martes, 6 de febrero de 2024

Montepríncipe

Hoy ha sido un día de una intensidad profunda que me ha conmovido de tal forma que deja en mí una huella indeleble... de la que me resulta muy difícil hablar.

II

Invitado por Blanca López Ibor he visitado la unidad de oncología pediátrica del hospital Montepríncipe, en Boadilla el Monte. He hablado un rato con sus tres formidables profesores, auténticos héroes, que llevan la escuela de la unidad con una profesionalidad pulcra, discreta y admirable, y después he tenido un encuentro con el personal médico, las familias y algunos niños.

III

Blanca me ha llevado habitación por habitación produciéndome un desgarro en cada una. He salido de la última casi sin aliento, con el corazón desbocado y el alma hecha un lío. Y, sin embargo, ¡Qué sonrisas! ¡Que ojos! ¡Qué madres-coraje! ¡Qué cordialidad, qué profesionalidad, qué intensidad! 

IV

¡Qué claro el amor, qué frágil la vida!

V

Me han ganado el corazón. Blanca sabe que, de aquí en adelante, podrá contar incondicionalmente conmigo para lo que sea.

VI

He llamado a la periodista Olga R.Sanmartín para transmitirle la parte transmisible de mis emociones y de mi admiración. Sentía una imperiosa necesidad de dar a conocer la excelencia.

VII

Cuando me ha recogido Ricardo Calleja para llevarme al IESE, apenas me tenía en pie. ¡Qué necesidad más grande de hablar abiertamente con un amigo!

VIII

En el IESE, Ricardo se ha ocupado solícitamente de mí, que por lo visto andaba inseguro y tambaleante. ¡Cómo se agradece la mano de alguien que te guíe cuando todos los caminos dan al precipicio.

2 comentarios:

  1. Sí, en una estancia de este tipo te haces muchas preguntas, y más de una tiene difícil respuesta. Algunas, no la tienen.

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