El mayo pasado mi mujer y yo nos colgamos las mochilas a la espalda, nos pusimos las botas y nos hicimos trescientos y pico kilómetros andando, desde Blanquerna, en Estambul, hasta Shipka, un paso en los Balcanes situado en el centro de Bulgaria. La excusa era descubrir el camino que hizo Rocafort en pos de los asesinos de Roger de Flor. Pero el objetivo verdadero era ponernos los dos a hacer camino, para disfrutar de nuestra mutua compañía en plena primavera búlgara. Este libro recoge las notas que fui tomando en cada descanso por el camino.
Pero bueno, qué polifacético. Es una auténtica caja de sorpresas. Enhorabuena.
ResponderEliminarLa clave está en programar lo menos posible, pero dedicarse con pasión a lo que, vete a saber por qué, estás haciendo ahora mismo.
Eliminar¡Uy, uy, uy! ¿No habrá vuelto de por allí medanizado? Eso de Estambul en lugar de Constantinopla (o, al menos, Bizancio) me da muy mala espina.
ResponderEliminarA veces me gusta dedicarle un brindis a la modernidad.
EliminarSr Luri es usted un "maquina" .Le admiro con todas mis fuerzas! jajajajaja.
ResponderEliminarEn serio, me encanta ver tu capacidad para realizar proyectos, sean del tipo que sean.Me siento muy orgullosa de ti.
Sra Edna: Yo me siento muy gratificado por sus palabras.
Eliminarvaya con el jubilado eh
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