I
Me encuentro en la cafetería de la Laie con Francisco Martínez (encuentro de trabajo). He pasado antes por la librería. Cojo los Ensayos sobre filosofía política de Philipp Mainländer. Abro el libro. Comienza así: "Desde siempre mi estilo ha sido no huir del diablo, sino mantenerme firme y mirarlo fijamente a los ojos, cogiéndolo por los cuernos; y, cuando este ígneo compañero se atravesó en mi camino, tampoco dejé de retirarle la capa para poder ver bien sus pezuñas". Ya no lo suelto.
II
No con el diablo, pero sí con el infierno es con lo que me encontré en el repleto cercanías que me llevó hasta Masnou. La intimidad era eso. En esta marabunta de carne cansada la lucha por la vida se convierte en lucha existencial por un asiento. El tren iba tan lleno que al llegar a mi destino me costó salir. Estábamos todos encajados, como las piezas de un puzzle humano.
III
Háganme caso: la higiene es un buen invento.
IV
Cena: tortilla de patatas y un vaso de vino. La felicidad.
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