Del gran Girolamo Cardano, hermano en laberintitis, ya he hablado en otro lugar, pero como siempre se anda inmiscuyendo entre mis papeles, no puedo por menos de traer hasta aquí una advertencia suya que quizás conviniera tomar en serio (especialmente la segunda parte):
“Los intelectuales, por culpa de la meditación, son menos propensos al amor, puesto que los vapores se desatan con el estudio y marchan desde el corazón hacia la parte opuesta de los genitales, esto es, hacia el cerebro, y por eso engendran hijos débiles y muy diferentes de ellos. Así que les conviene mucho tratar con muchachas guapas y leer literatura erótica; incluso colgar cuadros de mujeres hermosas en sus alcobas y nunca dejar de hacer el amor, sobre todo porque no hay nada mejor para aligerar las preocupaciones”.
¡Allá ya cada cual en la manera que emplea esta recomendación del filósofo italiano!
Como en mi caso, la laberintits de Cardano iba acompañada de una tinitis persistente que le silbaba su monserga de manera incansable. Pero a diferencia de lo que opina mi otorrino, él veía en este ruido la manifestación de un "daimon". Quizás por ello se la tenía jurada a Sócrates, a quien no se cansa de mandar a paseo.
- Fue un grieguecillo intrigante y mentiroso;cascivano, frívolo, ambicioso y engañador.
- Nos desanima a los hombres para que nos dediquemos al cultivo de las ciencias.
- Nos invita a que nos entreguemos a la moral como ciencia, cosa inútil, pues aquí cada cual sale adelante gracias al esfuerzo de su voluntad más que a su ciencia.
- Es necesario que abandonemos las ciencias o que abandonemos a Sócrates.
- Si fue sabio, ¿por qué andaba todo el tiempo diciendo que no sabía nada? ¡Vaya sabiduría estupenda, que hasta los niños la comparten!”
- ¿Qué buscaba con sus ironías y disimulos? ¿Si era honrado, por qué no hablaba con franqueza?
- Si no aceptó dinero por sus enseñanzas, hizo muy mal, porque practicó la competencia desleal, empobreciendo de manera desconsiderada a los maestros que vivían de su sueldo.
- Los dioses nos enviaron a Sócrates por rencor. Cuando aman a un pueblo le envían un buen príncipe, no un plebeyo que siembra la discordia.
Bendito Cardano que le ofrece buenos consejos, lo espero como siempre cuando quiera volver al redil :)
ResponderEliminarMe encanta la mùsica que me encontrè al llegar,(quiero referencia)
Esta usted mejor que nunca querido maestro!
besitos
Sócrates era un sofista más que ha pasado a la eternidad por negar que lo era.
ResponderEliminarUn cordial saludo, doña She y gracias por sus palabras.
ResponderEliminarRespecto a la cantante, se trata de Vanessa da Mata, una brasileira con una voz preciosa, ¿no le aprece?
Geógrafo: No estoy, en absoluto, de acuerdo con usted. Sócrates no era un sofista más, era el más sofista de todos, sin duda. Y Platón lo pone constantemente de manifiesto.
ResponderEliminarExcelente recomendación de Cardano, creo que sólo podría venir del pathos de un renacentista.
ResponderEliminarUn abrazo
PD: felicitaciones por el 1/4, el otro día por una extraña razón mi congratulación no apareció al blog. Juro que nada tuvieron que ver las verdes maquinarias de la envidia!
Casualmente empecé a leer la biografía del galeno a ratos este verano. En ocasiones da la impresión de no estar muy bien de la cabeza, pero respecto al consejo que da a los filósofos me parece acertado. De los hijos de Sócrates se dijo que fueron necios.
ResponderEliminarY de los de Cardano, ahora que lo pienso.
ResponderEliminarIrichc: A mi me fascinó este hombre con sus locuras y sus incongruencias, con su extraordinario saber matemático y su ignorancia de las cosas humanas. ¿Pero sabe usted de algún renacentista que, de acuerdo con nuestros parámetros, pudiera clasificarse de cuerdo?
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