jueves, 12 de septiembre de 2013

¿Para qué sirve estudiar?

En el libro de la periodista Amanda Ripley The Smartest Kids In The World, una joven norteamericana que está pasando un año en Finlandia, pregunta a sus compañeras de clase: “¿Por qué trabajáis tanto?”. Las estudiantes le dirigen una mirada de extrañeza. "¡Porque esto es un instituto!”, le contesta una. La otra le pregunta a su vez: “¿De qué otra manera puedo ir a la universidad y conseguir un buen trabajo?”.

Hace pocos días me preguntaban en una entrevista en una radio para qué sirve estudiar. Le contesté a la periodista que preguntas como esa ponían de manifiesto la gravedad de nuestros males educativos con mucha más claridad que los pobres resultados de nuestros alumnos. Se quedó con la boca abierta y durante unos segundos, que son interminables en la radio, me miró como se debe mirar a un extraterrestre. Yo interpreté su perplejidad como una confirmación de mis palabras.

5 comentarios:

  1. Precisamente ayer, haciendo los deberes de don Leo, me encuentro traduciendo esto: 'De este modo ningún esfuerzo emplean muchos en buscar la verdad, y más bien hacia la ya dispuesta se dirigen'. (Th. I.20.3). Le aseguro que me pareció oír risas viniendo de arriba.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eso de buscar la verdad es muy poco moderno. Lo moderno es o apropiarse de una que esté circulando con buena prensa o construir-la

      Eliminar
    2. Atenció: el rigor de Tucídides no sempre és impecable, però provoca admiració la seva anàlisi dels fets i el missatge que en sap extreure (o suggerir).

      Eliminar
  2. "...preguntas como esa ponían de manifiesto la gravedad de nuestros males educativos con mucha más claridad que los pobres resultados de nuestros alumnos": 5-0.

    Hem passat de preguntar "i el llatí per a què serveix?", "i la filosofia per a què serveix?" a preguntar per a què serveix estudiar. I ara jo em pregunto si el periodista no va obtenir el títol sense estudiar, cosa gens atípica.

    ResponderEliminar

La Isla de Siltolá

 I Finalmente, después de varios intentos fallidos, el mensajero nos ha encontrado en casa y me ha entregado los ejemplares de Una triste bú...