Los que, de verdad, no descansan nunca, son los tontos. Eso sí que es deprimente.
I Lo que espero de un funeral religioso ya no es que los familiares del finado sean religiosos, sino una palabra de sinceridad del cura, un...
Los que, de verdad, no descansan nunca, son los tontos. Eso sí que es deprimente.
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