El ateísmo antiguo,
el de los atomistas, que es su referente más serio, criticaba a la religión por
el temor que era capaz de provocar entre los creyentes. El ateísmo moderno la critica
por dos razones opuestas: o bien porque no admite competidores en la oferta de consuelo
(Marx y la religión como el opio del pueblo) o porque no admite competidores en
la oferta de angustia (Heidegger y el existencialismo).
hay una tercera vía, el ateísmo moderno no entiende que alguien medianamente lúcido pueda creer en algo tan inconsistente como un dios. O sea como el ateísmo antes de Marx o Heidegger. El ateísmo no deja de ser la aplicación práctica del sentido común.
ResponderEliminarPero es que el sentido común, que no deja de ser una medida estadística, en mi humilde parecer, exige una dosis muy considerable de fe.
Eliminarno hay fe en el agnosticismo Don Gregorio, la fe es la ignorancia del desconocimiento, o la comodidad conveniente.
ResponderEliminarHay tanta fe en el agnosticismo que así como no se puede demostrar que sea falso es legítimo dudar que alguna vez haya existido un agnóstico integral.
Eliminarcoincido con Puigcarbó, en que ni marx ni heidegger son realmente ateos. el ateismo radical es el de la tercera vía según Puigcarbó. Pero sea segunda, primer o tercera, qué más da. Lo curioso es pensar comunmente como el sentido común al que alude.
ResponderEliminarYo me digo: usted dice que pensar en la existencia de un Dios es algo tan ridículamente Inconsistente...De ahí se deriva que el mundo no esta consistentemente sostenido por un dios que tampoco puede serlo. El mundo en su inconsistencia, es también el mundo de mi propia inconsistencia. Sigo...entonces yo que soy un ser inconsistente tampoco podré confiar en mi sentido común puesto que es inconsistente. Entonces no podré aplicar el sentido común porque no se sostiene ni a sí mismo, ni por sí mismo, ni por Dios mismo.
Entonces: Usted no puede tener propiamente sentido común, ni tampoco aplicarlo a nada.
Todos colgamos nuestras convicciones de algún principio no hipotético, y es la fe en ese principio lo que ilumina las condiciones que han de cumplir los hechos para justificarlo.
Eliminar¿Ah, pero la fe en el conocimiento y en la lógica no venía a llamarse razón"
ResponderEliminar¿Y si la razón hubiese demostrado los límites del conocimiento y de la lógica para explicar el mundo, qué nombre habría entonces que darle?
EliminarEl problema no es el agnosticismo sino el gnosticismo.
ResponderEliminarEl a-gnosticismo es la inocencia....de un niño.
El gnosticismo es de perversos: es una TeoPhaneía o teólogía de Phanes.
El gnosticismo es la filosofía de nuestro tiempo, don Henri, y de todos aquellos tiempos en los que el hundimiento de las grandes estructuras que proporcionaban fes colectivas deja paso a la búsqueda individual de fes de andar por casa.
EliminarAun así seguiría siendo razón y no fe... Acaso habría demostrado lo escaso e insuficiente del conocimiento. Al menos si entendemos por conocimiento a aquel que por esencia siempre es susceptible de superarse a si mismo.
ResponderEliminarEl interminable y fascinante debate entre ateos y creyentes. Les recomiendo los debates del difunto Christopher Hitchens. Encontrarán muchos de ellos en youtube, a menudo subtitulados.
ResponderEliminarPero, Mario, una razón que sabe que no puede explicarlo todo, ¿cómo sabe que puede explicarse a sí misma? La razón siempre ha intentando verse a sí misma a la luz de un Todo inteligible (el hombre como microcrosmos, etc). La fe es creer en lo que no vemos... es decir, por ejemplo, en principios que no podemos demostrar. Lo cual no significa -o al menos no lo significa para mi- que la fe en la razón no sea esencial para la convivencia política. Hace décadas que Lukasiewicz sugirió que incluso el principio de no contradicción podría tener en Aristóteles una finalidad política y, por lo tanto, legitimarse por esta finalidad.
ResponderEliminarquizás uno sea como decía Adolfo Marsillach_: Agnóstico grácias a Dios
ResponderEliminarHubo un tiempo en que los ateos eran los portadores de un necesario escepticismo. Hoy día, parecen los más dogmáticos, deseosos de reemplazar la realidad empírica por unas utopías teóricas que apenas pueden disimular ser la simple expresión de un deseo.
ResponderEliminarEn el blog de Michael Ruse, un filósofo darwiniano y ateo, éste se queja de un enfrentamniento que ha tenido con los redicales darwinistas, acerca de la concepción biológica de la moral. 'Son peores que los mormones', dice.
Los ateos creen en La Nada, algo que no es,pero sin embargo es. Los creyentes creen en Dios, algo que es, pero sin embargo no es. Los místicos dicen que la Nada es Dios y Dios la Nada.Y se comen al Ser-Mundo en su ecuación, lo dejan implícito.
ResponderEliminarLo curioso del caso es que hay tres tipos siempre en el debate, Mundo, Nada y Dios. Sin embargo, según cómo se entre al debate, uno de ellos permanece como en la sombra.
A mí me impresionaba antaño la inconsciencia de los creyentes respecto a la inevitable relación de Dios con la Nada.
Hoy me impresiona la inconsciencia de los ateos respecto a la inevitable relación del Mundo con la Nada.
Respecto a decir que es inconsistente creer en dioses, yo pregunto ¿existe Cronos? A ver quién se atreve a negarlo. Si a un dios le tapo la cara tengo un concepto. Si a un concepto le pongo cara, tengo un dios.
Sr Dabar, no hay tres sino 4: Mundo (multiple), Todo(uno), Nada, Dios. Se ha olvidado del "Todo". No sé si lo ha hecho INCONSCIENTEMENTE.
ResponderEliminarAdemás, en lo que a nuestra tradición se refiere, el Dios es sólo el Creador, el puro Sí o Bien.Y se hacen sinónimos ES y SÍ.El NO, El Destructor y el Mal queda fuera de la noción, completamente desgajado. Vamos, que para nosotros sólo es Dios lo que los indios llaman Bramma y confundimos inextricablemente a Bramma con Vishnú.(El Mutador o Conservador)
ResponderEliminarShiva queda fuera. Para esta gente Dios es una Trinidad, una Sala, no un juez.
En esta perspectiva la cuestión de creer o dejar de creer se vuelve completamente absurda y sin sentido. Parte de un error gramatical.
Los chinos, en cambio, como ahora nuestros físicos con el célebre apotegma de la energía que únicamente se transforma, dejan sólo subsistente a Vishnú o Tao o Mutación, haciendo puramente sinónimos o inexistentes tanto al Creador como al Destructor.
La Biblia, en cambio, es enérgicamente trinitaria a la manera india, no sólo en el mito del Jardín, donde se reconoce expresamente que no sólo hay un término mediador entre crear y destruir, sino que el mismo es "fruto" o resultado de la unión de los otros dos principios. Igualmente lo hace Isaías 45-7.
Anónimo:
ResponderEliminarNo he olvidado nada. Uno, Cero y Muchos son otra liga, otro departamento.