miércoles, 22 de agosto de 2007

La amputación como tecnología social.

Al salir del Museo Provincial de Albacete, donde hemos estado degustando despacio algunas de las obras mayores del arte ibérico, hemos comprado el periódico y mientras Pilar me leía los titulares he conducido sin prisas, parándome cada dos por tres a fotografiar futesas, hasta las hoces del Júcar. Y así, a medio camino, me he enterado de que Sarkozy propugna algo así como la castración química para los violadores reincidentes. No sé qué hay, exactamente, de cierto en la noticia, pero el mero hecho de recogerla nos sitúa ante uno de los límites sagrados de la religión laica del presente, uno de cuyos dogmas defiende que el hombre, por definición, nace bueno (o, al menos, inocente) y que si se hace malo no es por una culpa inmanente en él, sino por el azar de exógenas circunstancias desfavorables. Aunque ante el mal reincidente, como el de los violadores, es difícil mantener intacta la fe de Pigmalión, sin embargo nos negamos a creer que no exista algún tipo de terapia reeducadora capaz de salvar la bondad supuesta de la autonomía humana. Aceptar la desnuda presencia de la insociabilidad radical en el corazón de algunos hombres significaría impugnar la beatería presente y defender que además de la higiene social es necesaria –aunque sólo sea en casos excepcionales- la cirugía. Claro que los grandes principios que sustentan la beatería del presente, como los de igualdad, libertad y fraternidad se impusieron a guillotinazo limpio. Pero nosotros, desmemoriados biznietos ideológicos de aquellos revolucionarios, que detestamos mancharnos las manos de sangre (por eso hasta nos hacemos vegetarianos), creíamos posible defender los principios por medio de la lógica, desterrando cualquier forma de amputación física. La amputación (aunque sea química y no de un miembro sino de su función) es, de hecho, la impugnación más radical que se pueda hacer a nuestras buenas intenciones. Sarkozy parece no dudar a la hora de optar por la guillotina (química, evidentemente) para instaurar las prótesis defectivas como tecnología social terapéutica. Las feministas llevaban muchos años gritándolo: “Contra violación, castración”.

El debate promete ser interesante, porque el gesto de Sarkozy nos enfrenta a la herencia de los abuelos, a esa misma herencia que creían poder renunciar los postmodernos.

13 comentarios:

  1. Creo que es un buen camino para evitar males mayores. Abrazos.

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  2. Esperaba que dijeras algo bueno al respecto; has superadc con creces las expectativas centrando tan bien la cuestión.
    Pero, a mi entender, que el "pensamiento Alicia" (para decirlo rápido) sea barrido por ímpetus renovados de guillotina y marsellesa me da pavor. Es decir, preferiría verlas venir desde posiciones conservadoras, cristianas para qué nos vamos a engañar.

    Bajando a la arena de la concreción, en cualquier fragor de otra batalla contra el horror, Sarko nos vende la pena de muerte y, todos, también la gran mayoría de socialdemócratas despistados, aplaudiendo. Bajando aún más, al terreno de la vulgaridad, Sarko tiene algo de "chulo piscinas", que me molesta, pero, en esta Europa fofa de biznietos desmemoriados, tiene todas las de ganar. Mis amigos de izquierda -mi pulsómetro- lo admiran, cada vez menos en secreto, sin embargo Aznar (para provocar, lo nombro) es un fascista, eso lo siguen teniendo clarísimo.
    Buf, qué largo.

    Lola

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  3. Es un problema que se plantea en todas las democracias. Hasta dónde llega el derecho del culpable y hasta dónde el de la víctima. Lo que plantea Sarkozy me temo que no es constitucional, porque si un hombre ya ha pagado su deuda (vía prisión), no se le puede cargar con más penas porque pueda delinquir en un futuro. Es decir, la castración tendría que ser solicitada por el reo y no impuesta por el estado. Otra cosa es endurecer las penas, dejar de lado el concepto de 'reinserción' y tirar hacia prisión completa sin eximentes o prisión acumulativa (por ejemplo, parece que leí que el violador del chandal tenía una pena de 106 años y sale habiendo cumplido 12).
    El señor Sarkozy en su intervención expresó un sentimiento que tiene la sociedad: el de su indefensión frente a estos delincuentes sexuales. Creo que es una sensación que tenemos también frente a los terroristas. La gente piensa que sus penas son muy bajas. Un señor que mata a 25 personas puede salir a los 17 años: la pena le sale a menos de un año por muerte, es decir, 'muy barata'. Lo mismo a un violador.
    Entonces, yo creo que lo que se cuestiona es la posibilidad de la reinserción de ciertos delincuentes. La prisión no sería reeducativa sino puro castigo y serviría para apartar al delincuente de la sociedad. Este concepto choca contra lo que se ha venido defendiendo desde mediados del XIX o desde antes (De los delitos y las penas, de Beccaria).
    No creo que este problema tenga fácil solución y sobre todo, no creo que la propuesta del señor Sarkozy pueda prosperar a no ser que el delincuente sea privado (constitucionalmente) de sus derechos, cosa que parece imposible.

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  4. Antes que la castración, química o no, sería preferible que mejoraran los canales de información, y no sólo en Francia. Porque parece ser que a este violador reincidente que ha precipitado la noticia, le recetaron viagra antes de salir de la cárcel.
    Al preguntarle el porqué al médico penitenciario, este afirmó ignorar los antecedentes penales de sus pacientes.

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  5. Si, como previene don Gregorio, la noticia real responde a los titulares que hemos visto, a mí me parece una burrada.
    Y claro que es porque va contra unos principios, unas convicciones, más o menos señaladas por Luri y asumidas (es un decir) por nuestra sociedad en los últimos siglos. Y me alegro de que sea así. Y no creo que sea beatería ni tonta ingenuidad; creo que es civilización, que es ir a mejor a pesar de los obstáculos que nosotros mismos ponemos (o somos).

    Pero es que, además, ese razonamiento conduce, del mismo modo, a amputar manos a ladrones y violentos, sacar ojos y oídos a espías, practicar neurocirugía (cuando evolucione algo más) para privar de ciertas funciones a multitud de delincuentes y, en última instancia, por supuesto, a la pena de muerte (por ejemplo, a los terroristas de los que se hablaba).

    Un abrazo.

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  6. Hay paises en los que si te pillan robando te cortan una mano y aunque es duro ver imagenes de niños sin manos por robar una manzana para comer, pienso que el ojo por ojo diente por diente en algunos casos es una buena solución, claro que en otras no lo es ni de coña.

    Saludos!!!

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  7. Quizá sea más fácil hacer una campaña de marketing a favor de los violadores y convertirlos en machos men o algo así.

    Dada la bajeza moral de europa, seguro que encontramos un sitio para los violadores.

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  8. Por cierto, yo no soy biznieto de esos salvajes.

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  9. Os voy a decir la verdad: No me atrevo a contestaros. No quiero improvisar una respuesta. El asunto es peliagudo y, efectivamente, está lleno de aristas. Con la vuelta de la política (creo que esto no puede negársele a Sarko) parece haber regresado también la tentación de ofrecer respuestas "fáciles" e inmediatas a problemas complejos.

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  10. Es una involución en la aplicaron del derecho , de dudosa legalidad , deberían examinarse otras medidas coercitivas que no influyeran en la esfera de los derechos personales del reo, de todas formas estamos en el resbaladizo tema de justicia y ética

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  11. ¡Qué malo es el zarko! ¡Picaruelo! ¡Picaruelo! ¡Mira que querer poner trabas a la evolución!

    Háganme caso. Lo mejor es convencer a la población de que los violadores son machos men. Y las violadas (o violados) unos quejicas.

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  12. En "Timesonline":

    "Super-Sarko is vain, self-obsessed and cruel but he also shows a vulnerable, childlike side, along with an absolute confidence in his own judgment, according to Yasmina Reza, France’s most celebrated playwright".

    http://www.timesonline.co.uk/tol/
    news/world/article2309432.ece

    Tumbaíto: A mi me interesa muchísimo el fenómeno Sarko. Por eso precisamente me parece necesario seguirlo con precaución.

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  13. las medidas de castración la inocuizacion del sujeto objeto de punibilidad. lo cierto es que resulta econonómicamente más factible la aplicación de esta medida ya sea de manera química o quirúrgica en lugar de un tratamiento psicológico y la aplicacion de medidas de reinsercción social.
    cabe destacar que, la castración química sólo se manifiesta efectiva cuando se aplica a supuestos de parafilia (instinto sexual extremadamente anormal vinculado a fantasías) como es el caso de la mayoría de los pedófilos, pero no supone mejora en el caso de quienes tienen tendencia a un comportamiento sexual violento.
    en cualquier caso, la sociedad debe saberse susceptible de peligros, esto no es nuevo, al mismo tiempo debe saberse el entorno de ese peligro y la única solución a través de sus subsistemas.
    caminemos hacia delante, investiguemos, socialicemos y abogemos por las facultades humanas... la realidad social debe avanzar, no ser castrada.

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