Estando Memónides de Moronea en Lebadia, uno de los patricios de la ciudad le preguntó:
- Dime, Memónides, ¿de quiénes hay que huir?
- De aquellos -le contestó inmediatamente Memónides- cuya tristeza se nutre de nuestra complacencia.
- Dime, Memónides, ¿de quiénes hay que huir?
- De aquellos -le contestó inmediatamente Memónides- cuya tristeza se nutre de nuestra complacencia.
Tengo una duda, don Gregorio. ¿Memónides se cuenta entre aquellos a los que los manuales llaman presocráticos?
ResponderEliminarEs que me confunde. Me parece primitivo y post moderno a partes iguales.
¿De nuestra complacencia hacia ellos? MLL, auto-ficcion
ResponderEliminarArrebatos: Parece -insisto:parece- que hay que encuadrarlo entre los filósofos helenísticos, pero hay dudas enormes a la hora de situarlo históricamente. Yo me atrevo a sugerir que vivió en el sigo III a.C.
ResponderEliminarCon respecto a esa extraña mezcla de arcaísmo y postmodernidad que lo caracteriza, no puedo hacer nada más que constatarla, como usted.
MLL: Entiendo que se refiere a nuestra complacencia hacia su tristeza. Pero es meramente una interpretación.
ResponderEliminarNo iba yo por ahí. O no sé si iba por sitio alguno... Más bien pensaba en que la complacencia hacia otro llevara a la tristeza de este otro, que nuestra alegría diera en hueso. Como un inverso de la envidia... Algo rebuscado pero que puede ser, y por lo tanto será.
ResponderEliminarMLL: ¡El sentido, para el que se lo trabaja,sí señor!
ResponderEliminarPor cierto: la anécdota se encuentra recogida en un escolio helenístico tardío del Octavo Epinicio Nemeo. No me preguntéis cuál es la relación.
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