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miércoles, 24 de septiembre de 2008

Huarte de San Juan, zoósofo. I

Juan Huarte de San Juan nació en San Juan Pie de Puerto, capital de la Navarra de Ultrapuertos, en 1529, es decir, 17 años después de que Navarra fuera conquistada por Fernando el Católico. Eso explica que estudiara Humanidades en Huesca y Medicina en Alcalá de Henares y acabara en Linares, donde murió en 1588, y donde está enterrado en la iglesia de Santa María.

Su “Examen de ingenios para las ciencias” (Baeza, 1575) hizo de él uno de los autores hispanos más traducidos y editados en Europa. Motivos no le faltan, porque se trata de una obra llena de sutilezas en la que la psicología y la fisiología se entrelazan hasta hacerse inseparables. Y se entrecruzan de tal modo que Huarte se adelanta a no pocas tesis de Locke y Hume.

Pero aquí no nos detendremos en esta cuestión, sino en la zoosofía del insigne navarro.

“La cantidad del cerebro que ha menester el ánima para discurrir y racionar, es cosa que espanta, porque entre los brutos animales ninguno hay que tenga tanto seso como el hombre. De tal manera que si juntásemos los que se hallan en dos bueyes muy grandes, no igualarían con los de solo un hombre, por pequeño que fuese, y lo que es más de notar, que entre los brutos animales, aquellos que se van llegando más a la prudencia y la discreción humana, como es la mona, la zorra y el perro, estos tienen mayor cantidad de cerebro que los otros, aunque en corpulencia sean mayores.”

De esta constatación deriva Huarte de San Juan observaciones jugosas. Por ejemplo, que la cabeza humana pequeña necesariamente es viciosa, porque le falta seso. Pero si la cabeza grande alcanza su tamaño por la mucha abundancia de materia mal sazonada, es fácil que todo sea huesos y carne y poco seso,
“como acontece en las naranjas muy grandes, que abiertas tienen poca médica y la cáscara muy canteruda”.
Huarte no tiene inconveniente en enmendarle la plana al mismísimo Aristóteles si le parece que dice algo contrario a los hechos. Así, si dice (no sé dónde, pero esta es otra cuestión) que ningún animal hay que tenga la cabeza tan pequeña como el hombre respecto a su cuerpo, él le replica: que abra la cabeza de un hombre y verá que los sesos juntos de dos caballos no alcanzan a tener el volumen de los de un solo hombre. Eso es lo que Huarte ha hallado “por experiencia”.

Y guiándose por su experiencia hasta se atreve a señalar las condiciones que ha de tener el cerebro
“para que el ánima racional pueda hacer con él sus razones y silogismos”.

Y hablando de Navarra: Iñaqui, si vienes el viernes, no te olvides del idiazábal tan extraordinario de Baraibar, por Dios te lo pido .

11 comentarios:

  1. Razón no le falta al insigne Juan Huarte de San Juan. Y la prueba definitiva es que ni una mona ni una zorra ni un perro, ni siquiera un buey o, puestos a ser generosos dos, han logrado ni lograrán hacer de la leche algo tan extraordinario y digno de alabanzas como el queso idiazábal. Ya me lo estoy imaginando en compañía de un buen Palacio de Otazu...

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  2. ¡Qué grande es usted, don Arrebatos!
    Pero le confesaré que últimamente me ha dado por la fusión y he encontrado que el vino que le va de perlas al idiazábal es un buen jumilla.
    ¡Que digan los puristas lo que quieran, que mi paladar tiene razones que los puristas no entienden!
    Por cierto: le voy a confesare una cosa: me estoy comenzando a hartar d elos vinos de autor, tan aromatizados, con colores tan preciosos, con retrogustos exquisitos y lagrimones de Dolorosa, etc, etc... pero debajo de todas estas sensaciones, cuando voy a encontrar el vino, no lo encuentro. Usted me puede orientar: ¿Es una manía de anticuado?

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  3. Respecto a la leche, hay que especificar: La leche de ovejas lachas, no de cualquier otra.

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  4. Este hartazgo de los vinos de autor no es la primera vez que lo escucho. Mi padre hace tiempo que decidió no gastar más de 6€ en un vino. ¿Sabe lo que creo? Que no es más que una forma de quitarle los dineros a los más pudientes, en su afán por distinguirse del pueblo llano. Amén de la retórica que acompaña a este mundillo (habría que hacer un ensayo literario sobre las etiquetas de las botellas).
    Hay vinos tradicionales excelentes desde los 5 a los 15 euros pero claro, si lleva el sello de agricultura ecológica y encima lo firma Alvaro Palacios tiene por narices que ser magistral, ergo le clavarán 50 eurazos.
    Mire, no se lo diga a nadie, pero hay vinos de 3 y 4 euros en el Lidl que estoy convencido de que superarían con nota una cata ciega.

    Por cierto, ¿leyo esto?
    http://www.elpais.com/articulo/Tendencias/restaurante/fantasma/premio/excelencia/elpepitdc/20080922elpepitdc_1/Tes

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  5. iñaKi dice: bueno no estoy muy seguro, ademas despues del susto de Jose Alfredo ya no se que pensar! Pero creo que me daré por aludido con ese Iñaqui, feo de leer pero bonito de oir.

    Ese nombre solo me recuerda a una mujer que nos alquilaba los apartamentos en salou cuando uno era txiki, que lo de la K no lo queria ni ver!!! loco me volvia!! que trauma... en fin....

    Por cierto, ese queso va acompañado con sopresa de las tierras valencianas, para cambiar un poco... Pero uno de los mejores trabajos en su campo!!

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  6. O ENEKO o IÑAQUI, lo demás es claudicación.
    PRO LIBERTATE PATRIA GENS LIBERA AESTATE!!!!!

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  7. Respecto a esa mujer, la recuerdo bien. Una vez le dijo a Guillem: "Qué pobre, tan pequeñico y catalán!"

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  8. Constato la veracidad de las afirmaciones de arrebatos en relación a dicho establecimiento mencionado , en especial el Albariño....

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  9. Huarte de San Juan! Desde mis tiempos de estudiante de magisterio no había oído hablar de él, cuantos recuerdos!

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  10. Los vinos carísimos son un timo, efectivamente, como tantas otras cosas 'de marca', la tontería esa ya ha llegado incluso... a las aguas.

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