En la soledad acude a visitarnos lo más cursi de nosotros mismos.
Nadie se emociona con más sincera intensidad que un cursi ante la firma de un cuadro.
La historia del arte tiene por objeto comercializar lo estéticamente correcto.
Si la mona se viste de seda, más futuro para las escuelas de diseño.
El gusto estético que cabe, íntegro, en una historia del arte, repite sabores ajenos.
El arte de una época mide la distancia exacta entre la ciudad y el bosque. Por eso tiene, inevitablemente, la estatura de sus leñadores.
Es cursi el que observa el lugar común con sincero entusiasmo.
El lugar común nos hace anónimos.
no he signat mai cap dels quadres que he pintat, m'ha semblat de sempre un acte de vanitat, mala educaciò i poc respecte pel paisatge pintat. Al cap i a la fi, Déu, no signa la naturalesa.
ResponderEliminarLos aforismos son espléndidos, éstos y sus dos predecesores. Y qué hermoso comentario el que firma Puigcarbó.
ResponderEliminarla primera frase sobre todo la tomo como propia
ResponderEliminarEl arte moderno es una nueva forma de acuñación de moneda que inventó el capital apátrida en 1929 para acumular valores al margen del sistema financiero. Lo que tiene de aspecto artístico es la mera ilustración de ese papel moneda. Que puede ser, ciertamente, excelente.
ResponderEliminarRecorte.
ResponderEliminarhttp://bedejournal.blogspot.com/2011/01/educational-culture-wars.html