Buscar este blog

martes, 13 de julio de 2010

Contra pereza, diligencia

I
Contra pereza, diligencia, aprendí en mi infancia en la escuela, gracias al catecismo del Padre Astete.

II
Me detengo a recordar...
Contra Soberbia, Humildad. Contra Avaricia, Largueza. Contra Lujuria, Castidad. Contra Ira, Paciencia. Contra Gula, Templanza. Contra Envidia, Caridad. Contra Pereza, Diligencia.
III
Tras salir del Col·legi de Doctors i Llicenciats (mañana termino el curso sobre el vocabulario de Platón), he subido andando diligentemente hasta la librería La Central de la calle Mallorca (11.45 de la mañana) y me he comprado el libro de Peter E. Gordon Continental Divide. Heidegger. Cassirer. Davos. De nuevo en la calle el sol caía (perdonen ustedes la pereza metafórica) como plomo fundido, pero recuperando la diligencia he decidido ir andando hasta el Parlament de Catalunya (13-14h).

IV
No se puede decir que fuera vestido de manera elegante. Digamos, simplemente, que iba dignamente vestido, lo cual, en mi actual situación (estoy de Rodriguez) significa que llevaba puesta mi penúltima ropa limpia. Seguían las banderas españolas en los balcones. En La Vanguardia M. Dolores García dice que "Catalunya sale del armario". Algo de eso hay. Espero poder hacer la observación sin molestar a nadie. También me he encontrado grandes banderas españolas en algunos despachos del Parlament, pero eso me parece menos relevante.

V
¡Qué calor! He estado a punto de lanzar mi cartera al carajo, con el Continental Divide incluido. Andaba yo usurero con las sombras cuando en medio del Carrer de Calders he pisado una losa de la calle. Una losa que parecía exactamente igual que cualquier otra, pero al pisarla se me ha hundido y me he visto envuelto en un surtidor de aguas... digamos que fangosas. Así que , hecho un adefesio, he tenido que entrar a comprarme unos pantalones (de rebajas, carísimos y no del todo de mi agrado, pero la urgencia lo exigía) en una tienda de la Plaça de les Olles.

VI
Contra la ira, paciencia.

VII
En el Parlament he estado reunido hasta las ocho de la tarde, haciendo política, claro.

VIII
O sea, que la vida continúa y, por lo tanto,

Contra soberbia, humildad.

14 comentarios:

  1. Explique eso de que ha estado haciendo politica en el parlament, Explique. ¿le ha llamado el conseller? ¿le ha pedido alguna aclaración sobre su libro? ¿ le ha recriminado que se publique en castellano?

    Saludos muy cordiales

    Ruben

    ResponderEliminar
  2. Ruibén: me da mucha pereza hablar de eso.

    ResponderEliminar
  3. Gregorio, si tiene acceso a los poderosos, bien podría preguntarles cómo es posible que, algunos de ellos, insistan tanto en el derecho a decidir sobre Catalunya y nos nieguen el derecho a decidir sobre algo tan concreto como a quiénes, en las listas abiertas, deberíamos tener nosotros derecho a escoger para gobernarnos. Me temo que se iba a econtrar con un gracioso festival de visajes y hasta con una soberbia imitación de Kurt Savoy...

    ResponderEliminar
  4. Ya que le da pereza..y hace mucho calor
    Hoy entrevistaban a sus compatriotas en RAC1, porque los navarreses ( navarros, no? )son más felices? ahí la respuesta (en plan coña):
    http://rac1.org/lasegonahora/
    Allí si que se debe vivir bien ..

    ResponderEliminar
  5. Juan: Conozco a unos cuantos parlamentarios y creo que a ningún poderoso.

    ResponderEliminar
  6. Susana: En las cosas felicitarias mi único maestro ha sido Palito Ortega.

    ResponderEliminar
  7. ¿Es pertinente la distinción? ¿No encarnan los parlamentarios el Poder, uno de los tres, al menos? Pues a mí me parece que el legislativo, que nos ordena la vida en común, no es un poder manco, desde luego.
    Un buen amigo me convenció, incluso, de que, desde la oposición parlamentaria, también se ejerce el poder. Eso me permitió relativizar las victorias electorales, todas ellas, desde mi interés ciudadano individual, desastrosas para mí.
    Por cierto, no sólo cantante, sino líder peronista y un excelente cineasta, ahora que ha vuelto al arte y ha abandonado la primera línea de la lucha política.

    ResponderEliminar
  8. Juan: Sí, es pertinente -me parece-. Al menos en parte (en la parte medular).
    Piense usted en el giro de ZP tras los telefonazos de Obama y Merkel. Ninguno de los dos es parlamentario en ningún parlamento español. Como me decía el otro día en Barcelona alguien a quien aprecio: "¡Menos mal que no somos autónomos!" o, como también podríamos decir, "¡Menos malo que ya no somos soberanos!" De ser soberano ZP, ¿dónde estaríamos hoy?
    La soberanía dicen unos, reside en el pueblo; otros, quizás más cínicos (pero el cinismo es el lenguaje de la naturaleza) sostienen que sólo es soberano quien tiene potestad para imponer el Estado de Excepción.

    ResponderEliminar
  9. Añado: Hoy no es desdeñable la soberanía que tenemos transferida al capital chino.

    ResponderEliminar
  10. Igual se le pasó por alto este libro en La Central:

    The Virtues of Mendacity: On Lying in Politics
    Martin Jay

    Si le interesa, aquí hay un borrador:

    http://www.polisci.upenn.edu/theoryworkshops/martinjay.pdf

    Aunque en el borrador apenas aparece mencionado, hay en el libro un capítulo en el que trata a fondo a Strauss vs Arendt.

    ResponderEliminar
  11. Se me pasó, Claudio.
    Mañana mismo voy a por él.
    Las mentiras triviales en política son las que nosotros mismos nos contamos, claro.
    Decía el viejo Platón (Rep. 479 d): La multitud percibe muchas cosas bellas, pero no se interesa ni por lo bello ni por lo justo en sí. Si lo hiciera, descubriría la incoherencia de sus opiniones sobre la belleza o la justicia. Opina de todo sin conocer nada de lo que opina, pero abrazándolo con amor. La multitud no es filósofa, sino filodoxa.

    ResponderEliminar
  12. Está en Historia.
    Gracias por la cita.

    ResponderEliminar
  13. Y sin embargo le sorprende, a esa multitud, que le hablen en "paradojo" que decían los clásicos. Y sí, el lenguaje político se ha vuelto terrero de paradojas, sin duda. Por otro lado, no tengo inconveniente en reconocer lo obvio: no hay más poder que el de los Todopoderosos Mercados, apátridas, por cierto. A su manera son ellos los que nos han impuesto este estado de excepción económico. Pero siempre ha de tener lacayos que le sirvan, y esos sí que los encuentra en todos los parlamentos del mundo, hasta en el chino.

    ResponderEliminar
  14. Claudio: Libro comprado.
    Leo en la solapa (en voz baja, para que no nos oiga nadie): "The political hypocrisy may be the best alternative to the violence justified by those who claim to know the truth".

    ResponderEliminar

Las águilas no cazan moscas

 I Respuesta de Rémi Brague al periodista que le pregunta cómo logra un estilo tan claro: «El bolígrafo rojo de mi mujer» II Viaje casi relá...