Respondo inmediatamente, con todo entusiasmo, a la provocación lírica de Isabel Romana. He abierto las poesías de Catulo (¿recuerdas,
Para la mayoría de los escritores latinos “cura” da nombre a la preocupación del hombre impaciente, aquel que, ocupado en mil menesteres, es incapaz de dar sosiego a su espíritu. Es el caso de Lucrecio (De rerum natura II.16-19) o del estoico Persio, que abre de esta manera la primera de sus sátiras: “O curas hominum! O quantum est in rebus inane!”. Y por este camino llegamos, inevitablemente la fábula CCXX del hispanorromano Hignio, que comienza: "Estaba Cura atravesando un río..." ¡Qué magnífica obertura! Esta fábula conmovió profundamente a Herder y a Goethe. K. Burdach realizó un interesante estudio sobre la influencia de Higinio en Goethe (Faust und die Sorge, 1923) y, a través de esta vía, la imagen de Cura desembocó en Heidegger quien, en 1925, la comentó con cierto detalle en sus clases del semestre de verano, al mismo tiempo que la estaba recogiendo, en su integridad, en Ser y Tiempo. Según Heidegger, lo que Higinio nos ha querido decir es que el hombre tiene el origen de su ser en la "cura" o "Sorge" y que, en consecuencia, permanece retenido por su origen mientras es en el mundo.
Por eso la aparentemente ingenua exclamación de Catulo está atravesada de sentidos. Volvamos a leerla: "¿Hay mayor dicha que verse libre de curas y llegar a casa exhaustos y con el alma liviana para entregarnos al descanso en nuestro anhelado lecho?"
Maravilloso. Estoy segura de que tus lectores van a disfrutar muchísimo de este post. Suscita muchas curiosidades. Gracias por responder a la propuesta de una manera tan erudita. Me gustaría conocer más a fondo la idea de "cura", y espero que en otro momento continúes con el tema y arrojes sobre él más luz para quienes no estamos fuertes en la materia. Voy corriendo a poner tu entrada en mi post. Saludos cordiales.
ResponderEliminarEn catalán, "tindre cura" es expresión coloquial muy corriente en la actualidad y creo que el uso es familiar del que estás exponiendo.
ResponderEliminarUn saludo.
"Tener cura de" es una expresión que permane en castellano viva hasta Ortega quien, ecidentemente la recupera en analogía con la "Sorge" heideggeriana.
ResponderEliminarFray Luis:
¡Qué descansada vida
la del que huye del mundanal ruïdo,
y sigue la escondida
senda, por donde han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido;
Que no le enturbia el pecho
de los soberbios grandes el estado,
ni del dorado techo
se admira, fabricado
del sabio Moro, en jaspe sustentado!
No cura si la fama
canta con voz su nombre pregonera,
ni cura si encarama
la lengua lisonjera
lo que condena la verdad sincera.
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