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martes, 11 de julio de 2006

Shine on you crazy diamond

Cuando este blogg comenzó quise dedicarle un post a Syd Barret. Uno tiene sus mitos y no está dispuesto a iniciar aventuras sin llevarlos consigo. Así que lo puse en el frontispicio, como a uno de mis patrones.

Hay por ahí –decía yo- un documental, titulado "The Pynk Floyd & Syd Barret Story" (Sony) que reconstruye su tragedia de ángel caído en la esquizofrenia y el ácido. Desde 1978 vive encerrado en el sótano de su casa, sin mantener casi ningún contacto con el mundo exterior. Cuando sale es para comprar chucherías en Harrod's. Dicen que sólo se alimenta de dulces. Quienes lo han visto cuentan que apenas se reconoce en su figura ajada, lastrada con el peso de un vientre prominente, al genio del pasado.

Hoy sabemos que en sus últimos conciertos con Pynk Floyd, Syd Barret ya no habitaba en este mundo, y que sus locuras no eran genialidades, como creíamos sus rendidos fans, sino manifestaciones de su demencia. Se cuenta que alguna vez apareció en el escenario con una guitarra sin cuerdas.

En sus últimos años había reducido el contacto con los seres humanos hasta el total aislamiento. La humanidad había dejado de tener sentido para él. Algunos lo describían viviendo "in a house with the lower ground windows bricked up", y donde "often sits watching the back door for long periods of time".

Pues bien hoy me enterado que se ha muerto. Tenía sesenta años. Por lo que parece –recojo las palabras de un portavos- “murió en paz hace unos días”. David Bowie se ha referido a él como “un verdadero diamante”, en referencia a la canción que le dedicó Waters: “Shine on you crazy diamond”.

1 comentario:

  1. lo intuí al leer la noticia.Nos estamos quedando tan solitos¡

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