Me parece que el optimismo no es una elección sino algo casi que vá en los genes.En todo caso,más que cobardía sería una incapacidad para ver la realidad
Quizá el mundo marcharía mejor sin políticos optimistas.Marx pensaba que la Historia por fuerza tenía que ir a mejor .Que lo pensaran él y otros coetáneos era lógico,pues se vé que eran conceptos que se manejaban en esos momentos pero se convirtió en cuestión de fé y por desgracia en esas seguimos
Me temo que la frase de Spengler requiere contexto para ser cabalmente entendida. El se refería, creo, al optimismo con respecto al futuro de la civilización occidental.
Que no se me olvide, D. Gregorio: hoy tenemos en Jot Downun artículo de Jorge Bustos con enjundia filosófica.
Sí, hoy tocaba misa y Bustos. Respecto a Spengler, tiene usted posiblemente razón, pero me gusta el juego de lanzar la frase completamente descontextualizada al mar, como si fuera un actor desorientado de una comedia que de su papel sólo recuerda una frase... y la cosa, al menos para mí, tiene su qué. Algunas vueltas que le he dado al asunto: - El optimismo es como el humanismo, una ironía. - Y como el sentido, una ironía necesaria. Terapéutica al menos. - ¿Y si estamos condenados a asistir al espectáculo de la tragedia creyendo que se trata de una comedia? ... En fin, futesas del día de San Bruno. Por cierto el celebrante de la misa, todo un señor obispo, ha dejado ir en su sermón un "hermanos y hermanas" que en la matriz cartujana sonaba a herejía.
Me parece que el optimismo no es una elección sino algo casi que vá en los genes.En todo caso,más que cobardía sería una incapacidad para ver la realidad
ResponderEliminarGramsci hablaba del optimismo de la voluntad...
ResponderEliminarQuizá el mundo marcharía mejor sin políticos optimistas.Marx pensaba que la Historia por fuerza tenía que ir a mejor .Que lo pensaran él y otros coetáneos era lógico,pues se vé que eran conceptos que se manejaban en esos momentos pero se convirtió en cuestión de fé y por desgracia en esas seguimos
ResponderEliminarAunque la vida personal de Gramsci sí es un ejemplo de voluntad
ResponderEliminarMe temo que la frase de Spengler requiere contexto para ser cabalmente entendida. El se refería, creo, al optimismo con respecto al futuro de la civilización occidental.
ResponderEliminarQue no se me olvide, D. Gregorio: hoy tenemos en Jot Down un artículo de Jorge Bustos con enjundia filosófica.
Sí, hoy tocaba misa y Bustos.
EliminarRespecto a Spengler, tiene usted posiblemente razón, pero me gusta el juego de lanzar la frase completamente descontextualizada al mar, como si fuera un actor desorientado de una comedia que de su papel sólo recuerda una frase... y la cosa, al menos para mí, tiene su qué.
Algunas vueltas que le he dado al asunto:
- El optimismo es como el humanismo, una ironía.
- Y como el sentido, una ironía necesaria. Terapéutica al menos.
- ¿Y si estamos condenados a asistir al espectáculo de la tragedia creyendo que se trata de una comedia?
...
En fin, futesas del día de San Bruno.
Por cierto el celebrante de la misa, todo un señor obispo, ha dejado ir en su sermón un "hermanos y hermanas" que en la matriz cartujana sonaba a herejía.
Diría que el optimista es un cómplice, o más bien un colaboracionista. Debieran trabajar extra para ganarse siquiera el mínimo de nuestra confianza
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