Me mandan esta imagen de Navarra. Ni quito ni pongo rey, pero ayudo a mi señor, porque esto también debe ser libertad de expresión. Tomás Caballero, era concejal de UPN en Pamplona. Un demócrata cabal.
"las lesbianas feministas no son sólo mujeres que aman a otras mujeres, sino también personas subversivas con la heterosexualidad obligatoria que impera en la sociedad", Mariana Pessah
Déjeme revolcarme a mí en el lodo, don Gregorio, porque este es uno de las estupideces que más me irritan del paleoprogresismo. ¿Por qué ese rechazo a la realidad física y biológica? Creo que son posibles dos motivos, 1) que la ciencia haya surgido del occidente malvado, consumista y aborregado la invalida o, al menos, la anatemiza; por tanto ¡abajo la ciencia! ¡Abajo la realidad! o 2) que en occidente, donde contra toda posibilidad todavía viven estos paladines, las grandes reivindicaciones se hayan agotado ha dejado huérfana su rebeldía. La únicas únicas cadenas que nos quedan son las impuestas por la realidad, así que, otra vez, ¡abajo la ciencia! ¡Abajo la realidad!
Don Joseph: La deconstrucción caprichosa de la realidad sólo puede explicarse (o al menos yo no alcanzo a explicármela de otro modo) como una laización acrítica de las categorías religiosas. Hay en el aire algo así como una religión sin Dios que conserva íntegro el desprecio por la realidad tal como se presenta de manera natural en el mundo de la vida. Pero no sólo eso: también conserva la necesidad de liturgia, la conciencia del pecado (con las metamorfosis que se quieran) y, sobre todo, la vida a la luz de la Gracia Santificante (que es la del neo-paleo-progresismo).
Efectivamente, don Gregorio, ha dado usted en le clavo. Es la permanencia del mito – en el sentido más bajo de mera ficción substitutiva . Mientras los antiguos se valieron del mito para explicar los fenómenos físicos y espirituales que escapan a su comprensión, pero que eran los que les aterrorizaban o maravillanban cada día, los neo los inventan para ocultar la realidad tras su mundo preconcebido. Los primeros crearon el mito para la realidad, los segundos crean una falsedad para el mito. Sea este la bondad de los hombres, la tabla rasa, o lo que sea. El mito va primero.
Hay un ensayo muy interesante sobre este tema de Geoge Steiner – que sé que le gusta, Nostalgia del absoluto. Muy recomendable, y también digno de comentario.
Pienso que esa deconstrucción a la que se refiere Luri y en la que comulgo plenamente, se produce sobre represiones basadas en la construcción del globalismo ideológico construido, no sobre el mito, sino sobre el poder y los tabues que el mantenimiento de este aconseja sembrar.
Que esa deconstrucción, que es labor del desarrollo social y mucho más personal, se produzca en el terreno de los tabues más íntimos, produce y de esto me caben pocas dudas, terribles desviaciones de apreciación que acaban nublando la inteligencia.
Luis: Te contesto con una anécdota. El otro día estuve en el cine viendo esa película mala, mala, mala de la que no quiero hacer ni publicidad negativa. La sala estaba llena de parejas gays. Nada que objetar, aunque te engañaría si no te dijera que sentí una cierta extrañeza. Me imagino no muy diferente a la que experimentaría si hubiese estado llena de alfareros búlgaros o cocineros bizcos de León. En el transcurso de una conversación entre una mujer y un travesti,la primera hace mención a su clítoris y el otro inmediatamente manifiesta su asco. Su exagerada reacción fue acogida con muestras de risa e incluso aplausos por parte del respetable. Me molestó. Me molestó porque si hubiese sido al revés, si yo (cosa que me parecería imbécil hacer) hubiese comentado despectivamente alguna de las escenas de amor homosexual, inmediatamente hubiese sido considerado homófobo. Sin embargo aquellos señores espectadores, todos, como mínimo, de clase media y supuestamente cultos, no tenían reparos en manifestar su pensamiento sin necesidad de ejercer sobre él ningún tipo de prudencia.
Claro, es que el comportamiento global no intelectualiza ni razona el sentido del ridículo o del absurdo. Judios haciendo chistes de judios, homosexuales haciendo chistes de homosexuales, son ejemplo, a fuer de interpretarlos de liberalismo: lo contrario homofobía.
Pero el problema es que el módelo homófobo surja de la parte social no afectada por el trauma o en vías de corregir su manera de exteriorizar. Solamente en este territorio, los andaluces han aprendido a usar el lenguaje en un plano paralelo, escandalizante, pero no0 concernido por el tabú.
Offtopic. Mira que noticia...
ResponderEliminarhttp://www.elrevolucionario.org/rev.php?articulo244
"las lesbianas feministas no son sólo mujeres que aman a otras mujeres, sino también personas subversivas con la heterosexualidad obligatoria que impera en la sociedad", Mariana Pessah
No ensuciaré esta joya tan perfectamente pulida con ningún comentario obvio.
ResponderEliminarDéjeme revolcarme a mí en el lodo, don Gregorio, porque este es uno de las estupideces que más me irritan del paleoprogresismo.
ResponderEliminar¿Por qué ese rechazo a la realidad física y biológica? Creo que son posibles dos motivos, 1) que la ciencia haya surgido del occidente malvado, consumista y aborregado la invalida o, al menos, la anatemiza; por tanto ¡abajo la ciencia! ¡Abajo la realidad! o 2) que en occidente, donde contra toda posibilidad todavía viven estos paladines, las grandes reivindicaciones se hayan agotado ha dejado huérfana su rebeldía. La únicas únicas cadenas que nos quedan son las impuestas por la realidad, así que, otra vez, ¡abajo la ciencia! ¡Abajo la realidad!
Don Joseph: La deconstrucción caprichosa de la realidad sólo puede explicarse (o al menos yo no alcanzo a explicármela de otro modo) como una laización acrítica de las categorías religiosas. Hay en el aire algo así como una religión sin Dios que conserva íntegro el desprecio por la realidad tal como se presenta de manera natural en el mundo de la vida. Pero no sólo eso: también conserva la necesidad de liturgia, la conciencia del pecado (con las metamorfosis que se quieran) y, sobre todo, la vida a la luz de la Gracia Santificante (que es la del neo-paleo-progresismo).
ResponderEliminarEfectivamente, don Gregorio, ha dado usted en le clavo. Es la permanencia del mito – en el sentido más bajo de mera ficción substitutiva . Mientras los antiguos se valieron del mito para explicar los fenómenos físicos y espirituales que escapan a su comprensión, pero que eran los que les aterrorizaban o maravillanban cada día, los neo los inventan para ocultar la realidad tras su mundo preconcebido. Los primeros crearon el mito para la realidad, los segundos crean una falsedad para el mito. Sea este la bondad de los hombres, la tabla rasa, o lo que sea. El mito va primero.
ResponderEliminarHay un ensayo muy interesante sobre este tema de Geoge Steiner – que sé que le gusta, Nostalgia del absoluto. Muy recomendable, y también digno de comentario.
Pienso que esa deconstrucción a la que se refiere Luri y en la que comulgo plenamente, se produce sobre represiones basadas en la construcción del globalismo ideológico construido, no sobre el mito, sino sobre el poder y los tabues que el mantenimiento de este aconseja sembrar.
ResponderEliminarQue esa deconstrucción, que es labor del desarrollo social y mucho más personal, se produzca en el terreno de los tabues más íntimos, produce y de esto me caben pocas dudas, terribles desviaciones de apreciación que acaban nublando la inteligencia.
Enhorabuena por el nuevo diseño del blog. Facilita la lectura. Cuando pueda resuelvo la meme que me has pasado.
ResponderEliminarEl espía
PS me encanta House: éste y el otro
Joseph T: Sí a todo.
ResponderEliminarLuis: Te contesto con una anécdota. El otro día estuve en el cine viendo esa película mala, mala, mala de la que no quiero hacer ni publicidad negativa. La sala estaba llena de parejas gays. Nada que objetar, aunque te engañaría si no te dijera que sentí una cierta extrañeza. Me imagino no muy diferente a la que experimentaría si hubiese estado llena de alfareros búlgaros o cocineros bizcos de León.
ResponderEliminarEn el transcurso de una conversación entre una mujer y un travesti,la primera hace mención a su clítoris y el otro inmediatamente manifiesta su asco. Su exagerada reacción fue acogida con muestras de risa e incluso aplausos por parte del respetable.
Me molestó. Me molestó porque si hubiese sido al revés, si yo (cosa que me parecería imbécil hacer) hubiese comentado despectivamente alguna de las escenas de amor homosexual, inmediatamente hubiese sido considerado homófobo. Sin embargo aquellos señores espectadores, todos, como mínimo, de clase media y supuestamente cultos, no tenían reparos en manifestar su pensamiento sin necesidad de ejercer sobre él ningún tipo de prudencia.
Gracias Espía. Ya sabe usted que me cuenta entre sus fieles acólitos.
ResponderEliminarClaro, es que el comportamiento global no intelectualiza ni razona el sentido del ridículo o del absurdo. Judios haciendo chistes de judios, homosexuales haciendo chistes de homosexuales, son ejemplo, a fuer de interpretarlos de liberalismo: lo contrario homofobía.
ResponderEliminarPero el problema es que el módelo homófobo surja de la parte social no afectada por el trauma o en vías de corregir su manera de exteriorizar. Solamente en este territorio, los andaluces han aprendido a usar el lenguaje en un plano paralelo, escandalizante, pero no0 concernido por el tabú.