Claro, uno se encandila con los juegos de manos y para cuando se da cuenta ya ha firmado la solicitud del préstamo. Y así se pasa a formar parte de los prisioneros que sueñan con una vida a pleno sol en la que la nómina de para llegar a fin de mes.
Nausicaa: En mi caso cuando veo por primera vez un anuncio y, una de dos, o me gusta, o no entiendo de qué va, tiendo a sospechar de un anuncio de coches.
Quién sabe... Digo yo que, dentro de un tiempo (¿ya?) detrás de toda campaña publicitaria -y al paso que lleva la cuádriga- estará la mano y la mente de algún pseudo-filósofo venido a menos. Todo sea por llamar la atención del futuro comprador con un mensaje lo más subliminal posible. "¿Quo vadis, inconsciente?". Saludos, Don Gregorio!
Hipoteca y auto son formas contemporáneas de la caverna. Precisamente dos palabras de origen griego.
ResponderEliminarClaro, uno se encandila con los juegos de manos y para cuando se da cuenta ya ha firmado la solicitud del préstamo. Y así se pasa a formar parte de los prisioneros que sueñan con una vida a pleno sol en la que la nómina de para llegar a fin de mes.
ResponderEliminarConfirmado: los anuncios de coches son siempre los mejores y casi los únicos que valen la pena.
ResponderEliminar¡Saludos!
que bonito
ResponderEliminar(no me refiero al coche)
Nausicaa: En mi caso cuando veo por primera vez un anuncio y, una de dos, o me gusta, o no entiendo de qué va, tiendo a sospechar de un anuncio de coches.
ResponderEliminarQuién sabe... Digo yo que, dentro de un tiempo (¿ya?) detrás de toda campaña publicitaria -y al paso que lleva la cuádriga- estará la mano y la mente de algún pseudo-filósofo venido a menos. Todo sea por llamar la atención del futuro comprador con un mensaje lo más subliminal posible. "¿Quo vadis, inconsciente?".
ResponderEliminarSaludos, Don Gregorio!
Siempre es un placer compartir un café con toda una "Pedra lletraferida".
ResponderEliminarMe encanta el nuevo aspecto, Don gregorio. Pero Mucho :)
ResponderEliminarMe quedo un rato por aquí. Necesito un café muy muy relajado
Un beso