Hermoso oxímoron que añadir a la colección, Gregorio: "nuevo fanatismo". Si el pavor y el estupor ante lo real nos acompaña desde que ampliamos la capacidad craneal para distinguirnos definitivamente de otras especies cercanas, nada tan antediluviano como el fanatismo. Templo y temblor fue, parafraseando al danés, la historia de la Humanidad hasta ayer mismo, como quien dice.
Hermoso oxímoron que añadir a la colección, Gregorio: "nuevo fanatismo". Si el pavor y el estupor ante lo real nos acompaña desde que ampliamos la capacidad craneal para distinguirnos definitivamente de otras especies cercanas, nada tan antediluviano como el fanatismo. Templo y temblor fue, parafraseando al danés, la historia de la Humanidad hasta ayer mismo, como quien dice.
ResponderEliminarIgual que naturaleza no tolera el vacío, el hombre no tolera el sinsentido, así que cuando desterramos a la razón entronizamos a los ídolos.
ResponderEliminarYa decía Ortega que en nuestro tiempo los que abominan de la razón nos ofrecen... ¡mitos!