Gracias a Henry Corbin conocemos algunos sorprendentes pensadores musulmanes modernos, como Shaykh Hâij Mohammad Karîm-Khâm Kermânî (1809-1870), que no aparecen en las historias de la filosofía musulmana más conocidas.
De Karîm-Khâm Kermânî lo que me parece más llamativo –aunque ciertamente no es que sea un especialista ni en su obra ni en su vida- es el programa educativo que le impuso su padre, Ebrâhîm-Khaân.
Ando dándole vueltas a la idea de proponerle al Conseller Maragall, que en estos momentos está empeñado en sacar adelante una Llei Catalana d’Educació, que imponga en los institutos catalanes esta metodología. Los escépticos de siempre quizás se atrevan a criticar mi propuesta alegando que no ha sido suficientemente experimentada. Menos experimentado estaba el constructivismo, y lo convertimos en ciencia oficial del Estado cuando se aprobó aquella ley orgànica, de tan amargo nombre, la LOGSE.
Sería necesario abrir una hoja para las firmas. Es urgente. Hay que ponerle nombre o, en su defecto, acrónimo impronunciable: LCE/K-KK. Parecería una sección de la IV Internacional.
ResponderEliminarNe gusta, me gusta su idea.
ResponderEliminarPero vamos a ver Don Gregorio, con lo que usted sabe, a veces peca de una ingenuidad... Para hacer lo que usted dice habria que empezar por jubilar a los que estan al frente, no los que estan en frente.
ResponderEliminarUd. propone dar el testigo a aquellos que incluso Ud. nos ha ilustrado con sus estadisticas de fracaso escolar ¿pero no sabe UD. que existe la especialidad de hacer fracasar las buenas ideas?
Querido Rubén: la siesta de la razón produce esperpentos.
ResponderEliminarCon que leyeran un único libro yo me daría con un canto en los dientes.
ResponderEliminarAdemás con el idioma de los móviles nuestros adolescentes despacharían sus sesudos tratados en un par de folios, sin apenas coste para el erario.
ResponderEliminar¡Qué gran equipo de asesores se está perdiendo la ministra de educación!
ResponderEliminarLeido hoy:
ResponderEliminarLos gatos fueron colocados en este mundo para desmentir el dogma de que todas las cosas fueron creadas para servir al hombre.
(Chateaubriand)
Recuerdos a Bacalla Salat
La tengo aquí delante, empeñada en sentarse en el teclado y restregar su nuca contra mi barbilla.
ResponderEliminarLe agradece el detalle, por supuesto.
Querido Luri, raro vería yo que mos trinta alumnos del grupo de 1 º de Bachillerato tecno-científico llegaran a escribir un libro con dos horas semanales de clase. En fin ¿a quién hay que pedirle el milagro? ¿Al conseller?
ResponderEliminarTal vez los hijos de Montilla, en el Colegio Alemán, puedan...
Siempre nos preocupamos de los jovenzuelos. ¿Y los mayores? ¡Salvemos a Montilla!
ResponderEliminarEstimado Gregorio, la propuesta parece interesantísima por más que noto que está en un marco irónico. Creo que la producción haría que los conocimientos se fijen en cierta forma. Aumentaría la capacidad para producir, para expresarse, para abordar los mismos textos.
ResponderEliminarLa única dificultad que le encuentro es que aumentaría el caudal de lo "a leer". Creo que no sólo los chicos sino los adultos cada vez tendemos a esperar menos texto, resúmenes, abstracts, todo procesado. ¿Quién corregiría esos volúmenes? Y sin corrección, sin una vuelta a esas idas escritas creo que el ejercicio no sería del todo eficaz.
Un abrazo