A medida que iba reflexionando sobre los contenidos de mis clases, me iba haciendo, fatalmente, peor profesor de filosofía. A los pocos años de ejercicio docente comprendí que, en lo que a la enseñanza media se refiere, es mejor saber poco para poder explicar mucho. Conviene que el profesor y los alumnos se crean lo que dice el libro de texto. Tal cosa, además, ayuda a los alumnos a obtener buenas notas en selectividad.
Comencé a tener problemas de conciencia con Platón. Al releer sus diálogos comprendía lo mal que lo entendía. No está nada claro, por ejemplo, qué era para él la teoría de las ideas. ¿Tenía, acaso, una teoría sobre las ideas? Lo de la reminiscencia es claramente un mito y el alma parece totalmente sometida al tiempo. Por no saber, no sabemos ni quién pueda ser en los diálogos el portavoz del platonismo. Si contestamos que tal papel le correspondía al irónico Sócrates, nos meteremos en un considerable lío, pues ¿qué tipo de filósofo puede elegir como protavoz de sus ideas a un irónico? De esta manera, cada vez que tenía que hablar de Platón, me preocupaba pensar que el viejo filósofo se estaría retorciendo de desesperación los huesos al oirme.
Si hablar de Platón con conocimiento de causa es difícil, intentar explicar a Nietzsche es, claramente, una indecencia.
¿Cómo demonios nos atrevemos a convertir el pensamiento de Nietzsche en lecciones de las que hay que examinar a adolescentes aprendices de demócratas? Nietzsche sí que se retorcerá de desesperación en su tumba cada vez que se entera de que un adolescente ha obtenido un notable en Zaratustra o que ha suspendido por no saber explicar el eterno retorno o la voluntad de poder. ¿Alguien en su sano juicio puede creer que es posible hacer inteligible el terremoto nietzscheano a una clase de adolescentes? Más aún: ¿Alguien en su sano juicio cree que de ser posible tal cosa, no debería evitarse?
Me costó entender que si me resultaba imposible explicar a Platón y a Nietzsche es que algo tenían en común. Pero una vez nacida la sospecha, no me fue difícil ver hasta qué punto la voluntad de poder jugaba en Nietzsche un papel muy semejante al de Eros en el platonismo. Al ver esto, tuve que dejar la enseñanza media. En caso contrario mis alumnos hubiesen suspendido, todos, la selectividad.
Comencé a tener problemas de conciencia con Platón. Al releer sus diálogos comprendía lo mal que lo entendía. No está nada claro, por ejemplo, qué era para él la teoría de las ideas. ¿Tenía, acaso, una teoría sobre las ideas? Lo de la reminiscencia es claramente un mito y el alma parece totalmente sometida al tiempo. Por no saber, no sabemos ni quién pueda ser en los diálogos el portavoz del platonismo. Si contestamos que tal papel le correspondía al irónico Sócrates, nos meteremos en un considerable lío, pues ¿qué tipo de filósofo puede elegir como protavoz de sus ideas a un irónico? De esta manera, cada vez que tenía que hablar de Platón, me preocupaba pensar que el viejo filósofo se estaría retorciendo de desesperación los huesos al oirme.
Si hablar de Platón con conocimiento de causa es difícil, intentar explicar a Nietzsche es, claramente, una indecencia.
¿Cómo demonios nos atrevemos a convertir el pensamiento de Nietzsche en lecciones de las que hay que examinar a adolescentes aprendices de demócratas? Nietzsche sí que se retorcerá de desesperación en su tumba cada vez que se entera de que un adolescente ha obtenido un notable en Zaratustra o que ha suspendido por no saber explicar el eterno retorno o la voluntad de poder. ¿Alguien en su sano juicio puede creer que es posible hacer inteligible el terremoto nietzscheano a una clase de adolescentes? Más aún: ¿Alguien en su sano juicio cree que de ser posible tal cosa, no debería evitarse?
Me costó entender que si me resultaba imposible explicar a Platón y a Nietzsche es que algo tenían en común. Pero una vez nacida la sospecha, no me fue difícil ver hasta qué punto la voluntad de poder jugaba en Nietzsche un papel muy semejante al de Eros en el platonismo. Al ver esto, tuve que dejar la enseñanza media. En caso contrario mis alumnos hubiesen suspendido, todos, la selectividad.
Y si la teoría de las ideas no fuese de Platón, ¿de quién podría ser?
ResponderEliminarA la identificación del Eros con la voluntad de poder yo también llegué, señor Luri, después de pasarme una tarde de sábado mordiéndome los nudillos (cuando mis neuronas funcionaban). Leía El banquete, y tenía 21 años.
ResponderEliminarL. de A.
Mmmmm ¡qué apetitoso! Pero hoy es sábado, Don Gregorio, y hay que salir. Digamos de momento que lo primero es librarse de la losa de las tradiciones hermenéuticas y de las malas traducciones. Sobre lo de si hay que saber mucho o poco, he oído a Ramón Valls explicar Hegel a adolescentes y era riguroso y comprensible.
ResponderEliminarTumbaíuto: De la manualística neoplatónica, que fue abundante.
ResponderEliminarPlatón, de hecho, se mofa de los que llama "los amigos de las ideas". Y recuerde usted el Parménides o los diferentes ensayos de Platón por articular una teoría sobre los primeros principios.
Dios del Universo: Ya ve usted, a mi me costó veinte años más. Efectivamente, en el Banquete está la clave.
ResponderEliminarJordi: Me he limitado a hablar de Platón y de Nietzsche porque son autores "de selectividad". Con los que no entran en selectividad se puede filosofar, claro que sí.
ResponderEliminarTumbaíto: No me tome a mal lo de Tumbaiuto, que es que escribo más rápido de lo que debería.
ResponderEliminarNo hay teorías de manual.
ResponderEliminarTumbaíto: Eso no se lo dice usted en la cara a Epicteto.
ResponderEliminarAllá por el siglo V de nuestra era, es decir, casi mil años después de Platón, se escribieron unos "Prolegómenos a la filosofía de Platón". Le sorprendería a usted comprobar cuánto se parecen nuestros libros de texto a este texto, pero que poco se parecen estos Prolegómenos a los diálogos de Platón.
Piense, don Gregorio, que los antiguos no creyeron necesarios los diálogos aristotélicos para entender a Aristóteles.
ResponderEliminarEn los manuales por supuesto hay teorías; lo malo de manuales es que suelen creer demasiado en las teorías que sostienen.
ResponderEliminarMuchísimas veces las teorías alcanzan una mejor expresión en el manual que en la obra del "descubridor"; eso en física es muy evidede, por ejemplo, ¿quién cree que la teoría de la relatividad está mejor desarrollada en la obra de Einstein que en las obras de los físicos "grises"?
En los últimos tiempos, dos fuentes, entre otras, intentaron hacer creíble que Platón hubiera pergeñado algo así como una "teoría de las Ideas" (esto es, una "mirada de las Visiones"). En primer lugar, Sir David Ross, y en segundo lugar, el antiguo temario de oposiciones (y el programa consecuente) para agregado de Filosofía en Bachillerato que, urdido en las catacumbas de Sergio Rábade (más pulcras que muchas de los neofariseos actuales), obligaba a recitar la pamema de los "dos mundos". En Francia debió de ocurrir otro tanto, porque Alain Badiou, en el "Breve ensayo de Ontología transitoria", denuncia la lectura simplista de la ontología de Platón (leída a veces en clave de "platonismo" nietzscheano) como origen de las miopías y las mentecateces. O sea, como imposibilidad fáctica del mínimo pensamiento filosófico con sentido.
ResponderEliminarTumbaíto: Yo, que soy más antiguo que usted, no estoy tan seguro sobre la actitud de los antiguos con los diálogos aristotélicos. El testimonio de Cicerón confirma que, al menos, los admiraron y el de los neoplatónicos sugiere que no veían ninguna oposición entre Aristóteles y Platón, quizás, por la consideración de los diálogos de ambos.
ResponderEliminarLa didáctica, efectivamente, siempre impone una reducción jibarizante de los contenidos.
Desde la caverna: La historia del manual de filosofía moderno ayuda a explicar muchas cosas. En Europa hay dos tradiciones claramente diferenciadas, la de Grote en Gran Bretaña y la de Zeller en Alemania. Son dos tradiciones completamente distintas que elaboran dos imágenes diversas de los griegos y, especialmente, de la sofística y de Platón. En el continente se impuso la de Zeller (Die Philosophie der Griechen in ihrer geschichtlichen Entwicklung, 1ª ed. en 3 vol. Leipzig, 1844-1852).
ResponderEliminarEl Platón de los británicos está en el origen del utilitarismo y de la tradición historiográfica que conduce hasta Finley.
El Platón de los alemanes está en el origen del temario que usted cita.
Claro está no todos los británicos ignoraron a Zeller. El caso de Ross es el más claro.
En conclusión: Resulta que el Espíritu hegeliano también vive en los manuales.
Joder Don Gregorio, si usted tiene problemas ¿que podemos esperar?
ResponderEliminarNO NO y NO dificilmente me verá en una afirmación tan categórica.
Enseñe Ud a pensar y que piensen lo que quieran, luego parelamente, enseñesle a pasar la selectividad.
¿pero realmente Ud es consciente de sus afirmaciones? Despues de su exposición, ud que sabe, deberian aprobar a todos los alumnos que les hubiera entrado Platon y Nietsche, pues ¿que podria exhigirle a sus alumnos si el propio maestro tiene dudas?
hola goyo, he de dir com a alumne teva, que a mi em va servir molt tot el que em vas explicar de plató, nietzche potser no el vem aprofundir tant, pero a la selectivitat em va sortir plató, i recordo pensar que havia tingut sort, perque era el que més haviem fet. imagínat si em va servir que em vaig posar a estudiar filosofia, i alla estem encara, intentant entendre algunes cosetes...nietzche sempre m'ha costat, però m'encanta.
ResponderEliminarDon Gregorio, voy copiando lo que me dicta mi chica:
ResponderEliminarSólo podemos transmitirnos significados y estos cuando menos no compartidos, e incompletos. Y aunque así fueran,compartidos completamente, no se corresponderían con la fuente y el modo de uso en el mundo clasico de donde proceden, hablaríamos de otra cosa diferente. Cuando hablamos de "Idea" refiriendonos a Platon, no tenemos ni idea de la forma y el cómo utilizaba Platon el eidos, porque el lodo ha tapado la piedra del río y ya no sabemos qué aristas tiene. Solo hay aproximaciones.
La verdadera filosofia no puede aprenderse con lo dicho por los filósofos reputados, ni en un manual, por muy bueno que sea. Esto no es la fontanería.
Las enseñanzas de los autores tan sólo son orientaciones de como ellos anduvieron el camino. Tan sólo apuntan direcciones a seguir; y te cuentan maravillas de lo que vieron en el camino. Desengañaos, nadie os puede enseñar nada, todo aquello que llegueis a saber lo debereis aprender vosotros solos, con mas o menos ayuda, pero solos, sin dialogo.
Don Gregorio: sucede que a Platón se le ha utilizado siempre para justificar ideologías descaradas. No me voy a ir muy lejos. Consideremos el caso de Hull, y el de muchos de los filósofos de la Ciencia anglosajones, con su intención de destacar las virtudes científicas del aristotelismo frente a la "metafísica" platónica; el caso de la Escolástica franquista, inclinada a convertir a Platón en un antepasado de San Agustín; el caso de una cierta postmodernidad, de raíz nietzscheana, que ubica en Platón la fuente de todos los desmanes anti-imitativos y anti-poéticos; los defensores del dualismo patatero popperiano, que ponen a Platón como oscuro adalid de las sociedades "cerradas"... Al cabo, en la necesidad actual de una vuelta a la lectura de Platón (Deleuze, Badiou, Jean-Luc Nançy) para pensar la ontología nos hemos visto obligados a reconsiderar los textos, a la manera de Guthrie, algo que no siempre ha calado en las Facultades de Filosofía y mucho menos en los temarios de Instituto, casposos donde los haya.
ResponderEliminarEntiendo perfectamente su alejamiento de una actividad docente que acaba siendo sólo una mera excusa para la propagación de tristes doctrinas. Los que seguimos en la brecha lo estamos sufriendo hasta el delirio con el infausto invento de la "Educación para la ciudadanía". Yo estoy pensando poner una boutique o un restaurant de diseny y dedicarme a la enseñanza de la Filosofía entre plato y trapo. ¡Mucho más digno!
Lo he visto como Don Gregorio Bueno, mártir, quedándose en silencio ante la clase, que se maravilla (ni de broma, pero es un decir) de cómo le sobrecogen a usted esos contenidos.
ResponderEliminarBuen fin de semana.
A mí lo que me sorprende de las críticas de los filósofos a la basura filosófica es que no huelan la suya.
ResponderEliminarRuben: Eso es lo que hay. Mejor: eso es lo que había. Más aún: cuanto más ley a Platón más lo entiendo como un test proyectivo. Y de Nietzsche podríamos decir otro tanto.
ResponderEliminarLia: Creo que confirmas mis palabras. Y un consejo: Evita que te encante Nietzsche. Tiene que cabrear. Es una medicina de sabor muy áspero.
ResponderEliminarJuanjo: A mi modo de ver Platón utiliza con sentidos diferentes las expresiones "eidos" e "idea".
ResponderEliminarY sí, la filosofía exige mucho silencio y soledad.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarCaverna: Aunque solo fuera su referencia a "los defensores del dualismo patatero popperiano" tiene usted todo mi reconocimiento.
ResponderEliminarAlgún día se sabrá hasta qué punto Berlin y Popper deben su éxito a la guerra fría y a las campañas de propaganda propias de la época.
Respecto a la sociedad abierta, no hay nada menos comprometido que defenderla en Gran Bretaña.
Portorosa: Más de una vez me he quedado en silencio en clase viendo cómo tenía que forzar a Platón para convertir su filosofía en fórmula de fácil tránsito intestinal.
ResponderEliminarTumbaíto: ¿Y por qué sospecha usted que los grandes filósofos no huelen su propia basura?
ResponderEliminar¿Grandes filósofos?
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarNo me refería a las autoridades sino a los didácticos de instituto (les llamo últimamente didácticos de la misma manera que a las criadas en Suramérica se les llama domésticas).
ResponderEliminarNo use la palabra sistema en vano.
Sí, es un lugar común contraponer filósofo a dogmático; la verdad es que los didácticos de filosofía no son más que dogmáticos irreflexivos; ser irreflexivos les hace sostener dogmas bastante imbéciles.
Lo que más me ha cabreado siempre de los que enseñan filosofía es que parece que siempre se están explicando la lección para ellos mismos.En realidad, los filósofos parece que tienen poca voluntad de ser entendidos en general.O es imposibilidad? lA "Conciencia lingüística o la falta de ella juega malas pasadas. Sólo sabemos aquello que podemos explicar y ustedes se explican y se explican y no acaban de saber. Yo tuve la suerte de tener en la Universidad al profesor J.M Valverde que ya nos previno de los peligros de dedicarse a una carrera como la filosofía; yo nunca me he atrevido a vivir de enseñar algo tan serio. Pero a ustedes no les ha ido nada mal.
ResponderEliminarGracias por sus ánimos (no recuerdo si se las di...).
ResponderEliminarSi quiere que le diga la verdad, yo para selectividad no estudié mucho de los apuntes que mi profesor de filosofía había dado. Está bien, reconozco que ni siquiera les eché un vistazo... Pude escoger entre Platón y Nietzsche. Escogí a este último, del que no sabía nada (me di cuenta de eso el curso pasado), pero de Platón aún sabía menos, y empecé a escribir. Me pusieron un nueve. Misterios de la selectividad.
Por cierto. El otro día me preguntaron si Dios podía crear un helado tan grande que no fuera capaz de acabárselo. Debería haber respondido que ya me ocuparía una vez licenciada. Quizás hasta Dios tenga sus límites. Yo sólo sé que no lo sé.
Un saludo,
Anna
En cuanto a la didáctica... Ay... ahora me duele mi manera de explicar filosofía a mis hermanos... últimamente, no hago más que intentar deshacer desesperadamente el "garbuix" (no se me ocurre equivalencia en castellano) de conocimientos de filosofía con el cual llegan a casa y desear echar mal de ojo al profesor de filosofía del instituto. Yo también tengo mi propio lío de conocimientos desenfocados de filosofía pero, a falta de poder enseñar toda la filosofía que uno querría poder enseñar, uno puede simplificar y ser mínimamente didáctico. Nunca he soportado a aquel profesor.
ResponderEliminarBueno, puede que yo también acabe ganándome la vida destrozando mentes adolescentes. Quién sabe.
¿que el Eros de Platón, es la voluntad de poder en Nietzsche?
ResponderEliminar"Quien no sólo comprende la palabra «dionisiaco», sino que se comprende a sí mismo en ella, no necesita ninguna refutación de Platón, o del cristianismo, o de Schopenhauer , huele la putrefacción." Nietzsche, Ecce Homo.
"¡Con estas dos ideas había
saltado yo muy alto por encima de la lamentable charlatanería, propia de mentecatos, sobre optimismo contra pesimismo! Yo fui el primero en ver la auténtica antítesis: el instinto degenerativo, que se vuelve
contra la vida con subterránea avidez de venganza ( el cristianismo, la filosofia de Schopenhauer, en cierto
sentido ya la filosofía de Platón, el idealismo entero, como formas típicas), y una fórmula de la afirmación suprema, nacida de la abundancia, de la sobreabundancia, un decir sí sin reservas aun al sufrimiento, aun a la culpa misma, aun a todo lo problemático y extraño de la existencia." Ecce Homo.
Enrri:
ResponderEliminarLa voluntad de poder es el medio de soportar la idea del eterno retorno y, por lo tanto, lo que justifica la muerte de Dios. Es el hecho primero, el primer texto y la primera interpretación. Es el fundamento de todas las categorías, una tesis que no metaforiza, que describe lo esencial del ser y que, por lo tanto, es una tesis metafísica y, como tal, ha de ser afirmada incondicionalmente. Heidegger tiene toda la razón cuando le reprocha a Nietzsche ser el último metafísico. ¡Y tanto que lo es!
En este sentido, si la voluntad de poder es el soporte de toda verdad, puede ser interpretada como una teodicea no teísta, que legitima la supremacía de la naturaleza sobre la historia.
¿No le parece que hay aquí suficiente "platonismo"?
Drac: Le agradezco su presencia por este café. Un consejo: No les haga descreer a sus hermanos en su profesor de filosofía... al menos hasta que aprueben la asignatura.
ResponderEliminarSí y no. Depende de lo que se entienda por "suficiente".
ResponderEliminarSolo puedo estar de acuerdo con su tesis,bajo la condición lingüística de que se incluya en su frase el término "invertido":
¿No le parece que hay aquí suficiente "platonismo"+invertido?
Que es la condición filosófica siguiente: "toda inversión de la filosofía platónica y socrática es como tal, una metafísica".
En términos matemáticos vendría a ser esto: Si "x" es platonismo, ¿hay suficiente platonismo en 1/x?
Pero aún así planteado, hay una cosa que no me gusta: que el erotico Sócrates se equipare al dionisíaco Zaratustra. Con eso no comulgo.
Querido Enrri: Pues aquí está la raiz de nuestras divergencias:
ResponderEliminar1. No, yo no hablo de platonismo invertido, sino pura y simplemente de platonismo.
2. ¡Pero si Zaratustra está continuamente socratizando!
Dígaselo usted, eso a la cara a Nietzsche, a ver ….
ResponderEliminarZaratustra, ¿quién es Zaratrusta? O ¿Quiénes son todos los Zaratustra? ¿Cuántos Zaratrusta hay?
1.-Zaratustra es un lama tibetano despistado que emigró a las orillas del Rhin.
2.- Zaratustra es un griego pre-socrático que ha viajado en el tiempo hasta la época de Nietzsche.
3.- Zaratustra es un artesano que desenrolla alambres de tiempo.
4.- Zaratustra es un sátiro dionisiaco que baila en círculos alrededor de Pan, con una pandereta en las manos.
¿Quién es Zaratustra? Ni el propio Nietzsche, lo sabe.
¿Y quién es Sócrates? Nadie lo sabe, tampoco.
Sócrates bebe como un griego sabio, es el último que abandona el banquete y lo hace por su propio pie sin tambalearse. Nietzsche no bebe ni una gota de vino, aún siendo su criatura dionisíaca: Zaratustra
Lo que sí está claro, es que Sócrates ni es un lama despistado (a no ser por la creencia griega en la reencarnación de las almas), ni es pre-socrático (anterior a él mismo), ni desenrolla alambres de tiempo (pues su tiempo es cíclico, a diferente del tiempo de la tragedia griega presocrática), ni Sócrates adora a Dionisos.
Sócrates, es un viejo socarrón que no adora ni alaba a Dionisos, sino que precisamente alaba a Eros. Sabe usted bien que a Aphrodité, la madre, le hacen dos hijos en el Simposio: uno llamado Dioniso, y el otro Eros. Esa es la inversión: Dioniso no es Eros.
Uno, es el Eros pandemios y el otro es el Eros Uranios. El Eros pandemios es el Eros (creo yo) llamado Dionisos, el Eros Nietzscheano.
Otro dato interesante, en el simposio, se dice que el Eros uranios, es lo contrario que Orpheo. Pues Orpheo no da la vida por nadie, sino que baja al Hades como vivo. Y es curioso observar como el mismo Nietzsche (creo que es en El Nacimiento de la Tragedia) califica al propio Sócrates de Orpheo.
Pero...nos estamos alejando de la filosofía para hablar de Orpheos y Dionisos..y Zaratustras.
A mi modo de ver, el eros fue como Platón se apropio de la voluntad de poder, de la de Alkibiades, de Callicles y de cuantos otros más! Pero Gregorio, no debería desesperar, usted más que nadie sabe que a cada uno según lo que le corresponde.
ResponderEliminarMal podría haber una inversión de Platón cuando la opuesto de la nada no es el todo!!!, por otro lado sería la inversión de la inversión realizada por Platón!!!
Hay que saber decir que si pero sobre todo aprender a decir no, esto es lo más difícil, yo tengo mis serias dudas de que Platón le haya dicho no a alguna cosa.
Le paso un dato que seguramente ya tiene, en archive.org puede encontrar los cursos de Boom sobre Platón. Como no podía ser de otra manera, el primero empieza preguntándose si Sócrates es o no culpable!!!
Es curioso que muchas de las autoridades no fueran más que "didácticos de instituto", o sea, siguiendo la terminología al uso sudamericano, "domésticas de instituto". Claro, la diferencia estriba en que quién le tosía a Hegel cuando oficiaba de rector doméstico del Gimnasium de Nüremberg (¿quién le tosería incluso ahora?). Lejos de eso, han quedado los profesores de instituto, después de un buen trabajo por parte de nuestras autoridades educativas, hechos unos zorros, unas chachas didácticas ("chacha" mucho mejor que "doméstica"; es mucho más insultante, y más cañí). Al final resulta que la chacha que les explicaba con todas sus dudas a Platón (o a cualquier otro), importándole un carajo la nota de Selectividad, quizás lograse un pequeño instante de lucidez, y tal vez, a lo tonto, hasta una buena nota de las autoridades administrativas. Y si uno había logrado captar la esencia profunda de las chachas, se regocijase, como Nietzsche así lo hiciera, con el "pobre chica, la que tiene que servir...", y se deleitase, como Nietzsche, con lo de "yo soy el rata primero, y yo el segundo, y yo el tercero..." Cito: "Querido amigo: notable ampliación del concepto "operette". Opereta española. La Gran Vía, escuchada dos veces -fundamental obra de moda en Madrid. Simplemente, no puede importarse: para ello hay que ser un pícaro y un endemoniado de tipo instintivo -y, además, solemne... Un terceto de tres solemnes, viejos y gigantescos canallas es lo más fuerte que he visto y oído -incluso como música: genial, no puede clasificarse en ningún lugar..." (Nietzsche, F., Carta a Peter Gast del 16 de diciembre de 1888). Don Gregorio, "didáctica versus filosofía" es la diatriba filosófica más vieja, y más canalla. Claro que, para entenderla, hay que ponerse el mandil de chacha (o de "doméstica" sudamericana, como se quiera). Los señoritos, es que ni se enteran de esto. Pero, oye, petulantes sí que son. Como el estúpido de Alcibíades.
ResponderEliminarEnrri: A mi modo de ver, lo relevante es si la voluntad de poder es o no una tesis metafísica y, por lo tanto, si es el texto, y no una interpretación. De la respuesta a esta pregunta depende la interpretación de Nietzsche.
ResponderEliminarNo se equivoque con Dionisos. Nietzsche sabe perfectamente que Dionisos no puede vivir sin Apolo. Y lo dice explícitamente.
He estado buscando el lugar exacto en el que el propio Nietzsche se sorprende de cuanto socratiza su Zaratustra. No he logrado dar con él. Pero lo haré.
Aro: Gracias. No hace falta que le diga nada más ¿verdad?
ResponderEliminarDesde la caverna: Antes he hablado de la manualística de Zeller. Pues bien, no hay duda de una cosa: El Platón de Nietzsche (al menos del primer Nietzsche) es, básicamente, el de Zeller.
ResponderEliminarEn "Historia de la Filosofía Griega", Zeller (más hegeliano de lo que Nietzsche sospecha) apeló al helenismo "presocrático". Pero "presocrático" significaba básicamente "prefilosófico", pues los pensadores del mundo arcaico se fundían ahora con la gran poesía y la gran música de su época para formar el cuadro de la "era trágica" de los griegos. La influencia de esta concepción en el joven Nietzsche se muestra en "Die Philosophie im tragischen Zeitalter der Griechen".
La "época trágica de los griegos" es un invento de Hegel y Schopenhauer, que en esto estaban de acuerdo. Jaeger vio que por este camino Nietzsche había llegado al pensamiento de Empédocles, que hacía de "Amor" y "Discordia" las fuerzas dominantes de la naturaleza.
Sigo en busca de la confesión de sorpresa de Nietzsche respecto a lo mucho que Zaratustra socratiza, pero por el camino, he recuperado alguna joya relevante.
ResponderEliminarAl final de la redacción originaria de "El nacimiento de la tragedia", Nietzsche reconoce que en ciertos aspectos podemos estar también agradecidos a Sócrates,pues representa un “viraje y un torbellino’ en la historia universal.
En las notas del verano de 1875 Nietzsche escribe: “He de confesar que me siento tan cerca de Sócrates que casi siempre estoy en lucha con él”
En los apuntes en torno a 1875 y en otros posteriores, Nietzsche se exhorta a sí mismo a no "ser injusto con el saber". Y es en este contexto donde realiza un nuevo enjuiciamiento de Sócrates, al que ve (como ya había insinuado en el final de "El nacimiento...") como representante de la curiosidad teórica. Si ahora lo critica es por no haber guiado con suficiente radicalidad su voluntad de saber.
En mi opinión es exactamente esta la crítica que Platón le dirige a Sócrates.
Estimado cavernícola,
ResponderEliminarDice usted:
"Lejos de eso, han quedado los profesores de instituto, después de un buen trabajo por parte de nuestras autoridades educativas, hechos unos zorros, unas chachas didácticas ("chacha" mucho mejor que "doméstica"; es mucho más insultante, y más cañí)".
No muy señor mío; se lo intentaré explicar: hace cincuenta años un muchacho que iba a la escuela no sabía absolútamente nada (si no aceptamos apedrear pájaros como conocimiento), conque el profesor era alguien "excelso". Pero tenga en cuenta algo, "en relación con".
No hace falta que los "malvados" hagan nada para que el nivel de los "didácticos" sea una vergüenza nacional. La estupidez didáctica se basta y se sobra. ¿Sabe cuál es la asignatura más difícil de magisterio en la universidad autónoma de Barcelona? Papiroflexia.
Creo que Hegel es un fantástico ejemplo de la clase de filosofía que necesitan los didácticos para no parecer retrasados mentales. ¡Ah, sí! En relación con quién le ha tosido al que veía el espíritu de la historia, todos los analíticos.
La edición de los Principia Mathematica puede ser considerada como un "vade retro, Satana". El problema de los analíticos es que su causa es algo así como intentar convencer a un consumidor de hongos alucinógenos en plena alucinación de que los duendes no existen.
Por cierto, debería reconsiderar a Alcibíades (era brillante, ¿sabe?). Pero bueno... Este penúltimo seducido por Alcibíades le admite que si para no ser estúpido hay que ser visionario de duendes, espiritus objetivos, y demás entidades pseudo-angélicas, servidor es muy muy estúpido y los didácticos de institutos unos genios.
Nunca había caído en lo mucho que se parece la estrategia de los drogadictos para captar a compañeros de chute con la de los didácticos filosóficos.
ResponderEliminarDos ejemplos de la proverbial facilidad de Tumbaíto para hacer amigos.
ResponderEliminarQuerido Tumbaíto,
ResponderEliminarse lo voy a decir como lo solemos decir los sureuropeos: la perra gorda pa usté.
Estimado Cavernícola,
ResponderEliminarNo de lo que no tiene. Después le darán ganas de robarla.
Yo a lo mío.
ResponderEliminarNietzsche al final de Ecce homo:
¡El concepto «Dios», inventado como concepto antitético de la vida en ese concepto,
concentrado en horrorosa unidad todo lo nocivo, envenenador, difamador, la entera hostilidad a muerte contra la vida! ¡El concepto «más allá», «mundo verdadero», inventado para desvalorizar el único mundo que existe para no dejar a nuestra realidad terrenal ninguna meta, ninguna razón, ninguna tarea! ¡El concepto «alma», «espíritu», y por fin incluso «alma inmortal», inventado para despreciar el cuerpo, para hacerlo enfermar –hacerlo «santo»–, para contraponer una ligereza horripilante a todas las cosas que merecen seriedad en la vida, a las cuestiones de alimentación, vivienda, dieta espiritual, tratamiento de los enfermos, limpieza, clima! ¡En lugar de la salud, la «salvación del alma» es decir, una folie circulaire [locura circular] entre convulsiones de penitencia e histerias de redención!
Si estas palabras sobre la "inmanencia de la vida" de Nietzsche, no son "la inversión del Eros" como fuerza que impulsa al alma humana a ser partícipe de la inmortalidad de los dioses (en palabras de Mantinea por boca de Sócrates en el Symposio) y convertirse así en un "alma trascendente"...yo desisto de filosofar.
Enrri: Por el camino que usted elige podríamos estar lanzándonos textículos (con "x") de Nietzsche sin parar durante horas. Y ese camino no creo que nos condujese a ningún sitio.
ResponderEliminarYo me quedo con el Nietzsche que reivindica el alma (contra el sujeto moderno) y la religión (contra los que sacrifican a Dios "para adorar la piedra, la estupidez, la fuerza de gravedad, el destino, la nada"). Es decir con el Nietzsche de "Más allá del bien y del mal.
Nuestras diferentes opciones nos muestran dos filósofos diferentes y, se lo aseguro, yo no pienso desistir porque mi opción no coincida con la suya.
Un cordial saludo.
Estimado Enrri, pero si es como usted dice, acaso el propio Platón no lo pudo pensar, siquiera como posibilidad. Yo prefiero creer que a veces, la razón, nos compele a tomar caminos que si albergamos un mínimo de salud, no se lo desearíamos ni a nuestros más acérrimos adversarios.
ResponderEliminarSeñor Aro,le diré lo que pienso, en contra de lo que el propio Nietzsche pensaba.(cita anterior)
ResponderEliminarHay más histeria en la salud de un cuerpo que en salvación de una alma.
NO MAME, ESO ME GUSTOOOOOOOOOOOOOOOOOOO,,, MAS ALLA DEL DESPRECIO A LAS MASAS Y LA MISOGINIA COMICA,,, OH, OOOOOOOOOOOOOOOOOOH
ResponderEliminarMMM,,, LEI LOS COMENTARIOS,,, ESTO ES EL NIRVANA
ResponderEliminarEnrri, dígaselo a Sócrates, que perdía la razón viendo desnudo a un joven como Charmides cuanto todavía ni había empezado a desnudarle el alma
ResponderEliminarEl principal problema que me he encontrado en esta andaduras por el mundo de Sofía, especialmente, en las clásicas, es la cuestión de las traducciones. Es increíble cuántas diferencias se hallan entre las traducciones vigentes, aceptadas, y pontificadas, y las que uno mismo puede verificar al leer las fuentes primarias, especialmente al trabajar con los diferentes códices y MSS. Las diferencias van desde lo más sutil hasta lo más violento y grosero, donde prácticamente no existe relación alguna entre lo que lees, directamente, en el viejo códice o papiro, y lo que habías leído toda tu vida en las traducciones de los tiempos modernos. Sinceramente, a veces pienso que podríamos haber estado perdiendo el tiempo inútilmente en eternos debates filosóficos cuando ni siquiera existe una sola traducción que sea lo verdaderamente (o suficiente) fidedigna para poder pontificar sobre que dijo o que no dijo (lo que se traduce en qué pensó) Platón o Aristóteles, o cualquier otro filósofo clásico.
ResponderEliminarSaludos cordiales,
Georgeos
www.GeorgeosDiazMontexano.com
Georgeos: ¡Totalmente de acuerdo! Podríamos poner miles de ejemplos. No tenemos ni una prueba de que Safo fuera lesbiana; no tenemos ningún fundamento para saber cómo representar la famosa parábola de la línea de la República de Platón, el poema de Parménides se puede traducir de maneras bien diferentes...
ResponderEliminaryo siendo estudiante de educacion secundaria, pienso que enseñar filosofía es algo muy dificil, puesto que la manera de ver el mundo es muy distinta en cada persona, enseñar lo que alguien quiere transmitir es demasiado dificil, por ejemplo: si quiero describir mi sensaciona actual, me seria complicado, ya que el lenguaje esta formulado a base de contrapocisiones y explicar una sensacion o conocimiento es muy complicado. Yo pienso que el trabajo en filosofia puede ser mas simple, y que si alguien tiene interes en alguna idea o filosofo, puede meditarla y buscarla el mismo. porque hasta de un refran muy simple o un basico cuento, se pueden sacar muchas enseñanzas
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarReleo:
ResponderEliminar"La voluntad de poder es el medio de soportar la idea del eterno retorno y, por lo tanto, lo que justifica la muerte de Dios."
No creo sinceramente que "la voluntad de poder sea el medio de soportar el eterno retorno" primero porque la volunta de poder es una voluntad-de-querer. Por lo tanto, no es que la voluntad sirva al soportor un eterno-retorno, es que la Voluntad es el sujeto de ese eterno-retorno. La Voluntad del sujeto es la que se impone el eterno-retorno, la que lo inventa, la que lo crea...No hay eterno-retorno sino es pensado por la Voluntad.
Segundo: Si el eterno-retorno es "inventado" por la Voluntad-de-poder, que es en realidad una voluntad-de-querer o lo que es lo mismo: el poder-de-la-voluntad; entonces el "eterno retorno" no tiene nada que ver con la physis, ni con el mundo físico, sino con una propuesta de la voluntad por pensar el tiempo así, de forma que pueda eliminarse la "mirada-hacia-atrás" del re-sentimiento y de la culpa. El eterno-retorno es el que sirve a la voluntad para actuar de tal modo que no sea necesario la culpa. La voluntad de poder actuará "como-si" su acción moral fuera a retornar repetidamente. Este mecanismo del tiempo, le sirve a Nietzsche para eludir y desintegrar el tiempo como Cronos. Pues el tiempo-como cronos es el tiempo que en tanto condición de posiblidad habilitaba la factultad del mirar-atrás y arrepentirse y también el miedo-al-castigo futuro. Nietzsche se inventa este mecanismo de eterno-retorno para destrozar la linealidad del tiempo que estaba asociada a una conducta moral fundada alrededor de la culpa (presente), el resentemiento (pasado) y el castigo (futuro).
El fundamento es el poder-de-la-voluntad de un sujeto que se impone una temporalidad cíclica para así poder obrar moralmente de forma que su acción sea in-juzgable.
No hay platonismo por ningun lado, a no ser que sea para cargarse la dualidad de "lo bueno" y "lo malo" y por el contrariosometer la bondad de las cosas o de las acciones al propio eterno retorno.El Eidos se subordina a la Voluntad del Sujeto, en tanto voluntad de eterno retorno.
El eterno retorno no es la Physis, sino todo lo contrario: la Moral. Pero ahí está la grandeza de Nietzsche, que concilia la ciclidad de la Physis con la ciclicidad de la Moral voluntaria.
Por eso, el retoño dionisos como brote-yema es el símbolo de la renovación perpétua de la physis, del mismo modo que el niño es simboliza el retoño de la moral, en tanto afirmación del Ciclo repetitivo del eterno-retorno.
Releo:
"Es el hecho primero, el primer texto y la primera interpretación. Es el fundamento de todas las categorías, una tesis que no metaforiza, que describe lo esencial del ser y que, por lo tanto, es una tesis metafísica y, como tal, ha de ser afirmada incondicionalmente. Heidegger tiene toda la razón cuando le reprocha a Nietzsche ser el último metafísico. ¡Y tanto que lo es!"
Si es el último metafísico. Un metafísico contra la dialéctica hegeliana del tiempo cronológico, cuyo eterno retorno, en tanto objeto-de la voluntad no es un verdad absoluta sino una verdad escogida subjetivamente.Estamos ante las puertas de salida del templo de un logos metafísico. Aunque Nietzsche es el último en salir.
Cada vez más resulta interesante esta lucha entre lo que dijo o lo que se cree que dijo cierto personaje en su tiempo histórico. Y según yo, era el único con este eterno problema....
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