La falta de lógica, de racionalidad y de verdadero diálogo que nos hemos dado. Y todo ello, no impuesto por ninguna tiranía, sino articulado por supuestos pensadores, fruto de nuestra libérrima y abierta sociedad.
Aunque no viene al caso, he aquí un artículo que realmente me ha animado: http://www.theatlantic.com/education/archive/2014/04/plato-to-plumbers/361373/
Siempre he sospechado de la palabra "merecer". "Tienes lo que te mereces" me suena al "Justiciero Enmascarado" que ha llegado a la Tierra para redimirnos y establecer la rectilinea ecuanimidad que solo él cree que sabe imputarnos.
Con el "Tenemos el subconsciente que nos merecemos" me pasa lo mismo sobre los correspondientes ángulos, claro.
El subconsciente que tenemos, como el ADN, los pies, el cortex cerebral, la suegra, las orejas o las manos --tanto monta, monta tanto--, son productos del desarrollo filogenético de la especie --excepto la suegra que sólo es un sobresalto-- en el cual, el "merecer o no merecer" es axiología embrionaria e ideologia de amos-esclavos, y, peor aún, coartada inequivoca para que los jodedores justifiquen sus cepos y candados.
Voy mas lejos: creo que nada de lo que tenemos nos lo merecemos. Y ésta es la tragedia que nos consume a diario.
La falta de lógica, de racionalidad y de verdadero diálogo que nos hemos dado. Y todo ello, no impuesto por ninguna tiranía, sino articulado por supuestos pensadores, fruto de nuestra libérrima y abierta sociedad.
ResponderEliminarAunque no viene al caso, he aquí un artículo que realmente me ha animado:
ResponderEliminarhttp://www.theatlantic.com/education/archive/2014/04/plato-to-plumbers/361373/
Un paso más: somos lo que nos merecemos.
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ResponderEliminarSiempre he sospechado de la palabra "merecer".
"Tienes lo que te mereces" me suena al "Justiciero Enmascarado"
que ha llegado a la Tierra para redimirnos y establecer
la rectilinea ecuanimidad que solo él cree que sabe imputarnos.
Con el "Tenemos el subconsciente que nos merecemos"
me pasa lo mismo sobre los correspondientes ángulos, claro.
El subconsciente que tenemos,
como el ADN,
los pies,
el cortex cerebral,
la suegra,
las orejas o las manos
--tanto monta, monta tanto--,
son productos del desarrollo filogenético de la especie
--excepto la suegra que sólo es un sobresalto--
en el cual, el "merecer o no merecer"
es axiología embrionaria e ideologia de amos-esclavos,
y, peor aún,
coartada inequivoca para que los jodedores
justifiquen sus cepos y candados.
Voy mas lejos:
creo que nada de lo que tenemos nos lo merecemos.
Y ésta es la tragedia que nos consume a diario.