Dos joyas no sólo musicales, sino también y sobre todo antropológicas. La infancia siempre exuberante y el calzado la prenda más cara. Y Sweet Emma tan dulce como sus cascabeles.
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.
I Como con frecuencia me cuesta decir que no, me veo obligado a asumir las consecuencias de mi pusilanimidad: vivo bajo un alud de comprom...
Dos joyas no sólo musicales, sino también y sobre todo antropológicas. La infancia siempre exuberante y el calzado la prenda más cara. Y Sweet Emma tan dulce como sus cascabeles.
ResponderEliminar