miércoles, 22 de octubre de 2008

La República explicada en un minuto

A propósito de un comentario en Neoconomicón, vuelvo por enésima vez a la República de Platón.

Este diálogo se ha interpretado de multitud de maneras. Por H. Tarrant (Plato’s First Interpreters) sabemos que ya fue objeto de polémica en la antigüedad. Pero ha sido en el siglo XX cuando han aparecido las lecturas más aberrantes. Los teóricos germánicos de la eugenesia decían basarse en él. C. Mâder creía que la concepción política de Platón no sólo no era una utopía sino que había sido realizada por los nazis.

Pero si nos atenemos al propósito explícito de Platón, la República es un tratado de psicología. Su intención es conocer cómo es el alma humana y para ello establece una analogía entre el alma del individuo y la de la sociedad. Lejos de tratarse de una excentricidad, esta analogía era muy común en los siglos V y IV. Son muchos los autores que afirman que la “politeia” (este es el título original del diálogo platónico, que Cicerón tradujo por “res publica”), es el alma de la ciudad. La analogía, por lo tanto, parecía evidente. Pero Platón es también metodológicamente necesaria porque quiere entender el alma humana y, en sí misma, de maneras directa, le resulta inaccesible, mientras que si lo que ocurre diáfanamente en la ciudad puede trasladarse a lo que ocurre en el alma, su proyecto puede llevarse a cabo.

Este asunto era en Grecia sumamente relevante porque en el año 411 la Asamblea de los atenienses había votado democráticamente la eliminación del régimen y su sustitución por una tiranía. Lo que a Platón le preocupaba –hay abundantes datos al respecto en su obra- es si el paso de la democracia a la tiranía era algo que sólo se había debido al azar o si bien existía en el alma democrática (en la del ciudadano democrático y en la de la ciudad democrática) algún impulso tiránico que era el responsable de lo ocurrido, es decir, si la democracia no estaba siempre e inevitablemente incubando el huevo de la tiranía.

Si esto fuera así, la inhibición de lo tiránico del alma debería ejercerse de manera tiránica, de forma que no pudiera asomar las orejas. Esta es la primera paradoja política que descubre Platón.

Algo debe controlar sin concesiones la parte tiránica del alma. ¿Per cómo puede pensarse ese algo?

Platón entiende que una ciudad sólo podría liberarse de la tiranía y alcanzar un régimen político perfecto si fuera capaz de unir en una única persona la condición – extraordinariamente inusual- de filósofo y gobernante. Es decir, si la parte racional del alma (del individuo y de la ciudad) pudiera coincidir con su parte ejecutiva.

Pero ha dejado previamente establecido que hay tres componentes en el alma (y, por ende, en la ciudad): la razón, el coraje y el apetito. La razón es la capacidad para establecer lo mejor en cada caso; el coraje es la capacidad para actuar con decisión (es como un depósito de energía que puede ponerse al servicio de diferentes amos); el apetito es lo que su nombre indica, las ganas de satisfacer los deseos de la cama y mesa. Bueno, en realidad la cuestión es un poco más complicada. Platón ofrece una versión más sofisticada de estas tres partes. El apetito podría verse, en este sentido, como el deseo de tener o poseer bienes; el coraje como el deseo de ser alguien dentro de la comunidad; la razón es otra cosa, es básicamente, contemplación de la verdad. Las diferencias son para Platón tan notables que incluso considera que existen virtudes específicas diferentes para las personas según sea la parte de su alma que los domina.

Lo que parece querer decirnos Platón, entonces, es que si unimos las instancias heterogéneas de la razón y el coraje (que no sólo tienen fines opuestos sino virtudes diferentes, de acuerdo con sus respectivos fines), todos los problemas del hombre y de la ciudad podrán solucionarse.

Es, efectivamente, bien difícil de creer. Pero, además, hace trampa, porque nos oculta el sexo.

¿Qué pasa con el sexo? ¿Es posible acaso separar el coraje del sexo y ponerlo exclusivamente al servicio de la razón?

Dicho de otra manera: Si se diera en una persona una razón asexuada en unión con un coraje asexuado y, por lo tanto, en esta persona el sexo (y el deseo de poseer bienes en general) no cumpliera ningún papel, entonces los problemas de la ciudad y del alma estarían solucionados. Es decir: si existiera una ciudad de ángeles, los problemas políticos desaparecerían.

Por lo tanto, una de dos: O Platón era rematadamente tonto, o la República es un tratado sobre el desengaño y el aprendizaje de la frustración. O, si se quiere, es una crítica irónica de todo idealismo psicológico y político.

44 comentarios:

  1. (0)
    eso de ahí arriba es el grito de Munch.

    si le hubiera conocido antes...

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  2. ¡"La República en un minuto" me viene de perlas, oiga!

    Un saludo.

    (Monsieur Tumbaíto no se prodiga por aquí últimamente... ¿no le echa de menos?)

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  3. Yo creo que Platón no encuentra solución a los problemas del alma (en eso es mucho mas pesimista que Socrtes), pero por ello mismo la correcta solución delos problemas políticos es más acuciante.

    He aquí la paradoja: como la injusticia ética (el predominio de la parte apetitiva de ama en la mayoría) es inevitable, es preciso asegurar la justicia en la Ciudad

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  4. Gracias por la explicación, Gregorio. La interpretación "psicológica" o "antropológica" está presente, Vallespín la mencionaba de pasada el otro día. La cuestión que yo planteaba es si hay argumentos objetivos (no sé, históricos, filológicos, políticos, etc) para sostenerla al margen de la pura hermenéutica o de la "lectura esotérica".

    Es mi querencia por lo factual ;)

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  5. Otra lección "en un minuto". Sin necesidad de exégesis forzadas.

    Habla Platón:
    De todos los principios, el más importante es que nadie, ya sea hombre o mujer, debe carecer de un jefe. Tampoco ha de acostumbrarse el espíritu de nadie a permitirse obrar siguiendo su propia iniciativa, ya sea en el trabajo o en el placer. Lejos de ello, así en la guerra como en la paz, todo ciudadano habrá de fijar la vista en su jefe, siguiéndolo fielmente, y aun en los asuntos más triviales deberá mantenerse bajo su mando. Así, por ejemplo, deberá levantarse, moverse, lavarse, o comer... sólo si se le ha ordenado hacerlo. En una palabra: deberá enseñarle a su alma, por medio del hábito largamente practicado, a no soñar nunca actuar con independencia, y a tornarse totalmente incapaz de ello.

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  6. E´stupenda síntesis. Una de las críticas que hace a la intención platónica de extirpar lo que Arendt llama la "fragilidad" de los asuntos humanos extirpando de éstos todo aquello que refiere a la indeterminación de las acciones me recuerda a la famosa afirmación de Aristóteles: Platón, al ordenar la ciudad, no toma como sujeto a los hombres reales, sino a los hombres tal y como él piensa deberían ser.

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  7. Completamente de acuerdo con Borja. La República es enteramente una Utopía y no una "búsqueda de la verdad". Cumple incluso la negación de esto al (1) considerar "tenerla", (2) estar convencido de que se la "debe"imponer (incluso "subordinando la poesía a la política". No es de extrañar el fin de Platón: la frustración y el ostracismo. Pero como Utopía es un buen mito y tergiversada en aquello que convenga a cada Tiempo y Lugar acaba cumpliendo la miserable función de la que Nietzsche acusó a Sócrates y seguidores en el tiempo hasta el presente. Una pena, hicieron el trabajo legitimador para ser sustituidos en el poder por Eutifrones. Lo que continua en un espacio cada vez más estrecho... para pena y/o queja de los que repiten o tratan de repetir los caminos mesiánicos y salvadores.
    ¿O no?

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  8. Drac: Tumbaíto: ¿Acaso conoce usted el aire que lo guía? La puerta siempre la tuvo abierta.

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  9. Oscar: No encuentra solución a los problemas, eso es cierto, pero creo que sabía muy bien que puede haber muchos tipos de problemas y algunos se pueden dulcificar. Como hará, mucho más tarde, Lucrecio, contando la más triste historia de la manera más hemosa.

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  10. J: No. Platón, en el fondo y en la forma es un inmenso test proyectivo. Es el test proyectivo de Occidente. Posiblemente él tampoco estaba muy seguro de todo lo que había escrito puesto que sabemos que tras su muerte se encontró una tablilla en la que había querido introducir algunas correcciones.
    Lo que tenemos que tener claro es que las interpretaciones neoplatónicas, que son las que han configurado nuestra imagen del platonismo, son, como mínimo quinientos años posteriores a Platón.
    Otra cosa: El concepto de "Politeia" es, sin duda, clave. Y no está claro que un griego entendiera por "politeia" ni "política" ni "res publica" sino más bien, algo así como "constitución" (en el sentido en que hablamos de constitución corporal).

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  11. Borja: Sin duda alguna Aristóteles sabía de Platón más que yo, pero me parece que hay que estar muy atento a lo que no aparece en cada diálogo platónico. En cada texto tiene lugar lo que podríamos llamar una abstracción específica, una ausencia. La abstracción específica de La República es Eros. Lo que está por ver es si Platón la olvida o si juega con la hipótesis de su ausencia.

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  12. Carlos: No sé si el término "utopía" define bien el proyecto platónico. Más bien tiene algo de mítico. Comienza con una palabra curiosa, "kateben", y para los antiguos la primera palabra de un texto estaba cargada de significado. Y concluye con un mito completamente increíble.
    En cualquier caso, pensando a Platón nos pensamos a nosotros.

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  13. Gregorio, como siempre brillante! A mi me quedan dos cosas claras, la primera, quizás menor, no lo se, es entender el justo medio de Aristóteles a la luz de lo que es el hombre en Platón.
    Por otro lado cada vez estoy más sorprendido de las exigencias a la que somete el logos, lo que es muy claro en los seguidores de Sócrates. Intuyo esta es la razón, y no menor, para que el filosofo se preocupe seriamente por la justicia.
    Pero lo que creo es peor, es que la respuesta que encuentra no lo satisface para nada, jajajaja!
    Como siempre, la verdadera pregunta sigue siendo por qué la filosofía.

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  14. "¿Qué pasa con el sexo? ¿Es posible acaso separar el coraje del sexo y ponerlo exclusivamente al servicio de la razón?"

    !Y entonces irrumpe Alcibíades por la puerta armando follón!

    ¿Por qué no explicaban estas cosas en la facultad?¿Por qué?

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  15. Ah, don Napoleón, el sexo! El sexo es lo incontrolable. La presencia de Alcibíades en el Banquete, como usted bien ve, rompe con todo. Aparece de repente, "exhaiphnes", justamente como se manifiesta Eros.
    Pero lo más preocupante: ¿Y si todo se reduce a Eros? Es decir: y si el coraje y la razón son formas sublimadas de Eros?
    Yo creo que esto es lo que se dice en el Banquete.

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  16. Aro: ¿Por qué la filosofía? ¡Porque nos persiguen las Erinias y no hay manera de librarse de ellas!

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  17. A mi lo que me escamaba de El banquete es que si el Eros es un querer más ¿ por qué iba a para una vez llegado a la noesis? ¿no podría mentirse a si mismo y seguir elevándose un poquito más? ¡No iría contra su naturaleza!

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  18. Don Napoleón: Platón también se lo pregunta y, por eso mismo niega que la prudencia sea una virtud filosófica. Eros es inmanejable. Por eso hay siempre en él un componente antipolítico.

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  19. Según Diotima, también hay un camino para conducir las cosas de eros: de la belleza de un cuerpo a la de los cuerpos, de ésta a la de las almas, y de ahí a la de los discursos, hasta entrever la belleza en sí. Lo cual quiere decir que no uno no puede ser sabio si no ha empezado enamorándose -no platónicamente- de un cuerpo.

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  20. Jordi: Lo que ocurre es que nadie nos hemos creído nunca, de verdad, lo de la belleza en sí. La teoría de las ideas es completamente insostenible y, de hecho, Platón se ocupoa bien poco de sostenerla.

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  21. Diria que las creencias de algunos matemáticos, aunque no todos, refutan tu última afirmación. En otro sentido determinadas formas de fanatismo político no dejan de ser culto a las ideas.

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  22. Gregorio:

    Muy interesante esta entrada. Creo que da para mucho. Sólo me animo a hacer un par de comentarios ingenuos:

    1. Creo que clasificar como psicológico el diálogo puede llevar a equívocos. Porque creo que esas "almas" sólo podían ser entendidas dentro de relaciones ético-políticas. Es decir, los Antiguos tenían esa maravillosa capacidad de la no especialización.

    2. A diferencia de lo afirmado por Carlos Suchodowski sostengo apoyándome en Cioranescu que la Politeia platónica no es una utopía. Elijo usar el término "protoutopía" porque posee lineamientos que retomará el género utópico. Pero no es una utopía ni por su forma ni por la concepción del tiempo en la que está enmarcada.

    3. Por último, entre esos lineamientos que Platón legó al pensamiento político y a la utopía se encuentran la eugenesia y la mentira con fines políticos. Ambos se mantienen en la tradición utópica. La primera en Campanella por ej. y la segunda en Bacon. Esto no quiere decir que los nazis se hayan inspirado en Platón pero sí es posible que malas lecturas de Platón sirviesen para apoyar malas políticas.

    Perdón por la extensión pero es un tema muy interesante. Abrazo

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  23. Home, Jordi, no fotis: "las creencias de algunos matemáticos" no refutan en sí mismas nada, en too caso demuestran la credulidad de algunos matemáticos, cosa que no sé si un matemático, en tanto que matemático, puede permitirse.

    Añades que "determinadas formas de fanatismo político no dejan de ser culto a las ideas", pero el que exista un culto a algo no demuestra tampoco que eso que es objeto de culto tenga una existencia autosubsistente.
    Me parece que en los tiempos modernos el intento más serio de comprender la teoría de las ideas fue el de Natorp, y no se sostiene. El dualismo ontológico, como bien viera Aristóteles sólo sirve para poner en aprietos a los que Platón llama "los amigos de las ideas", sean éstos los que sean.
    Por otra parte, el Platonismo es posible como parricidio contra Parménides. Al Sofista me remito.

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  24. Luc: Respecto al punto primero, no se trata de un invento mío, aparece así en Rep II 368d-369b: "Indagaremos primero como es posible la justicia en la ciudad y después inspeccionaremos en cada individuo, prestando atención a la similitud de lo más grande en la figura de lo más pequeño". A continuación se construye una ciudad "en el logos" para llevar a cabo este propósito.
    Si este no es un diálogo psicológico, entonces sobran los dos primeros libros, el último y buena parte del resto.
    Insisto en que la "politeia" era para los griegos el alma de la polis.

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  25. Gregorio, si, pero hacía falta interiorizar a las erinias!!!
    Por otro lado, no entiendo la discusión de la utopía, todas las enseñanzas de Platón se hicieron carne en una u otra oportunidad, inclusive la comunidad de bienes y mujeres, solamente hace falta leer a justine.
    Gregorio, yo me permitiría agregar respecto a Eros, que muy bien se puede leer toda la obra de Platón como su exploración, es la pregunta que no queda contestada (explícitamente) en el Gorgias!!

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  26. Gregorio:

    Perdone mi obstinación y no se ofenda porque esto es para mí una instancia de aprendizaje. Me quiero terminar de convencer y para ello necesito salvar algunas dudas que vienen a mi mente:

    1. ¿Entender que el diálogo sea psicológico no implica que se soslaye la idea política que subyace al mismo?

    2. ¿No es el tema la justicia y como tal "Sócrates" para abordarlo tiene que ir de lo macro a lo micro creando un experimento mental que es su Calípolis?

    3. ¿Puede separarse lo psicológico como algo independiente de lo ético-político, lo gnoseológico y lo pedagógico de la Politeia?

    Realmente estoy un poco confundido y expreso mis cuestionamientos desde la más franca humildad. Presumo que mis lecturas de la República están teñidas por las perspectivas de los pensadores políticos.

    Un abrazo y perdone si incomodo con mi ignorancia.

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  27. Aro: De acuerdo. Eros es, efectivamente, el auténtico problema, porque sin él no hay nada, ni naturaleza ni conocimiento.

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  28. D. Gregorio: tiene razón en subrayar las ausencias que tan bien definen los diálogos platónicos. En el caso de la República, como usted ha señalado, la ausencia más sorprendente es la de la belleza; no obstante, así se pone de manifiesto la tensión platónica entre dos polos que, quizás, sean irreductibles entre sí: aquí, como dirección de las acciones humanas, impera el Bien; en otros diálogos, como El Banquete, es la belleza la que predomina.

    Lo fantástico de Platón es que en él se dan los problemas que quizás sólo después son patentes para los hombres; en este caso me pregunto por la dialéctica de bien y belleza, su contraposición o posible oposición; me pregunto por qué el "interés social" que surte a los políticos de dineros y quehaceres parece eliminar como suoerflua la cuestión de la belleza, desplazaarla al último puesto de entre las preocupaciones que vale la pena atender. De ahí, también, la sorprendente solidaridad entre arte y política en el siglo XX, que, entre otras cosas, en muchas ocasiones pudo sostenerse por el común encono contra la idea de belleza.

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  29. Luc, para eso está este café, para discutir,. Así que bienvenida sea la polémica


    1. ¿Entender que el diálogo sea psicológico no implica que se soslaye la idea política que subyace al mismo?:
    Lo que pretendo decir es que es político porque es psicológico. En realidad todo el diálogo trata de la coherencia de las totalidades y esa coherencia es la justicia. Isócrates decía explícitamente que "la politeia es la psykhé de la polis" o, en términos aristótélcios, la vida de la ciudad. Insisto también en la importancia del mito conclusivo, el de Er, que es un mito sobre el alma.

    2. ¿No es el tema la justicia y como tal "Sócrates" para abordarlo tiene que ir de lo macro a lo micro creando un experimento mental que es su Calípolis?
    La justicia es lo que mantiene unido a las partes de un todo (incluso a una banda de ladrones, dirá Sócrates). En este sentido es la forma de la ciudad, mientras que la materia sería el conjunto de hombres en su condición preciudadana. Lo que Platón descubre es que este orden es geométrico, obedece a unas determinadas proporciones según el peso específico de cada componente. El resultado del análisis es que la justicia es una virtud política, pero no filosófica. Y aquí volvemos a la psicología.



    3. ¿Puede separarse lo psicológico como algo independiente de lo ético-político, lo gnoseológico y lo pedagógico de la Politeia?
    No. Pero es lo psicológico lo que nos muestra la heterogeneidad de lo ético-político, lo gnoseológico y lo pedagógico. Es la parte del alma dominante en cada sujeto la que establece las condiciones de unidad del todo psíquico de acuerdo con una virtud específica (insisto también aquí: la prudencia no es una virtud filosófica, sino política, como la justicia)


    "Presumo que mis lecturas de la República están teñidas por las perspectivas de los pensadores políticos".
    Pero es que precisamente el olvido del alma como cuestión política es un fenómeno moderno, que se inicia con Maquiavelo, no antes. Lo que habría que preguntarse, entonces, es por la pertinencia de una lectura maquiavélica de Platón.


    Un abrazo.

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  30. Borja: Es muy interesante lo que dices. Si me permites, dos puntualizaciones que tienen por objeto más dejar clara mi posición que rebatirte.

    1. Me parece que la cuestión de Eros no es idéntica a la de la belleza. En la República se dice que puede haber una atracción por lo terrible. Precisamente los diferentes tipos de atracciones que se pueden dar en el hombre, a veces opuestos entre sí, dibujan las diferentes partes del alma.
    2. Posiblemente la belleza sea la manifestación fenoménica del Bien y el Bien, para Platón, es siempre lo útil, en el sentido de "lo bueno para algo"

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  31. Lo que cuesta de entender es que en su anterior post diga que "el poeta suela decir la verdad aunque esta no siempre resulte agradable" y luego no diga que Platón en La República se olvidó de este temilla y decidió echar a los poetas de la ciudad (y luego viene esa frase de Woody Allen "quizá se enfadaron un poco cuando dijiste que el filósofo es el rey mientras con los pulgares te señalabas hacia ti"). Se podría creer eso que Platón era el más poeta de los filósofos si no fuera por el diaólogo de Ión donde sale eso del demon, etc. Vamos que para Platón el poeta nunca tendrá la verdad porque sus obras proceden de la inspiración y no de la razón cosa dudosa (y Aristóteles lo dudó mucho también). Parece más un conflicto de intereses entre filósofo y poeta para ver más quién tiene la verdad o quién puede tenerla con resolución a favor del filósofo con argumentos poco lógicos y muy interesados, y eso parece poco democrático...

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  32. Estimadísimas gatas: ¿Conocéis un filósofo con mayor capacidad poética que Platón?
    Respecto a la expulsión de los poetas de la ciudad: Eso es lo que hacemos continuamente con quien se atreve a ridiculizar nuestras convicciones políticas. Podemos aceptar, por ejemplo, un payaso anticatalán, pero nos costaría mucho soportar un poeta anticatalán en Cataluña. No un poeta cualquiera, sino un magnífico poeta, un poeta internacionalmente admirado. ¿No les parece?

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  33. Una cosa más, gatas: LO que Platón propone para una ciudad construida "en el logos" ya lo había practicado la democrática Atenas. En gran Fidias tuvo que exiliarse para salvaguardar su vida.¡Y en tiempos de Pericles!

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  34. ¿Un gran poeta anticatalán? Jajaja, mira que es malo usted. Pero las gatas lo somos más: si nos diera comida buena (buenos poemas) no lo podríamos echar. Lo mismo que decía irónicamente Félix de Azúa de Heidegger: como ahora es nazi, ya no hace falta leerlo.
    Además, ¿qué es el logos? ¿La razón o la palabra?

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  35. Gracias. Me doy por convencido.

    Un abrazo

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  36. Gatas: Ustedes no sirven como ejemplo, por atópicas. Seguro que andan merodeando por el altar de Prometeo que se encuentra en la Academia de Platón.
    Un gran poeta es un gran profeta. Hay que temerlo mucho, no tenga duda. Sin darte cuenta te dejan tus convicciones hechas unos zorros.

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  37. Coño, Luc: No me diga esto que me deprime.

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  38. Exactamente, pero tengo cada vez más una sensación inquietante con lo que puedo esperar de la razón. Creo ya que la pregunta, en mi, ha virado. La ironía es que la filosofía una y otra vez ha planteado el fin de la metafísica. Estoy pensando de la frase de al-farabi, de no sólo las vías a la filosofía sino de las vías para restablecerla cuando se extravía o se extingue. ¿Qué puede ser en la ciudad tan potente para destruir a la filosofía?

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  39. Aro... casi no te reconozco. La razón nos permite salir de la caverna de vez en cuando durante un corto espacio de tiempo y contemplar con comprensión la lógica que rige el interior de la caverna. Incluso nos permite rezar de vez en cuando por la realización del mejor gobierno.
    Alfarabi, claro. ¿Es el mejor intérprete de Platón?

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  40. No lo sé, pero no nos escapa que la abstracción de eros es la abstracción de la filosofía. La república es una ciudad sin filosofía. Está bien que estamos hablando de la ciudad de Glaucón y Adimantos pero eso no quita que ha sido el dialogo de Platón que más fascinación y comentario ha merecido. Es decir, que mayor persuasión ha logrado.
    Mi duda es, en todo caso, sino es acaso la razón la que nos obliga a volver a la caverna. y si es así, por qué

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  41. La abstracción de eros es la abstracción de la filosofía... en tanto que es consciente de esta abstracción, ¿no te parece?
    Efectivamente, la república es una ciudad sin filosofía y por esto mismo es una ciudad imposible.
    Añades: "... sino es acaso la razón la que nos obliga a volver a la caverna. y si es así, por qué". ¡Claro, porque es consciente de sus límites o, mejor dicho, porque es consciente de los límites de la filosofía política o, aún mejor, porque la filosofía es filosofía política.

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  42. Exacto, que es consciente no me cabe duda, pero que la ciudad es imposible no estoy seguro. Es esta última frase tuya la que todavía me hace dudar. Por qué no debería tomar parte con la legión de seguidores de Homero como dice Sócrates. Lo que me parece es que no sólo los hombres sino también la filosofía debe pasar cada tanto por el río ameleto, como íntima, si entiendo bien, la elección de Ulises. En todo caso todavía no comprendo cómo es superada la poesía, si es que lo es.

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  43. Respecto a la superación de la poesía, el tío Leo te remitiría al final del Banquete, donde se muestra, por una parte a los escritores de comedias, por otra a los de tragedias y, por último, al mismo Platón escribiendo sobre tragedias y comedias. La filosofía como tragicomedia. En realidad toda filosofía es una poiesis, como lo es todo discurso. La única posibilidad de liberarse de la poiesis es manteniendo viva la conciencia de las preguntas que no tienen respuesta.
    Una filosofía interrogativa, socrática, se presentaría entonces como "zétesis".
    ¿Es la "zétesis" superior a la "poiesis"?
    Mirando a los grandes poetas -pensemos en Moisés- es difícil responder afirmativamente. Desde este punto de vista la diferencia entre "poiesis" y "zétesis" es la que existiría entre Moisés y Maimónides.
    Quizás -voy pensando en todo esto mientras te escribo- la última lección de Strauss es que lo máximo que puede alcanzar la filosofía es la conciencia de la distancia entre Moisés y Maimónides. Volvemos así a la tragicomedia, porque Platón, el constructor de ciudades en el logos es el gran poeta.

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