEliminarRespecto a las maravillas: ¿Usted cree de verdad que ha disminuído el número de crédulos? O dicho de otra manera: ¿Ha disminuido el número de crédulos o se han mutado las creencias?
¿Se ha dejado de buscar -por ejemplo- el mar en un vaso de ginebra?
Desde luego que no ha disminuido en uno solo el número de crédulos. Sigue Don Benavent haciendo sesiones sin fin con su linterna mágica. Por eso decia que quedaba el consuelo de pensar que es un malestar eterno, y por ello compartido.
ResponderEliminarMe encanta la imagen de la búsqueda del mar en el vaso de ginebra. La usurpo desde este mismo instante. Incluso podria ser un epitafio digno: "No buscó el mar en un vaso de ginebra" o bien "No cesó en su búsqueda del mar en un vaso de ginebra".
Por cierto, felicidades por la publicación de su nuevo libro.
... o buscaba mares y sólo encontraba vasos de ginebra...Gracias. Estoy esperando a ver si los chinos lo ponen de lectura obligatoria en las escuelas y me forro.
ResponderEliminarAlguien tendría que estudiar y publicar algo sobre la clasificación posible: crédulos, creyentes, increyentes e incrédulos. A ver como están esos porcentajes. Yo pienso para mí que no varían mucho, si acaso el objeto y las maneras.
ResponderEliminarPero qué se yo de eso.
Quizás es que el Mito y la superstición salva de la angustia vital , del desconocimiento de nuestra finalidad en la vida ...y este mito es amplio , religión , ciencia ....solo se que no se nada :)
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