Como ya dije en un post anterior, Luois Budenz fue el dirigente del Partido Comunista Norteamericano que animó a Ruby Weil a contactar con Sylvia Ageloff, poniendo así en marcha el proyecto de asesinato de Trotsky. Al poco tiempo Budenz se hizo anticomunista. Aquí tienen ustedes una prueba.
Viendo esta imagen
ResponderEliminar¿Se hizo anticomunista o se hizo pasar por tal?
Hace muchos años, cayó en mis manos un viejo volumen de la colección Austral titulado "El comunismo y la conciencia occidental", publicado originalmente en 1948. Su autor, el arzobispo Fulton J. Sheen, autor prolífico y estrella de la televisión, llegó a tener una gran influencia en su época. Al parecer, se le atribuye el mérito de la conversión al catolicismo de un buen número de personajes destacados. Entre ellos, Louis Budenz.
ResponderEliminarSi continuamos por este camino, y siguiendo la teoría de los seis grados de separación, pronto acabaremos hablando de Tony Leblanc. ¿Qué tiene que ver Tony Leblanc con esta historia? Escarbemos un poco y lo averiguaremos.
Pediría perdón por sus pecados, supongo...
ResponderEliminarDon gato, ande, porfa, no se haga el esquivo y manifiéstese con su verdadero nombre.
ResponderEliminar"...manifiéstese con su verdadero nombre"
ResponderEliminarPor Dios, Sr. Luri, parece usted el padre Karras. A punto he estado de contestar: "Belcebú".
Como diría Bartleby, "preferiría no hacerlo".
ResponderEliminarNo quisiera ser descortés, pero prefiero acogerme a sagrado. El sagrado anonimato.