Esta tarde he llevado a mi nieto a su primera cabalgata. Creo que él no se lo ha pasado mal (sus 13 meses dan lo que dan de sí), pero yo me lo he pasado en grande. Esto de la cabalgata de reyes es la mejor ilustración que pueda darse de qué cerca estamos aún del estado de naturaleza, es decir, de ese bellum omnium contra omnes que según Hobbes caracterizaba al mal salvaje. Lo que pasa es que los abuelos modernos no tenemos ningún miedo a la muerte cuando saltamos al ruedo con nuestro nieto al hombro dispuestos a abrirnos paso hasta el Rey Baltasar a codazo limpio. No tenemos, por lo tanto, ninguna posibilidad de civilizarnos.
Después en casa he puesto el punto final a mi biografía intelectual de Leo Strauss y lo primero que he hecho ha sido tomarme un nolotil para soportar el dolor de la tendinitis provocada por el teclado compulsivo. En segundo lugar, le he enviado una copia del ensayo a la hija del biografiado, que me ha contestado inmediatamente:
Dear Mr. Luri,
Although my Spanish is not very good, I look forward to working my way through your essay. Many thanks for sending it on.
Best wishes,
JSCEste ha sido mi primer regalo de reyes esta noche.
Bravo!
ResponderEliminarFeliz roscón!
Menos mal que es en Inglés, que si es en kiswahili, ni nos enteramos. Traspasa Ud Froteras.
ResponderEliminarRespecto a los Reyes, crisol de culturas, no vea ud, cómo se apasionan los musulmanes a acercarse a ellos con motivo de los caramelos.
También me lo pasé en grande, el divertimento va in crescendo...aunque el dolor de hombros también.. vimos pasar los Reyes tres veces por tres puntos distintos porque a los cuatro añitos no hay quien los pare. Estoy rebentada
ResponderEliminarHeroico lo del desfile de Reyes, que suele ser más tenso que el bautizo de un gremlin.
ResponderEliminarBien por el libro. A esperar su publicación.
ResponderEliminarDespiadadas, las cabalgatas. Divertidísimas, claro. Que disfrutes de ellas muchos años.