Platón, el viejo Platón, elabora en el Político (285 e-286 a) una diferencia que me parece fundamental: la que existe entre lo primero para nosotros y lo primero en sí.
Lo primero para nosotros es todo aquello sobre lo que recae nuestra preocupación cotidiana en el mundo de la vida, que es el único mundo en el que vivimos. Tiene que ver con Bacallà Salat, que anda ronroneando aquí mismo, con mi nieto que está hoy durmiendo en casa, con la lluvia que siento caer (he abierto la ventana para sentirla más cerca), con ese cruigghhh que hace mi silla al moverme, con el trago de agua fresca que me daré en cuanto acabe esto, con mis relaciones con los vecinos, con las noticias que me preocupan cuando leo la prensa, con lo que considero bueno o malo, con el precio que tienen para mí mis convicciones (¿qué estaría dispuesto a pagar por ellas? ¿mi vida?), etc, etc.
Lo primero en sí es de mucha mayor importancia. Tiene tantísima importancia y es tan superior que en su en-sí no cabe ninguna de mis ridículas preocupaciones. ¿Qué demonios le importa al Universo la melancolía que me produce la lluvia (lo primero para mí no tiene ninguna necesidad de ser original o excelso).
Lo primero para nosotros resulta ser de lo más inconsistente. Es tan inconsistente que todas nuestras preocupaciones acaban barridas inmisericordemente y arrojadas al olvido de lo en-sí. A mis actuales preocupaciones cotidianas les sucederán otras preocupaciones cotidianas no menos actuales y, finalmente, a todo lo mío le sucederá la inactualidad. Lo cual visto con la perspectiva del Todo es de una irrelevancia absolutamente desdeñable.
Lo primero en sí tiene que ver con los seres más grandes y más preciados (megístois oûsi kaì timiôtatos, dice Platón), de los cuales ni tan siquiera disponemos de imágenes que podamos presentar a la vista de los hombres. El más excelso es la propia naturaleza (hablo de naturaleza, no de paisajes o de derechos de los animales: todo esto es sólo primero... o segundo.... o tercero para nosotros). Es lo más grande y, por lo tanto, lo más digno de estudio, lo más relevante, lo que siempre es actual.
Lo primero para mí es que hoy cumplo años. Una absoluta bobada en sí.
P.D. Los dispuestos a enviarme algún regalo,
por favor, pónganse en contacto con mi secretaria.
por favor, pónganse en contacto con mi secretaria.
Tras escribir esto descubro, con espanto una enormidad-para-mí: un mosquito tigre anda rondando, pendenciero, por mi habitación. Las revoluciones estelares siguen, no obstante, impasibles.
Ahora luego te llegará una tarta enorme, no te asustes cuando salga una pilingui de dentro.
ResponderEliminarLa galaxia te desea un felíz día.
¡Felicidades! Considérelo primero en sí. Un día es un día.
ResponderEliminarMoltíssimes Felicitats!!
ResponderEliminarPels mosquits tigres no hi ha res millor que un bon sari :)
Las galaxias seguiran girando inconmovibles, pero a algun@s nos alegra el espíritu leer día a día sus palabras... y poder celebrar hoy aquí. ¡Feliz nueva vuelta alrededor del sol!
ResponderEliminar(Para dormir sin mosquitos, lo mejor es un aparato eléctrico; los hay específicos contra los tigre. Yo no puedo vivir sin él.)
Coñe don Gregorio Felicidades, cuidado no le regalen un libro que se titula La escuela contra el mundo; lo escribe un autor que fisicamente se le parece mucho a ud, y que no tiene pelos en la lengua.
ResponderEliminarSaludos muy cordiales
Qué curioso que Vd. naciera el mismo día que Trotsky empezara a dejar de hacerlo. Feliz día, sr. Luri.
ResponderEliminarDe regalito:
http://elcafedeocata.blogspot.com/2010/08/hace-calor.html#comments
Equivoqué la dirección, ésta:
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=Hom2Ty_MG5o&feature=related
Muchas felicidades Gregorio !! ahora mismo hago un brindis por ud.! un abrazo
ResponderEliminarSea enhorabuena (el cumpleaños). otra cosa: Mientras sea un ejemplar y no el mosquito-en-sí... (y no nos vayamos a los sufijos hegelianos)
ResponderEliminar¡¡¡Felicidades!!!!
ResponderEliminar¡Cent'anni!
ResponderEliminarY lo primero en sí, que se espere hasta mañana (al menos).
Gracias, amigos.
ResponderEliminarFelicidades y un gran abrazo,
ResponderEliminarDiego
Uhm, aún estoy a tiempo: ¡Felicidades!
ResponderEliminarMuchas felicidades, Gregorio.
ResponderEliminarFelicidades, felicidades... Han pasado 6 minutos, pero intuyo que en la prórroga también vale.
ResponderEliminarEso sí, espero que haya resuelto su conflicto con el rondador nocturno y que tenga una noche bien en paz.