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sábado, 31 de mayo de 2008

Sofia, presente y pasado



Por si no lo conocéis, este que continua, impasible el ademán, señalando el futuro, es el camarada Vladimir Ilich. Pero se ha equivocado de norte, tal como puede verse en la primera imagen.

viernes, 30 de mayo de 2008

Huellas hispanas

Ayer en el parking del aeropuerto de Sofia pude comprobar que no era el único español que pisaba estas tierras. Aquí tenéis el documento que lo confirma. No puedo decir que me emocionara como se emocionaba Concha Piquer al oír un pasodoble en Nueva York.

Hoy sí que me he emocionado en la sinagoga de Sofia al hablar ladino con un sefardita (es decir, él hablaba ladino y yo lo que se estila por España estos últimos siglos). Era como hablar, qué se yo, con Fernando de Rojas (es un decir). Me ha regalado un CD con "canciones sepharadicas" titulado "Alta, alta es la luna" que tienen letras como esta:
"Morena me llaman,
yo blanca nací,
de pasear galana
mi color perdí"
Me he vuelto a encontrar con lo hispano al dar de bruces con una carnicería ("Carnicería Fernández", escrito con caracteres cirílicos, obviamente) en el mercado de Sofía). La foto no tiene muy buena calidad, pero es que he tenido que hacerla a hurtadillas.

jueves, 29 de mayo de 2008

On the road II


Este post va dedicado en primer lugar a los dioses tracios, por haber protegido a quienes tantas satisfacciones me están dando; y después a la raquía, bebida capaz de hacerte mantener una amena conversación con la cabeza cortada de Orfeo; a la shopska salata, porque es la única ensalada del mundo que se come acompañada de generosos tragos de aguardiente; a las noches de los Balcanes, que concentran todas las maravillas estelares; a la phiale mesónfala del tesoro de Panagurishte, por tener este nombre; a Phlegón el paradoxógrafo, por quien sabemos que Polícrito, convertido en fantasma, devoró a su hijo, dejando sólo la cabeza, que los conciudadanos del finado expusieron en el mercado por su poder oracular. Y claro, va dedicado a Zlatina Rousseva, directora de cine, que es capaz de ponerme delante de una cámara y conseguir que la cosa funcione, y a un ser sobresaliente, Louisa Loukopoulou, una mujer sabia, muy sabia, que los dioses tracios, confirmando su generosidad, han puesto en mi camino. Louisa es investigadora del Instituto de Antigüedades Griegas y Romanas de Atenas, lo sabe todo del mundo griego y maneja al dedillo cualquier cosa que pueda saberse de las colonias griegas del Mar Negro y del Egeo tracio.

Y también me lo dedico a mi mismo, porque voy a coger ahora mismo la cama con voracidad y no voy a parar de dormir hasta templarme.

On the road

Ladera sur de los Balcanes. Shipka.

Ladera de los Balcanes (o Stara Planina), desde el encantador pueblecito de Shipka.

El valle de Kazanluk. Túmulos funerarios tracios.

Camino a Starosel

Entrando en la tumba tracia de Starosel

Sigo en ruta.

sábado, 24 de mayo de 2008

Adios, me voy a Starosel

Me voy a la tumba tracia de Starosel, en Bulgaria. Ya os contaré a la vuelta.

¿Cuánto cuesta la entrada libre?

Un amigo profesor de primaria me ha enseñado una prueba que pretende medir las “competencias básicas” de los niños de nueve y diez años y que incluye entre sus preguntas un texto sobre una exposición que especifica quién es el artista protagonista, el lugar de la misma, el horario de visitas, etc. De manera muy clara, en mayúsculas, se dice también que la “ENTRADA ES LIBRE”. A continuación el alumno debe responder varias cuestiones que supuestamente evalúan su comprensión lectura, entre las que se encuentra la siguiente: “¿Cuánto cuesta la entrada?” Quitando algún despistado que ha contestado “3 euros” por vete a saber qué razones, la mayoría ha escrito “nada”, “es libre” o algo semejante. Quien responde así ha dado la respuesta que el corrector considera correcta, pero quien responde, como hace un niño que “en este mundo nada es gratis”, ¿está dando una respuesta incorrecta? ¿Cómo hay que evaluarlo?

Estas son las respuestas que en lugar de evaluar al niño evalúan a la escuela.

viernes, 23 de mayo de 2008

Un calzoncillo en una sala de arte


Si uno va, por razones tan obvias como urgente, a un váter de una sala de arte y al abrir la puerta se encuentra con un calzoncillo en el suelo, ¿cuál debe ser su reacción? Se supone que una persona educada es capaz de interponer un espacio de reflexión entre el impulso inmediato y el gesto. Y si se encuentra un calzoncillo en el suelo de un váter de una sala de exposiciones de fama mundial, la reflexión es imprescindible.

En estas cosas conviene comportarse de la manera más prudente, no vaya uno a pasar por palurdo.

Así que ya me veis, con la puerta abierta, las piernas entrecruzadas y meditando."¡Alto ahí! ¡Esto puede no ser lo que parece, sino una instalación". Ya sabéis que el arte es muy, muy platónico. Acababa de pasearme perplejo por un par de exposiciones y aún llevaba el ánimo confundido. "Piensa -me dije- que la famosa fuente de Duchamp es una obra de arte y que tu admirado Manzoni insistía en que es arte todo lo que lleva la firma de un artista".


No me apetecía verificar si el calzoncillo llevaba o no firma, más que nada por miedo a encontrarla. Menos mal que me arrancó de las cavilaciones estéticas la urgencia corporal, porque el cuerpo tiene razones que ni la razón ni la sensibilidad estética ni la compostura ritual entienden. Hice un par de fotos para dejar constancia del hecho para la posterioridad y abrí intrigado otra puerta. Para mi alivio sólo me encontré con un váter.

¡Qué reconfortante es encontrarse con lo obvio en una sala de exposiciones!

jueves, 22 de mayo de 2008

Progresando en los laberintos

I

El filósofo marxista griego Kostas Axelos fue un gran amigo de Deleuze hasta el 28 de abril de 1972, fecha en que le dirigió a través de Le Monde sus “Sept questions à un philosophe”. En aquel momento Deleuze estaba en la cumbre de su fama filosófica. En su “acmé”, que dirían los griegos.

II

“Honorable profesor francés, buen marido, padre excelente de dos niños encantadores, amigo fiel, progresista exigente de reformas profundas en todos los dominios donde imperan la explotación y la opresión... ¿preferirías que tus alumnos y tus hijos siguieran en la ‘vida efectiva’ el ejemplo de tu vida o, por ejemplo, el de Artaud?”.

La relación entre Deleuze y Axelos cambio radicalmente a partir de esta fecha. Ya no se volverían a ver cara a cara. Aunque se telefoneaban de vez en cuando, algo se había roto que era imposible de reparar.

III

¿Podía Deleuze preferir que alguien se pareciese a él? Recordemos que se suicidó saltando al vacío desde su apartamento de la Avenida Niel, en el distrito XVII de París.

IV

Su suicidio se suma a los de Guy Debord y Nikos Poulantzas; a la muerte de Althusser, ingresado en un psiquiátrico tras haber asesinado a su esposa, a la muerte de Foucault.

V

Yasmira Reza, en “El trineo de Shopenhauer” piensa en la generación formada por estos maestros suicidas. “Nos dejamos embaucar por los maestros, hacemos progresos en los laberintos creyendo que se trata de la felicidad del espíritu, hasta el día en que de repente nada se sostiene”.

Primavera en Marte


miércoles, 21 de mayo de 2008

Cuando el diablo se aburre...


Demà, dijous 22 s'inauguren al CCIB - Centre Convencions Internacional de Barcelona les 11es Jornades Catalanes d'Informació i Documentació, sota el lema "Experiència i Innovació" representen l'espai d'intercanvi i d'aprenentatge que reunirà més de 500 professionals de biblioteques, centres de documentació, serveis d'informació de l'empresa i de l'administració.


Permeteume que us cridi l'atenció sobre un esdeveniment memorable que tindrà lloc de 12 a 13,30, a la sala 122:

DIÀLEG A TRES BANDES
Serveis a la carta: la biblioteca a mida

Aquest inici de segle les biblioteques s'estan redefinint i posicionant-se com a biblioteques a mida dels usuaris. Ho veuen igual els usuaris que els planificadors? Les dificultats són econòmiques, tècniques, professionals... o de coneixement i comunicació?.

Participen:

  • Gregorio Luri (Filòsof)
  • Jordi Permanyer (Gerent del Servei de Biblioteques de la Diputació de Barcelona)

Conductora:
Adela d'Alòs-Moner (Sòcia-consultora de Doc6)

Comte-Sponville, Lucrecio y el bosque

Ayer mismo le preguntaba al Señor del bosque: "¿Te imaginas una larga tertulia con Comte-Sponville y Lucrecio?". Creía que le estaba dirigiendo una pregunta retórica, pero hoy André Comte-Sponville me ha tomado la palabra. Me he encontrado -aunque mejor sería decir que él me ha encontrado a mi- con este libro recién editado, que es un comentario del francés al De rerum natura del romano. Como todo materialista melancólico bien sabe, todo está lleno de dioses. ¡Allá las muchachas tracias si son ciegas! No hay, para encontrarlos, más que dar dos pasos por la emboscadura.El libro comienza con estas palabras:

J'ai longtemps préféré Épicure, plus lumineux, plus serein, plus doux -plus sage. C'était la lumière grecque, celle des commencements. Comme Lucrèce, à côté, me semblait sombre, angoissé, fatigué -tardif! Et sans doute je n'avais pas tort, ni ne veux à présent diminuer les mérites d'Épicure. Au reste, entre Athènes et Rome, que philosophe hésiterait? Les mêmes raisons, aujourd'hui, me rendent pourtant Lucrèce plus proche, plus fraternel, plus émouvant. C'est que j'ai changé sans doute, ou vieilli, et que ce qu'il y a de plus amer, chez le poète latin, parle davantage, ou de plus près, à notre expérience qu'à notre jeunesse.

En defensa de la melancolía

"En realidad, sólo se puede experimentar la belleza cuando tenemos el melancólico presentimiento de que todas las cosas del mundo acaban. Es la fugacidad de un objeto la que le confiere belleza, y esa fugacidad se manifiesta en sus grietas y fisuras, que son manifestaciones de decrepitud. Temer a la muerte es renunciar a la belleza a cambio de lo bonito, esa rebelión fláccida contra la corrosión. Caminar pensando en la muerte es abrir el corazón a relámpagos de fuego que no tienen igual"

Eric C. Wilson
"Contra la felicidad. En defensa de la melancolía"

martes, 20 de mayo de 2008

Keats

"Tengo la recurrente sensación de que mi vida real ha pasado y de que llevo una existencia póstuma"
John Keats

lunes, 19 de mayo de 2008

El cielo trabaja por nosotros

Se suceden los días nublados en Ocata. No me quejo. Esto es la primavera. ¿Si no fuera una estación inestable, cómo podría alterar la sangre?

La mejor loa que conozco de la lluvia se encuentra al final de una de las comedias de Aristófanes, “La paz”. Se hace eco de ella Climent Rosset en “Principios de sabiduría y de locura”.

Resumo la escena:

Un campesino está viendo caer mansamente la lluvia desde su casa y siente que no hay nada mejor que este espectáculo. El dios –piensa- está trabajando por él. No puede ni podar ni cavar la viña porque la tierra está empapada. Todo lo que tiene que hacer en un día así es llamar a sus vecinos para que vengan a beber a su casa. Su mujer tostará habichuelas y granos de trigo y cubrirá la mesa de higos secos. Unos traerán tordos y pinzones y otros calostro y algún pedazo de liebre (“si es que ayer por la tarde la comadreja no se los comió”) y todos disfrutarán mientras llueve, porque “estas horas son bellas” ya que “el cielo trabaja por nosotros y favorece nuestros campos”.

Exactamente así me imagino yo estos días a Montilla y a sus “consellers”.

domingo, 18 de mayo de 2008

La feliz desesperanza

Así como entre los judíos no es nada raro encontrarse con ateos lealmente judíos, entre los cristianos, lo habitual es que el ateo se dedique a militar activamente contra el cristianismo, y normalmente lo haga con un celo católico y una probidad que para sí quisieran muchos misioneros cristianos. Tengo con frecuencia la impresión de que los ateos poscristianos llevan su militancia prometeica hasta el extremo de que si Dios existiera no descansarían hasta matarlo. Lo digo de otra manera: El ateo poscristiano no es que niegue a Dios, es que se llevaría un disgustazo si Dios existiera.

Yo me considero un ateo cristiano. Me gusta mi tradición cultural. Me gustan los Cristos románicos, las vírgenes góticas, los ángeles barrocos. Me gusta enterrar a los míos en un camposanto con un ritual religioso. Me gusta la Navidad y la Semana Santa, hasta el miércoles de ceniza. Me emociona profundamente El crucificado que le grita al cielo ese descarnado “¿Por qué me has abandonado?” que hace del cristianismo más una religión de la duda que de la fe ciega. Entre los cristianos el primero en dudar de sí mismo fue su fundador.

Hay una experiencia específica del cristiano que se encuentra en el gesto de arrodillarse a orar a un Dios coronado de espinas, que me parece de una profundidad filosóficamente sagrada. Así, arrodillado, establece el cristiano una relación con el infinito que no está mediada por una orden, como en el judaísmo o el Islam, ni por la lógica del pensamiento, como en la filosofía; sino por un gesto absoluto de amor. El cristiano que se arrodilla se ennoblece.

Todo esto viene a cuento del libro –del librito- que devoré ayer por la noche, “La feliz desesperanza”, de André Comte-Sponville, donde encontré a un hermano en el Señor.

sábado, 17 de mayo de 2008

viernes, 16 de mayo de 2008

De mayo a otoño del 68

Cuanto más cosas leo sobre mayo del 68 más me voy percatando de que aquellos estudiantes épicos que querían toda la historia en una cucharada, viven hoy confortablemente instalados en sus jubilaciones, mirando hacia atrás con orgullo y hacia delante con vergüenza, porque a sus hijos sólo les van a dejar las migajas del gran pastel de la sociedad del bienestar.

El Estado del bienestar es un magnífico invento, pero lamentablemente sale caro. Se basa en la idea de la solidaridad intergeneracional, es decir, en las transferencias entre unas y otras generaciones. Sin esta transmisión de transferencias no hay sociedad del bienestar.

La herencia de los sesentayochistas será todo lo romántica que se quiera, pero cuando sus hijos han retirado su envoltorio, tan bonito, lo que han encontrado es una deuda pública desmedida. No saben muy bien qué ha pasado, pero comienzan a pensar que alguien los ha estado expoliando... alguien que ha estado viviendo a crédito de un futuro que era de todos. Porque en la sociedad del bienestar se socializa el futuro.

Cuando a los jóvenes franceses se les pregunta si creen que su futuro es prometedor, sólo un 26% contesta afirmativamente (otros resultados: Dinamarca, 60%; EEUU, 54%, China, 43%; España, 32%). De ahí que no sea del todo sorprendente que solamente un 11% se muestren partidarios de contribuir con sus impuestos a la jubilación de sus mayores (otros resultados: China, 63%; Dinamarca, 35%; EEUU, 32%; España, 21%).

Adiós también a ti, John Phillip Law

Todos los que vimos -cuando puso verse- Barbarella estamos de luto. Se ha muerto el ángel ciego que Roger Vadim metió en nuestra imaginación como una melancólica compañía que ya no nos abandona ni de noche ni de día.

¿Qué verán los jóvenes de hoy día en Barbarella? Yo os confieso que por esa pluma que Jane Fonda tiene en la mano le confié mi alma al diablo. Pero pasó de mí. Y me quedé, como siempre, arrepentido de cuantos pecados nunca cometí.

jueves, 15 de mayo de 2008

Robert Rauschenberg, adiós

Robert Rauschenberg (22 de octubre de 1925 - 12 de mayo de 2008)
Fotografía de Dennis Hopper, 1966
Vía

"Keywords" que me dejan perplejo

Como estoy convencido que no soy el único bloguero narcisista, les reconoceré abiertamente que de vez en cuando echo una mirada a las palabras de búsqueda que han conducido a algunos mareados nautas hasta El Café de Ocata, porque, oigan, tiene su qué. Los caminos de un blog son inescrutables.

Hay almas de cántaro que acuden en pos de arcanos filosóficos a los que recibo con amabilidad, pero con los ojos como platos. ¿Qué les puedo decir de “Zenón orejas”?, ¿Cómo les puedo proporcionar “fotos de Descartes y Pirron de Elies”?, ¿Qué sé yo de “los sócrates durmientes de efeso” o de “Schoppenhauer sin perros”?. En cualquier caso, aunque dudo que los dejara satisfechos, ¡no saben cómo agradezco la visita de estos anónimos buscadores de estas joyas filosóficas, nefelibatas al fin y al cabo!. Como se la agradezco, igualmente, a quien hacía esta pregunta, que, lo reconozco, me pone un pelín nervioso: “¿Es bueno aprender filosofía leyendo?”.

No es fácil satisfacer a todos, aunque, ciertamente, unos lo ponen más fácil que otros. Quien buscaba “algo perverso” o “datos inútiles” posiblemente no se fue de vacío. Menos suerte tuvieron los que entraron a preguntar “¿Qué cuesta un café en Rusia?”, “¿Cómo conquistar a un hombre cuando te ha sido infiel?” o “¿Qué ponerme de noche en primavera?”. Y, desde luego, me lo pusieron imposible los que andaban detrás de vaginas de cabra -es que el tema me resulta muy poco atractivo- o de una “foto del feto de Lenin” , que es un tema tan mayor que me resulta conceptualmente inabarcable, aunque reconozco que la aliteración de esta búsqueda tiene un no sé qué poético que me anima a visitar el famoso mausoleo y comprobar la consistencia de la realidad.

En algunos casos siento muchísimo, de verdad, no poder satisfacer la curiosidad del internauta traseúnte. No sé nada, para mi desgracia, de “recetas baños afrodisiacos”, pero prometo enmendar mi ignorancia.

Por último quiero recriminarles a algunos que no me lo pongan nada, pero es que nada fácil. No consigo entender qué quiere exactamente de mi quien se interesa por una “guia de autoliberacion farmacos descripcion OR del OR coctel” y ni tan siquiera alcanzo a descifrar este sinuoso anacoluto: “cantar cxx he intentado escribir el paraso. que no os mo”. Lamentaría que fuese un mensaje encriptado que ha lanzado algún desesperado, pero, si este es el caso, pido por favor a los desesperados que me lo pongan más fácil, porque no doy para tanto.

Arte conceptual

miércoles, 14 de mayo de 2008

Teoría de la inteligencia poltronera

"El poder desgasta sobre todo –decía Giulio Andreotti- a quien no lo tiene”. Eh aquí un axioma autoevidente de la política (digan lo que digan Gödel y Tumbadito) que pone de manifiesto la altísima consistencia lógica de las poltronas.

Podríamos definir una poltrona como aquella posición dialéctica en la que todos los argumentos del partido son absolutamente consistentes.

Hay poltronas de diverso tipo:

  • Poltrona con orejas (utilísima para saber de dónde sopla el viento): la más común
  • Poltrona María Antonieta: Sin orejas, pero con respaldo ligeramente curvado, posición que permite sacar pecho. Muy adecuada para parlamentarios.
  • Poltrona góndola: Sin orejas y con respaldo redondo. Especial para consejos de ministros.
  • Poltrona con lambrequín: con respaldo en forma de cruz, para los que están en la lista de espera de la meritocracia.
  • Poltrona Mongolfière o Pompadour: Con lateral curvado y respaldo redondeado. Imprescindible para mirar a los lados y preservar la propia posición en la jerarquía. Se le puede incorporar retrovisor.

Uno se sienta en una poltrona e inmediatamente comprende que fuera de la poltrona no hay salvación argumental. Es la lógica inmanente del poder. Ya saben ustedes que inmanente significa "lo que permanece". Y los políticos van y vienen, pero las poltronas siempre se quedan.

La oposición, por definición, no tiene poltronas, porque no caben en las trincheras y las que caben son tan incómodas que todo el mundo tropieza con ellas. Las trincheras son lugares desolados de balaceras cruzadas en los que es muy difícil el tránsito. El horizonte está siempre lleno de humo y de caídos (de la poltrona) por la causa. Aquello de don Pío: “¡Cuerpo a tierra, que vienen los nuestros!”, describe con precisión la posición opositora.

Hubo una vez un pensador llamado Nicos Poulantzas, que formaba parte de aquel esplendoroso marxismo teórico de invernadero francés encabezado por Louis Althusser. Poulantzas comenzó siendo leninista y acabó predicando aquella curiosa excentricidad que se llamó eurocomunismo. Entre sus aportaciones teóricas a la marginalidad a pie de página de la historia del pensamiento, se encuentra su teoría del partido como “intelectual colectivo”. Se la apropió el PSUC y le pasó lo que le pasó: se convirtió -en palabras de Vázquez Montalbán- en un idiota colectivo.

La deriva hacia la idiocia colectiva es una tentación de los partidos de la oposición, que suelen confundir la búsqueda de las esencias con el anhelo de poltrona. Y es que los políticos tienden a pensar con el culo. Con el culo apoltronado o desalpotronado, se entiende.

martes, 13 de mayo de 2008

No acabo de cogerle el truquillo a la playstation

(ampliar para calibrar)
Vía

La degradación como amor propio

José Antonio Marina recoge en “La inteligencia fracasada” la siguiente confesión de una paciente a su terapeuta:

“Llevo doce años de novia, pero estoy comenzando a cansarme… El problema no es el tiempo, sino el trato que recibo… No, él no me pega, pero me trata muy mal… Me dice que soy fea, que le produzco asco, sobre todo mis dientes, que mi aliento huele a… (llanto)… Lo siento, me da vergüenza decirlo… que mi aliento huele a podrido… Cuando estamos en algún lugar público, me hace caminar delante para que no lo vean conmigo, porque le da vergüenza… Cuando le llevo un detalle, si no le gusta me grita “tonta” o “retrasada”, lo rompe o lo tira a la basura lleno de furia. Yo siempre soy la que paga. El otro día le llevé un trozo de pastel y como le pareció pequeño, lo tiró y lo aplastó con el pie… Yo me puse a llorar… Me insultó y me dijo que me fuera de su casa, que si no era capaz de comprar un mísero pastel, no era capaz de nada… Pero lo peor es cuando estamos en la cama… A él le fastidia que lo acaricie o lo abrace… Ni qué hablar de besarlo… Después de satisfacerse sexualmente, se levanta de inmediato y se va a lavar… (llanto)… Me dice que no vaya a ser que lo contagie de alguna enfermedad… Que lo peor que le puede pasar es llevarse pegado algo de mi…”

Cuando uno lee esta terrible confesión lo primero que piensa es “¿Por qué no lo deja?”. Pero claro si fuera tan fácil hacerlo ya lo hubiera hecho. La pregunta adecuada es “¿Por qué no puede dejarlo?”. Esta paciente se lo explicó perfectamente a su terapeuta: “Es que lo amo… Pero sé que usted me va a ayudar a desenamorarme… ¿no es verdad?

Dostoievski escribe en las “Memorias del subsuelo” que puede haber un infierno peor que el ultraje: el de la ausencia de quien te ultraja, porque al menos mientras te humilla te sientes alguien, pero si te abandona, te sientes nada. Adam Smith decía, en este sentido, que el pobre más pobre es aquel a quien nadie ve, el que camina por la vida en completa transparencia, sin que nadie detenga en él su mirada. De ahí que con frecuencia con tal de llamar la atención seamos capaces de degradarnos. Seguro que todos recordamos algún compañero en clase que lo hacía.

Este fenómeno, el de la degradación como forma de amor propio me resulta el fenómeno humano más inquietante.

lunes, 12 de mayo de 2008

Del amor como encarnizamiento


MARTHA: ¡Ja, ja, ja, ja! Prepárame otra bebida…, machote.

GEORGE: (toma su vaso) ¡Hay que ver cómo empinas!

MARTHA: (imitando a un bebé) La nena tiene sed.

GEORGE: ¡Por Dios!

MARTHA: (paseándose) Mira cariño, a beber te gano por goleada… ¡Así que no te preocupes por mí!

GEORGE: Martha, hace ya años que te concedí el primer premio… No hay abominación en la que no me hayas ganado.

MARHA: ¡Te lo juro… si existieses, me divorciaría de ti!

GEORGE: Vale, pero mantente en pie, por lo menos eso… Están a punto de llegar tus invitados y…

MARTHA: Ahora ya ni te veo… No consigo verte desde hace años


De “¿Quién teme a Virginia Wollf?”,

¿Recuerdan?

domingo, 11 de mayo de 2008

Proyectos urgentes

... tratar con gente sencilla y acariciar buenos animales...


De repente suena el teléfono

De repente suena el teléfono

y es ella la bruja de los cuentos infantiles

que te dice

- Soy yo

y

- ¿Acaso te creías que el paréntesis de normalidad que disfrutabas

te iba a salir gratis?

De repente suena el teléfono y es ella

la noche y sus ladridos de perros

y el azar que llega

a su hora justa

en cuanto los dados han dejado de rodar sobre el tablero

De repente suena el teléfono

y es Judas que viene a darte el beso de buenas noches

Suena el teléfono

y es de repente

el rayo

De repente suena el teléfono

y es la normalidad más normal

que asoma su rostro desde la sombra

donde había estado jugando al escondite

Suena el teléfono y el es dolor del bisturí preciso

de repente

compañero

De repente

suena el teléfono

y es la guadaña que llevabas sobre el cuello sin verla

y son las leyes de la naturaleza

que se presentan vestidas de domingo a cumplir con sus ritos

y a cobrar sus diezmos

cabronas

De repente suena el teléfono

y ya nada será igual

porque ha sonado el teléfono

y comprendes que ha estado ahí desde siempre

dispuesto a sonar

Suena el teléfono y ves el fuego que asciende por la mecha

y la moneda que ya gira a su antojo en el aire.

sábado, 10 de mayo de 2008

A Pau Llanes, arterapista suicida

Esperanza.

Quiero que seas

la última palabra

de mi boca.

La mortaja de sol

que me cubra y resuma.

Como en la despedida sólo hay bruma

en el entendimiento

y hasta el aliento traiciona a la voluntad,

grito ahora tu nombre a los cuatro vientos.

Te juro, mientras puedo, lealtad

por toda la vida y en todos los momentos

MIGUEL TORGA, Canto libre del Orfeo Rebelde



Gervasio Sánchez, en su discurso de recepción del Premio Ortega y Gasset de Periodismo, ha dicho lo siguiente: "Les aseguro que no hay nada más bello en el mundo que ver a una víctima de la guerra perseguir la felicidad".

Quizás el mejor anuncio que he visto en mi vida

viernes, 9 de mayo de 2008

Filosofía y trivialidad

La palabra “trivial” es muy curiosa. Significa, como todo el mundo sabe, “vulgar” o “manido”. Lo trivial es lo que se encuentra en todos los lugares. O sea, el lugar común. Pero esta palabra esconde un significado menos evidente o trivial. Lo “trivial” es también, y este es su sentido etimológico, lo que se tri-furca, es decir, el camino que se divide en tres vías diferentes. Lo trivial es entonces la aporía.

¿Es la aporía lo más trivial?

El verbo “poreuo” significa en griego “caminar” o “hacer camino”. Con la partícula privativa “a-” delante indica que ya no se puede seguir adelante, que se ha llegado a un lugar en el que estamos perdidos, por ejemplo a un tri-vial sin indicaciones.

Y eso es lo que nos pasa exactamente cuando nos interrogamos por las cosas triviales, que nos quedamos con la boca abierta, en la aporía.

Llueve en Ocata y justamente cuando estoy acabando este post, un mail me informa que Hezbollah se ha hecho con el control de Beirut oeste.

miércoles, 7 de mayo de 2008

Burdin Jaun que estás en los cielos


Burdin Jaun, el Señor del Acero, es un superhéroe ibérico que yo creía que había caído completamente en el olvido. Pero hace pocos días Sonia Blanco lo recuperó en su blog y me he animado a reivindicar desde aquí su inmensa figura. Merece un lugar muy alto en nuestra memoria, no inferior, desde luego, al de ningún superhéroe de Marvel. Es cierto que por España andaba en sus tiempos otro superhéroe, Superlópez, pero este es otro cantar.

A lo que iba: Hay que reivindicar a Burdin Jaun.

Jamás super héroe alguno tuvo un pasado más prosaico. Mucho antes de ser un superhéroe, había sido pelotari y sindicalista de Altos Hornos. Y con esto ya está casi todo dicho. Falta añadir que, víctima de un politiqueo macabro, fue arrojado a una fundición y dado por muerto. Y aquí comenzó el mito. Lejos de morir, la exposición a la combinación de todo tipo de residuos a una enorme temperatura, fue la causante de una alteración atómica en su organismo gracias a la cual renació de sus cenizas convertido en un invencible "hombre de hierro", que eso es lo que significa Burdin Jaun.

A partir de este momento Burdin Jaun apuesta decididamente por el Bien en un Euskadi feudalizado, dominado por un dictadorzuelo que se hace llamar “El gran Dakari” y que está protegido por una guardia pretoriana llamada Legezaintza. Evidentemente, toda semejanza con la realidad no es mera coincidencia. Por si no fuera El gran Dakari un enemigo considerable, Burdin Jaun tiene también que vérselas con otros malos malosos de misérrima calaña, como ultraecologistas y feministas radicales.

Creo que con esto es suficiente para elevar a Burdin Jaun a los altares de la mitología.

Más información: AQUÍ.

martes, 6 de mayo de 2008

Fiebre del sábado noche


Ya me perdonarán ustedes, pero no he podido evitarlo. Esta foto me perseguía y al final ya se sabe, no hay mejor manera de evitar una tentación que caer en ella. No la traigo aquí por lo que pueda tener de humorismo friqui, sino por ser la foto más triste que he visto en mucho, mucho tiempo. Aunque por otra parte el friquismo es la forma cutre de la tristeza contemporánea. O eso me parece a mi. Hay una pobreza de la alegría que es la miseria más triste, porque en lugar de compasión provoca una media sonrisa despectiva que no da ni para medio mal chiste y se olvida pronto. Entre los pobres hay muchas, muchas clases.

Miró i Ardèvol y el "generismo"

El señor Josep Miró i Ardèvol es un catalán intempestivo y a mi me gusta la gente intempestiva que no consume sus energías en la gesticulación. Es un político nacionalista de larga trayectoria, de los que participaron en la mítica “caputxinada”. Militante de Unió Democràtica de Catalunya, fue “conseller” en dos gobiernos de Pujol… y actualmente es comentarista de la COPE. Anda ahora comprometido en un intento de articular un pensamiento cristiano moderno (cosa que no significa progresista, sino que de respuestas a los nuevos problemas que se encuentran en la calle). Una de los primeros frutos de este esfuerzo es un ensayo que acaba de publicar con el título de “El retorn de la responsabilitat”. Me lo estoy leyendo con intensidad, es decir, sin parar de hacer comentarios por los márgenes. Por cierto, esta manía mía de llenar de comentarios los libros que leo es la que me convierte en un usuario remoto de las bibliotecas.

Básicamente este libro es un alegato a favor de la familia tradicional de padre, madre e hijos, institución que, por lo que parece, sólo puede ser defendida con la cabeza alta por las gentes de derecha, como Miró i Ardèvol o Luc Ferry, cosa que hacen desde perspectivas muy diferentes, pero en el fondo confluyentes.

Me gusta la diferencia que establece Miró i Ardèvol entre feminismo y “generismo”. El feminismo sería la ideología que defiende la condición femenina, mientras el generismo sería la ideología que defiende que toda condición sexual es un producto de la cultura, es decir que la sociedad y la cultura hacen al hombre y a la mujer, y no la naturaleza. Y si existiese algún rasgo natural en el género, eso no significaría que fuese naturalmente humano. La “naturaleza” sería para el generismo el opio del pueblo, el gran monstruo a reconstruir.

La base del feminismo sería la convicción de que la naturaleza nos hace –al menos de manera muy mayoritaria- hombres y mujeres, mientras que la base del “generismo” se encontraría en la tesis de Freud del “polimorfismo sexual” del niño. Según esta perspectiva (que sólo puede deducirse, por cierto, de un Freud leído muy sesgadamente) el deseo infantil es indefinido o, mejor, pluridireccional, y la sociedad lo encauza hacia determinados objetos. Por lo tanto la liberación sexual implicaría la recuperación de esa pluridireccionalidad. Y, al mismo tiempo, esta recuperación llevaría aparejada una radical transformación social pues acabaría con la estructura familiar y, con ella, con la sociedad capitalista.

Me parece a mi que Miró i Ardèvol carga en exceso las tintas al desvelar una supuesta conspiración ideológica del “generismo” contra la sociedad del bienestar mediante la destrucción de los valores familiares. Pero, más allá de las críticas que se le puedan hacer, lo que me resulta curioso es que sea la derecha cristiana la que, básicamente, se atreva a poner en cuestión el mito postmoderno del “polimorfismo sexual”.

sábado, 3 de mayo de 2008

Mi Agente Provocador es una mujer biónica

Estar casado con una mujer biónica tiene sus ventajas. La prueba es que ya llevo 30 años embridado a su cintura. Pero, ¡para qué engañarnos!, hay que pagar un alto precio. Os pondré un ejemplo. Ayer, a las 15.45 salimos de casa con la intención de caminar un rato. El día era magnífico, soleado sí, pero con un sol alegre y liviano. La primavera ha asomado finalmente su rostro tras las últimas lluvias y la tarde invitaba a perderse un poco por esos caminos de Dios. Así que andando andando acabamos en la cima de Mont Cabrer, en Vilassar. Habíamos hecho 12,5 kilómetros. Pero como el castillo de Burriac estaba cerca, decidimos seguir para adelante. 4 km adicionales. Y una vez conquistadas las asperezas del castillo, visto que aún había tarde por delante, en lugar de volver atrás decidimos bajar hasta Argentona. 2,5 km. La tarde seguía magnífica, los caminos llenos de flores, los árboles lucían sus brotes nuevos y los mirlos no paraban de cantar a nuestro paso. Así que enfilamos hasta la playa de Cabrera de Mar. 6 km. Al llegar a la playa ya había anochecido, pero el mar estaba tan bonito y romántico que total podíamos seguir un poco más hasta un chiringuito de la playa de Premià. 3,1 km. Tras una cerveza y un bocadillo, seguimos el camino. Sólo faltaban 4,5 km para llegar a casa. Cosa que haríamos a las 0.30 del sábado.

Resumen: En números redondos salen 35 km. O lo que es lo mismo, un paseo normal para una mujer biónica.

Claro que se cansa, pero no podemos parar. Si paramos y caigo en la humana debilidad de sentarme, me cuesta Dios y ayuda levantarme, mientras que ella aprovecha para sacar de su fondo de reservas energía suplementaria y poner el contador de cansancio a 0.

¿Alguien entiende lo que significa esto para el poso de machismo hispano que aún queda vivo (hoy más bien convaleciente) en mi alma?

Burriac desde Mont Cabrer. La mujer biónica pensando que, total, estamos a un tiro de piedra. Yo contemplaba lívido el ascenso final que nos esperaba.

Una vez en lo alto del castillo intenté hacer cuantas fotos pude, para calmar el resuello. Mataró al fondo.

El Montseny desde Burriac. El Montseny ya saben ustedes que es a la orografía catalana lo que Tomàs Arias a su poesía.

Montcabrer desde Burriac. Nosotros ascendimos por la vertiente de mar, la del extremo de la izquierda. Ocata está tan lejos que ni sale en la foto.

Llegando a la playa de Cabrera. Montcabrer a la izquierda y Burriac a la derecha.

La guinda: Hoy teníamos que ir a Premià de Mar. Josep Pedrals recitaba en la Galería Aimara. He tenido que recurrir a mi fondo de argucias para encontrar un motivo convincente que nos permitiera ir en coche.

En Premià me he encontrado con Subal Quinina. Hoy es su aniversario, así que alzo mi copa y brindo porque cumpla muchos más.

jueves, 1 de mayo de 2008

Sin comentarios

Efraim Karsh en Commentary: “1948, Israel, and the Palestinians—The True Story

Lacan, Zizek, Ford y Stalin

Lacan a los estudiantes franceses que se manifestaban en el inevitable mayo del 68: "Como revolucionarios, sois unos histéricos en busca de un nuevo amo. Y lo tendréis".

Lo cuenta Slavoj Zizek en El País de hoy. Me cuesta entender la atracción que ejerce Zizek en Europa y Estados Unidos. Reconozco que es mucho más serio que los Zygmunt Bauman y compañía, pero esto no es decir mucho y, en cualquier caso, comparte con ellos –en mi humilde opinión- una facilidad mucho mayor para la ocurrencia y la fórmula que para la idea.

En el artículo de hoy recoge una idea de Luc Boltanski y Eve Chiapello en The New Spirit of Capitalism, según la cual “a partir de 1970 apareció gradualmente una nueva forma de capitalismo, que abandonó la estructura jerárquica del proceso de producción al estilo de Ford y desarrolló una organización en red, basada en la iniciativa de los empleados y la autonomía en el lugar de trabajo”. Con lo cual el capitalismo habría practicado la autogestión de manera más eficaz que el socialismo. Esto es, sin duda, una perogrullada, pero en la pluma de Zizek parece querer poner de relieve lo taimado del camaleonismo capitalista, que siempre encuentra nuevas maneras de perpetuarse. O mejor dicho, esto es lo que acabaríamos creyendo, ingenuamente, si intelectuales como Zizek no estuvieran dispuestos a abrirnos los ojos para desmontar la falsa conciencia de sí que el capitalismo genera. En realidad, concluye Zizek, el capitalismo tiene sus días contados: “La verdadera utopía es la creencia de que el sistema mundial actual puede reproducirse de forma indefinida; la única forma de ser verdaderamente realistas es prever lo que, en las coordenadas de este sistema, no tiene más remedio que parecer imposible”. Bien.

Que quede claro que yo no soy capaz de prever el futuro. Y en mi conciencia desgraciada sospecho que Zizek tampoco, pero este es otro cantar. Lo que sí sé es algo del pasado y lo que sé me indica que “el proceso de producción al estilo de Ford” estuvo muy lejos de ser una característica exclusiva del capitalismo. Los primeros planes quinquenales de Stalin no hubieran tenido éxito sin la colaboración de la Ford Motor Company, que fue la auténtica creadora de la industria automovilística soviética. Cuando Stalin creyó haber aprendido todo lo que era necesario saber de la Ford, rompió sus relaciones con esta empresa. Sin embargo no fue capaz de aprender lo más importante: que la Ford estaba dispuesta a adaptarse al mundo siempre que fuera necesario. Stalin creía firmemente que estaba en condiciones de adaptar el mundo a sus convicciones.

Vehemencia

 I Tras tres días sin poder separarme de Benjamin Labatut y su Maniac , pero ya he cerrado la última página. Y como suele ocurrir cuando has...