Me fascina ver cuando el público se tambalea de risa como un barco en las olas del mar agitado, decía el actor Jan Werich, uno de los firmantes, junto a Patocka y Havel de
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lunes, 5 de febrero de 2007
Jan Werich
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Las águilas no cazan moscas
I Respuesta de Rémi Brague al periodista que le pregunta cómo logra un estilo tan claro: «El bolígrafo rojo de mi mujer» II Viaje casi relá...
Es la manifestación de la sorpresa ante lo imprevisto. Lo que conviene analizar es la naturaleza de lo imprevisto y de la crueldad que su visión desata. Yo creo mejor que en general la risa es el eco de nuestra crueldad. No es nuestro dolor el que produce la risa, sino el de los demás, por futil que este sea.
ResponderEliminarNo tiene absolutamente nada que ver, pero como creo recordar que hubo aquíhace tiempo una discusión sobre el antisemitismo de Nietzsche, me permito copiaros un fragmento de una carta a su hermana Elizabeth que aparece en Metapolitics de P. Viereck:
ResponderEliminarYour link with an anti-Semitic chief [su cuñado] expresses something alien to my whole nature... It is a matter of my personal honor to be absolutely clean and unambiguous about anti-Semitism, namely against it... My revulsion against this [anti-Semitic] party (all too eager to exploit my name!) is as emphatic as possible; but being related to Förster... keeps making the adherents of this unsavory party imagine I'm one of them... It makes my character mistrusted, as if I reject in public what I favor in secret -and my inability to stop that... has almost made me sick.
Luis: En este caso la frase está dicha por un actor cómico, lo que le otorga un significado grave con el que, por otra parte, estoy de acuerdo.
ResponderEliminarEfectivamente, Chema: Si a algún pueblo (Volk) despreciaba Nietzsche, era al creador del "Volks-wagen".
ResponderEliminarJe. "Th-th-th-at's all, Volks!"
ResponderEliminarComo actor cómico, él sabe perfectamente que cuando el público ríe por su causa, él ha ridiculizado algúna manifestación del ser humano y de su cotianeidad. O tal vez no lo sepa, pero en cualquier caso la base de la risa es la rotura de lo normal por el imprevisto: alguien se cae, tropieza, hace el ridículo.
ResponderEliminarRecordarás al humorista de "All that jazz", el filme de Bob Fosse. Ahí, la tragedia que hace reir es la de la propia vida aplicada al protagonista, a si mismo. Solo cuando el humorista se ríe de si mismo puede aplicarse esa frase. Pero el humorista no se ríe de si mismo sino que hace reir a través de un arquetipo.
Al payaso Grog, en una ocasión, un celoso competidor (según cuentan) le introdujo hojas de afeitar entre las teclas del piano, de manera aleatorio: Grog tocaba y se negaba a parar para no interrumpir el núumero: el público se tronchaba de risa creyendo que era un espectáculo lo que era en realidad una salvajada.
Así lo entiendo yo.
Paradojas vitales , reir viviendo y morir cuando toque con la mayor dignidad , asi de simple
ResponderEliminarLuis: Creo que es Ortega quien cuenta el caso de un payaso que entra en el circo gritando "¡Fuego!".
ResponderEliminarPeggy: ¡Qué cosa más extraña -al menos para mi- es eso del pudor ante la propia muerte! Extraña pero evidente. Parece que pensamos que una muerte digna arroja su dignidad sobre una biografía.
ResponderEliminarPues uno de los actos mas trascendentes de una vida ...quizas si, con una muerte digna , se rediman errores vitales .
ResponderEliminarPeggy: se me ocurre al vuelo de tu último comentario que si algo cabe redimir con una muerte sería la memoria, claro, si cabe redimirla, que después de todo pensarán muchos nihilistas, ¿para qué?
ResponderEliminarPero una muerte digna, Peggy,¿no sería aquella de la que pudiéramos disponer voluntariamente? ¿Puede redimirnos de errores vitales -voluntarios- la aceptación del fatalismo -involuntario-?
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