jueves, 8 de febrero de 2007

Valerie Solanas II

Valerie Jean Solanas nació el 9 de abril de 1936 en New Jersey. Con dieciséis años tuvo un hijo, David. En 1966, recién licenciada en psicología, andaba haciendo de puta por Greenwich Village, muerta de hambre.

Escribió una obra titulada Up Your Ass y se la llevó a Warhol a principios de 1967. A él le encantó el título, pero la acabó perdiendo sin haberla leído. Finalmente –escribe en su diario- tuve que reconocer ante Valerie que había perdido su Up Your Ass. Entonces comenzó a pedirme dinero. Me dijo que se alojaba en el Hotel Chelsea, y me aseguró que no tenía ni un céntimo para pagar su habitación. Una tarde de septiembre apareció cuando estábamos a medio rodar una secuencia de ‘I, a man’ y le dije que se animara a participar y ganara así 25 dólares en vez de irme dando la lata. Aceptó encantada y filmamos con ella una escena corta realmente divertida. Y eso fue todo.

Pero eso no fue todo. El 3 de junio del 68 Valerie y Andy se encontraron en el ascensor de The Factory. Él había salido en busca de una receta de Obetrol. Lo prefería al “speed” que consumían sus amigos y volvía con Jed Jonson, que acababa de comprar un montón de tubos fluorescentes. Warhol notó algo raro en Valerie: llevaba maquillaje. Mario Amaya, el editor de Art & Artist, estaba esperando a Warhol para discutir algunas cuestiones relativas a una eminente retrospectiva en Londres. También andaba por ahí Paul Morrissey. Cuando Andy salió del ascensor, sonó el teléfono. Era Viva, que lo llamaba desde el Kenneth's Hair Salon, donde se estaba tiñendo el pelo de rojo para participar en Midnight Cowboy. Después de varios minutos de conversación, Warhol le pasó el teléfono a Fred Hughes. Entonces Valerie sacó un 32 automático y apretó dos veces el gatillo. Andy se tiró al suelo e intentó protegerse bajo un escritorio. Un tercer tiro le atravesó el cuerpo. Después confesó a sus amigos: "Me dolió tanto que deseé morirme”. Valerie se fijó entonces en Mario Amaya y volvió a disparar. Falló y disparó de nuevo, rozándole la cadera. Después apuntó a Fred Hughes, que le rogó que los dejara en paz. Ella dio media vuelta y apretó el botón del ascensor. Pero inmediatamente se giró. Se le encasquilló el arma y sacó una segunda pistola del calibre 22 que llevaba en una bolsa de papel. Llegó el ascensor y bajó a la calle, a esperar la llegada de la policía.

La ambulancia llegó 30 minutos más tarde. A Mario y a Andy los llevaron al Columbus Hospital. El conductor de la ambulancia les aseguró que hacer sonar la sirena costaba cinco dólares extra. Mario le rogó que no escatimara en gastos. A partir del disparo Andy abandonó el Obetrol y se pasó al Dexamyl.

Valerie alegó en su defensa que "él tenía demasiado control de mi vida". El New York Times le dedicó toda una página. Aquello era más de quince minutos de fama. Warhol estuvo clínicamente muerto durante unos segundos y nunca se restableció completamente de sus heridas.

En el verano de 1969 Valerie fue condenada a una pena sorprendentemente leve: tres años. Warhol se negó a testificar en su contra. La noticia fue recogida con letras menores por el New York Times, al lado de un aviso dirigido a los residentes en Manhattan sobre el cambio de horario de recogida de basuras.

En el 86, Mario Amaya murió de SIDA. En el 87, murió Warhol, tras una operación de la vesícula biliar. En el 88 un enfisema pulmonar acabó con la vida de Valerie. Ese mismo año murió Jean-Michel Basquiat, por una sobredosis con apenas 27 años. Alguien dijo en el entierro de Basquiat que la única cosa que el mercado aprecia más que a un artista joven es a un artista joven muerto. Valerie Solanas tenía 52 años. Los últimos los malgastó trampeando un poco de futuro entre hospitales mentales y sórdidas callejuelas de San Francisco en las que ejercía la prostitución para costearse algún viaje por sus venas. Todos los periódicos del mundo se hicieron eco de la muerte de Warhol; los más importantes diarios de Nueva York recogieron con gran despliegue la de Basquiat; ningún periódico mencionó el fallecimiento de Valerie.

Andy cita 11 veces a Valerie en su diario. Y casi siempre con temor. Por ejemplo el domingo 18 de agosto de 1985, mientras descendía de la “limo” que lo traía a su casa desde el aeropuerto, una chica le gritó: ¡Andy! ¡Your mother is a whore!. Inmediatamente pensó en Valerie.

Valerie escribió en 1967 el Scum Manifesto. Ella misma lo vendía impreso a multicopista por las calles. Maurice Girodias, de Olympia Press (editor francés de Lolita, Candy y Tropic of Cancer) le dio 600 dólarers como anticipo de una novela basada en él. Se los gastó en San Francisco. Ultra Violet se lo leyó a Warhol, quien comentó: "She's a hot water bottle with tits. You know, she's writing a script for us [Up Your Ass]. She has a lot of ideas."

7 comentarios:

  1. Desde Aragón Liberal te "hemos nominado" como blog del día, para mañana. Hoy está el "ratón", por cierto nos gustaría poner el post de la caberna para este fin de semana en línea de entretenimiento.
    frid

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  2. Como curiosidad, Lou Reed tiene algunos "recuerdos," no muy amables, para Valerie en un par de canciones, "Andy's chest" es la que me viene a la cabeza. "I believe" tambien?

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  3. Sí, Ra, Lou Reed siempre se ha confesado dispuesto a mantener vivo su desprecio por Valerie.

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  4. ahora que pienso y recuerdo (cosas q no acostumbro a hacer a la vez)
    la hija de la Taylor no hizo de Valerie en una película??

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  5. Celia: cada día redescubro que sabes más (pero no un poquito más, sino mucho más) de lo que te gusta aparentar. Cosa que esta muy bien.

    Sí: Lilí Taylor hizo de Valerie Solas en "I Shot Andy Warhol":
    http://www.imdb.com/title/tt0116594/

    http://www.rottentomatoes.com/m/i_shot_andy_warhol/

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  6. A mí me sorprende cada día lo que saben todos. Es interesantísimo, el post.

    (La sirena costaba 5 dólares más... ¡Dios mío, qué triste!)

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  7. Si Valerie Solanas hubiera liquidado a Warhol, la loca más cotizada del siglo 20 sería, además de una puta reventada, una mártir

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