Hoy he enterrado a otro amigo. Esto se va convirtiendo en una triste rutina. La viuda me pidió que hablara en el funeral porque, según me dijo, yo lo conocía bien. Pero allá, con la palabra en la boca, frente al ataúd del amigo, no estaba seguro ni de conocerme a mí mismo. He intentado ser honesto, pero la honestidad me sabía a poco. Únicamente el silencio que se me iba interponiendo entre las palabras me parecía justo, adecuado. ¿Qué demonios está haciendo uno cuando está hablando de su amigo frente a su cuerpo sin vida?
hablando de la nada infinita, eso es lo que está haciendo.
ResponderEliminar¿Lo que debe?
ResponderEliminarPuta vida, puta certeza.
ResponderEliminarBuenas noches desde México tenga usted Gregorio Luri, verá, de la muerte sabemos poco, y de la vida, sabemos apenas un poco más. No quiero desvirtuar su pregunta, pero le quiero compartir algo que en éste país se celebra en estas fechas; como bien sabrá, entrado el primero de noviembre, acostumbramos poner ofrendas a nuestros muertos, cosa que no ha cambiado en siglos. Pero, ¿A qué viene?, es simple, a que para nosotros y nuestra cultura, mezcla de lo ancestral con lo europeo, tenemos una dialéctica en las tradiciones y festividades, porque en origen la celebración que le comento se llevaba a cabo en el noveno mes solar azteca, osea por agosto, y es, precisamente por la mezcla que se recorrió al mes de noviembre para festejar a los santos. En fin, el recuerdo de la ofrenda o altar, es para convivir con nuestros deudos, y nos refiere que la muerte es un camino más para la verdadera vida (incluso aquí se acostumbra colocar nuestras propias calaveras, simbolizadas en un cráneo de azúcar o dulce, que en la parte superior tiene nuestro nombre o el de los que hayan montado la ofrenda, unos dirían que es burlarse de la muerte), que no estamos lejos, pese a que nos duela la perdida terrenal de alguien, nos debe alegrar que ya partió a un lugar mejor, y apegados a la tradición mexicana, camino a su paraíso personalizado.
ResponderEliminarA pesar de lo que le comento, no considero fácil la perdida de un ser querido, la tanatología que forma parte de mi pueblo me prepara para recibir hasta mi propia muerte, pero no deja, como lo comenté, que sea fácil de asimilar, cómo una idea o como una máxima. Querido Gregorio Luri, lamento profundamente su situación y la de la familia de su amigo, pero al hablar frente del cuerpo sin vida de su amigo, usted habló de su memoria y de lo que de él vive en usted, que como dijo la viuda, lo conocía bien.
En algún lugar leí: "memento mori" "recuerda que eres mortal"; creo que así también podemos mirar la muerte, al menos diría yo, por parte de nuestra herencia europea.
Miran a quien escribe y lee y piensa como una especie de oráculo o de taumaturgo, cuando no de milagrero, como en la emocionante película de Dreyer, La palabra. Pero ante realidad tan de tomo y lomo como la ausencia definitiva, es difícil siquiera componer el tipo y mucho menos decir. Con motivo del fallecimiento de mi padre, tuve que refugiarme en las Coplas de Manrique, una selección más o menos hilada de las cuales leí de forma harto entrecortada.
ResponderEliminarSupongo que en ese caso pensaría, entre otras cosas, en qué diría otro amigo de mí...
ResponderEliminarhttp://antoniopriante.wordpress.com/2013/07/22/cuando-yo-no-este/
Lo unico con lo que no puede la sociedad materialista és con la muerte,
ResponderEliminarde todo eso no nos llevaremos nada...
Por lo tanto :
No és la muerte el mas humano de todos los temas ?
La conciencia que moriremos nos lleva a vivir de buena manera y vivir de buena manera nos lleva a morir bien.
Que expression : "morir bien"
Acaso no és esta, una de las razones de peso en nuestra vida ?
Cuando murio mi padre hace tres meses, yo les dije a algunos : murio bien.
Las caras son de antologia...verdadera perplejidad.
Ante la muerte, somos analfabetos ? No sera este nuestro problema ?
La muerte muestra la verdad, verdad ?
La muerte da una luz especial a todas las cosas, la muerte és reveladora...
Pocas cosas ayudan tanto a los hombres como el saberse en camino a la muerte.
Un Lama tibetano fue a visitar a un morinbundo, este le dijo :
" me estoy muriendo"
El lama contestó : ahh!! como yo...
Lo siento mucho. Por desgracia, siempre nos damos cuenta de determinadas cosas cuando ya es tarde.
ResponderEliminarUn abrazo