martes, 18 de marzo de 2008

Teoría de la teoría

Un hombre se está probando un traje hecho a medida y le dice al sastre:

- ¡Hay que meter la tela de esta manga! ¡Es cinco centímetros demasiado larga!

- No, mire, si dobla el codo, le queda perfecta –dice el sastre.

- Ya, bueno… -continúa el hombre-. ¡Pero fíjese en el cuello! Cuando doblo el codo, el cuello se va para atrás.

- ¿Y qué –insiste el sastre-. Levante la cabeza y échela para atrás. Perfecto.

- Pero ¡es que ahora el hombro izquierdo está tres centímetros más abajo que el derecho!

- Ningún problema. Dóblese por la cintura hacia la izquierda y verá cómo se le recompone.

El hombre se marcha de la sastrería con el traje puesto, el codo doblado, la cabeza erguida y echada para atrás e inclinado hacia la izquierda. Sus andares se convierten en una especie de bamboleo espástico.

En una esquina se cruza con dos transeúntes.

-Mira, un tullido –dice el primero-. ¡Pobre hombre, qué pena!

- ¡Sí, pero su sastre debe ser un genio! –responde el segundo. El traje le sienta de maravilla.

(De Th. Cathcart y D. Klein, Platón y un ornitorrinco entran en un bar…

25 comentarios:

  1. Como escribías el otro día en mi blog, Luri, ¿y si solamente fuera la interpretación? El dsesconocimiento de lo real nos crea otra realidad, sólida y coherente. No podemos preguntarnos con cual quedarnos, porque solo conocemos aquello que vemos. No dudamos porque la certeza es evidente.
    Al cabo de que el cliente del sastre se cruce con más gente que le vea tullido, acabará siéndolo.

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  3. Luis: estoy cayendo en una especie de pesimismo más escéptico que melancólico que me hace pensar que en el fondo, no hay tanta diferencia entre la ciencia y la poesía. Por eso aprecio cada vez más a nuestro íntimo amigo Lucrecio.
    Por algún lugar escribe Borges un cuento (iba a añadir "magnífico", pero no quiero ser redundante) sobre los geógrafos de un país, que se propusieron elaborar un mapa perfecto del mismo, por lo cual lo hicieron a escala 1:1. Todo estaba en el mapa exactamente como estaba en la realidad. Era una especie de fotografía del país. Hoy Borges podría hablar de un GPS escala 1:1, que se fuera actualizando al segundo.
    Cuando más complejas son las teorías, más inservibles. Esa es su servidumbre.
    Lo que me llama poderosamente la atención es que haya tantos dispuestos a encorsetar el mundo de la vida en teorías magníficamente bien cortadas.
    La ciencia -Husserl dixit- es el resultado de una modificación específica de la mirada natural del hombre al mundo de la vida. Por lo tanto es este mundo el que debe explicar la ciencia, no al revés.
    Un brindis por Lucrecio, que fue, probablemente, el primero en darse cuenta de esto.

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  4. La discusión que mantenéis me parece de gran interés. Creo que dejar que se desvanezca lo real ante la miríada de interpretaciones no conduce a ningún lado. Sería algo así como una multiplicación inútil de la realidad, tal y como decía Aristóteles de las ideas platónicas. Es cierto que la concepción nietszcheana que afirma que "no hay hechos, sino sólo interpretaciones" es atractiva -sobre todo para unos tiempos de pereza y mansedumbre- pero no deja de ser, a su vez, una interpretación. ¿A qué lugar llegamos convenciéndonos de que la búsqueda de una realidad que desborde la subjetividad es inútil? ¿Acaso no es el recurso de quien no quiere esforzarse siquiera en intentarlo?
    Otra cosa es la ecuación que identifica objetividad y ciencia exacta. La idea rotunda de una objetividad tal no deja de ser una simplificación, la reducción a esquema de una realidad que TAMBIÉN desborda la idea de objetividad. En ese sentido, toda teoría científica - en tanto implica selección y construcción- se asemeja ciertamente a una obra poética. También la poesía, como la ciencia, es una forma de conocimiento, por lo que la correspondencia entre ciencia y poesía - que en muchas ocasiones se plantea como modo de afirmar que la ciencia no es más que un ejercicio vano de ficción- subraya más bien su común búsqueda del conocimiento. Sin embargo, su articulación concreta, su función, su estructura son otros, por lo que tal comparación sólo puede considerarse una metáfora afortunada. Un saludo.

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  5. Borja: "poíêsis" significa en griego "acció,", "creración", "fabricación", "confección" (acepción especialmente sugerente para este post), "composición", "poesía"...
    Y, por lo tanto, toda teoría dobla (aunque no creo que necesariamente "inutilmente") la realidad, esquematizándola.
    La realidad es siempre más rica que nuestras teorías.
    No digo esto para rebajar el valor de las teorías científicas. Yo prefiero un buen médico a un buen curandero.
    Pongo el ejemplo del médico porque me parece que lo que hacemos básicamente, en este mundo en que nos movemos, es buscar la salud. Para ello a veces necesitamos recetas, que son las teorías.

    En este sentido, la tesis de Nietzsche ("no hay hechos, sino sólo interpretaciones") me parece cierta y estaría basada en el único hecho que para Nietzsche no admite interpretación: la voluntad de poder.

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  6. Y lo era, ¿no? Mentalmente era un tullido.
    KSNDR

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  7. Escribes:

    "Lo que me llama poderosamente la atención es que haya tantos dispuestos a encorsetar el mundo de la vida en teorías magníficamente bien cortadas."

    Pisando pues terreno llano y específico, ese es el espectáculo de una sociedad que hace uso de la teoría como atajo hacia la certeza.

    En cuanto a Lucrecio, pagaría con mi alma, a lo Fausto, por saber en que pensaba, de donde partía, cual era su real ánimo al sentarse a escribir sus versos trasladando a ellos un espíritu científico. ¿Porque debía tenerlo? Cuando menos, aficinado sería...

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  8. Doña Kasandra: Por la presente queda usted nombrada psicóloga de cabecera de El Café de Ocata.

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  9. Luis: La poesía -insiste en ello el mismo Lucrecio- es como la miel en el borde de una copa que lleva una medicina amarga en su interior.
    La medicina amarga es la imagen de la naturaleza que nos transmite. Recuerda que una obra que trata de las cosas de la naturaleza acaba con la descripción de la peste de Atenas: No hay posibilidad de edificar murallas culturales que impidan que la naturaleza se reserve la última palabra.
    Pero quizás para darse cuenta de esto hay que tener unos ciertos años y una salud espantadiza. Si cuando eres joven te sientes impulsado a la vida por la fuerza de la naturaleza, a partir de... de la edad que sea, me imagino que será diferente para cada uno, la naturaleza ya no es lo que empuja, sino lo que acecha.
    La poesía es la más noble de las mentiras.

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  10. G.L.:Por algún lugar escribe Borges un cuento (iba a añadir "magnífico", pero no quiero ser redundante) sobre los geógrafos de un país, que se propusieron elaborar un mapa perfecto del mismo, por lo cual lo hicieron a escala 1:1.


    ¿Éste?


    DEL RIGOR EN LA CIENCIA

    ...En aquel Imperio, el Arte de la Cartografía logró tal Perfección que el mapa de una sola Provincia ocupaba toda una Ciudad, y el mapa del Imperio, toda una Provincia. Con el tiempo, esos Mapas Desmesurados no satisficieron y los Colegios de Cartógrafos levantaron un mapa del Imperio, que tenía el tamaño del Imperio y coincidía puntualmente con él. Menos adictas al Estudio de la Cartografía, las Generaciones Siguientes entendieron que ese dilatado Mapa era Inútil y no sin Impiedad lo entregaron a las Inclemencias del Sol y de los Inviernos. En los desiertos del Oeste perduran despedazadas Ruinas del Mapa, habitadas por Animales y por Mendigos; en todo el País no hay otra reliquia de las Disciplinas Geográficas.

    Suárez Miranda: Viajes de varones prudentes, libro cuarto, cap. XIV, Lérida, 1658.

    [El Hacedor, 1.960]

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  11. Entropía: ¡Exactamente!
    MIl gracias.
    Borges era, como Lucrecio, un filósofo poeta.

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  12. Somos parte de la naturaleza y de la materia y de la vida, un resultado de ella que por ello mismo se gestó PARA captar sus leyes y así sobrevivir. Esto ya está muy comprobado como para volver a Platón sin más o a debates socráticos. Las leyes de la realidad, su "esencia", es accesible al hombre de un modo imperfecto pero eficaz, y de esta captura de lo real sale la ciencia, las proyecciones intuitivas que la sostiene y desarrolla y que forman el bagaje filosófico. Que haya poca diferencia entre poesía, filosofía, mito, religión, ciencia... es normal (las diferencias son conceptuales, normativas, definidas por la porpia capacidad analítica y sistematizadora del pensamiento en función de su teleonomía colateral). Sucedió de ese modo. Se trata de herramientas culturales que nacen porque existe la autoconciencia y porque resultan todas útiles para responder al reto de siobrevivir. Creo que los grandes rasgos están claros. Creo que la discusión es vieja. Y bastante antropocéntrica por cierto.
    ¡Jo, la que me espera ahora!

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  13. Me encantan sus titulaciones acreditativas, don Gregorio, son tan refrescantes y tan distintas a las oficiales. Ahora me voy a tomar el café solo de siempre. Pero eso sí, con un chorrito de crema catalana.

    No toda la poesía es noble mentira. A veces sirve al fin del Secreto. Es decir del alma. Lo que ocurre es que es una autovía que puede tomar cualquiera (y no siempre una senda).
    KSNDR

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  14. Olvidé repetir aquí algo que también creo viene muy a cuento y que ayer acababa de leer de nuestro últimamente mentado Strauss (que todavía no sé qué piensa de Dios ni por ahora me importa mucho) en referencia a Aristófanes y la comedia: “(no) puede haber un discurso ridículo de cierta extensión que no incluya pasajes serios, dada la primacía de lo serio”.

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  16. "Deus sive natura", Carlos.

    Strauss llega a Aristófanes a través de dos vías complementarias: la de Alfarabi y la de Nietzsche. No puede haber, efectivamente, un texto irónico de cierta extensión que no incluya pasajes serios. Y viceversa.

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  17. Doña Kasandra: Usted ya sabe que no doy titulaciones así como así.

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  18. Ah, Don Carlos: A mi no me cuesta nada aceptar que somos parte de la naturaleza. El problema para mí está en las implicaciones de un hecho sorprendente: En nosotros la naturaleza toma conciencia de sí. Y, a mi entender, se asusta de lo que ve.
    Le reconozco que por eso mismo soy antropocéntrico y platónico.
    Pero estoy dispuesto a admitir que esta es una manía propia de un antiguo.

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  19. Voy a escribir una enorme tontería (falsa modestia, claro) a la que me da pié Carlos Suchowolski. Porque creo que de tonterias está el cielo empedrado, no de las uyas, sino de la sinterpretativas.

    En "Los engarces de la sabiduría" de Ibn al'Arabí, aparece un texto en el primero de los, que dice:

    "para el Uno-Verdadero el Hombre tiene el rango de la pulìla del ojo, con lo que se produce la visión. Por medio de él, el Verdadero mira hacia su Creación y la abarca en su Misericordia"

    Nada más lejos de mi intención que entrar en el fondo del texto, sino que toda interpretación vale para elaborar una teoría, de la misma que toda teoría avala la interpretación.

    dejando de lado, que no es el momento, el maravilloso vuelo de Al Arabí, que por otros motivos stá en el mismo anaquel en que guardo a Lucrecio.-

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  20. Me ha quedado un párrafi fuera:

    Cambiando al Uno-Verdadero, por la Naturaleza, nosotros somos su pupila.

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  21. Sí, se asusta (en parte), aunque creo que mucho más permanece atónito... hasta que se hace con un mito y mientras este y sus sacerdotes no fracasen y lo frustren por encima de lo aceptable... Ese es del mecanismo del que parlo...

    En cuanto al "antropocentrismo" tuyo... ¿significa o no significa que la historia natural, la "diosa de la fortuna" o cualquier otro demiurgo ya lo tenía "planeado", es decir, estaba escrito que así sería, es decir, cada cosa precedente dice a las claras que está al servicio de su producción?

    Porque pensar a favor del hombre (¿cuál?, porque hay que especificar más parámetros, por ejemplo... que no sean... je, je... ¿sordos?), eso no es antropocentrismo, al menos del que yo critico.

    ¡Ay, paroles, chaque fois il faut expliquer que-est qu'on vont dire avec elles! Lo que de cualquier forma c'est un plaisir. Al igual que este intercambio del que por ahora dejo fuera a Platón y a lo antiguo...

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  22. Carlos: Soy antropocéntrico porque no puedo ser otra cosa.
    Y, además, porque me cuesta -mucho- creer en la providencia, sea divina o histórica.
    La teleología -en cualquiera de sus formas- es un ejercicio de autocompasión.

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  23. Gregorio: Oído, cocina. Si "no puedes" es que aceptas groso modo tu teleología y sin dudas te compadeces. Hasta la próxima vez que me des una "buena" (a mi juicio) justificación para intervenir.

    Luis Rivera: a que con la mano en el corazón no aceptarías cualquier "interpretación" más allá (ese "más allá" en el que nadie puede situarse) de que no puedas fundamentar del todo la tuya y sólo la puedas vivir como una "elección" inexplicable (lo que a su vez te lleva al relativismo de que el mundo no es real sino un conjunto indiferenciado de interpretaciones)? Pues eso...

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  24. ¡Vaya, al volver por aquí vi que me faltó repetir una joyita pertinente:

    "La razón (...) no puede decirnos qué fines alcanzables deben preferirse a otros fines alcanzables." (Strauss)

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