Cuando Marañón se llevó al Rey al legendario viaje de Las Hurdes (Campúa los retrató juntos en la “ducha” del campo: en calzones el doctor y el monarca en cueros), Piniés, ministro de Gobernación, después de cenar pidió un café con leche, y el camarero salió en busca de la leche. Luego, el ministro no pegó ojo, y no por el café, sino por la leche, pues en el paseíto de antes de acostarse saludó a un campesino la mar de orgulloso que le dijo:
–La leche que el señor ministro ha tomado con su café salió de un pecho de mi mujer.
De Salmonetes
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