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miércoles, 22 de mayo de 2024

Pensar

 I

Ayer, penúltima sesión del seminario "Después de la orgía", en Madrid. La invitada era, en este caso, Chantal Delsol. Ha sido un lujo conocerla. Es una mujer sabia, discreta y asequible, con las deas muy claras y el coraje de exponerlas aunque vaya a contracorriente.

II

Hay en ella como una fragilidad física que desaparece en cuanto comienzan a salir ideas fuertes en la conversación. Entonces aparece la mujer fuerte, contundente y rigurosa.

III

Recientemente le pedí un ensayo para la editorial Rosamerón a un profesor universitario. Me dijo que sí. Y el sí, a mi parecer, era entusiasta. Pero un par de semanas más tarde me contestó que era incapaz de escribir cumpliendo con la condición imprescindible que yo le había puesto: nada de notas a pie de página. No estaba interesado por su capacidad para recolectar opiniones ajenas, sino por su capacidad para tener ideas propias.

IV

El lunes un catedrático de una universidad de Madrid me reconoció que se sentía inseguro sin armar su discurso con citas. ¿A que se debe esta incapacidad para pensar sin el blindaje de una cita de autoridad? Sin duda se debe a la falta de convicciones firmes.

V

Si aquellos a los que citamos fuesen meros receptores de ideas ajenas no hubiera merecido la pena citarlos. Los citamos porque los vemos con ideas propias. Entonces, ¿por qué no esforzarnos por tener también nosotros nuestras propias ideas?

VI

Lo he dicho y lo repito: la prudencia no es una virtud teórica. Debiéramos enseñar a nuestros jóvenes a pensar imprudentemente y a comportarse prudentemente. Si no lo hacemos, no tiene sentido que vayamos pregonando todo el día la importancia del pensamiento crítico. Una cosa es el pensamiento crítico y otra el pensamiento blindado.

3 comentarios:

  1. nuestros jóvenes, ya sea en bachillerato o en la facultad, deben exponer sus argumentos de entendimiento razonado y justificado con citas de respaldo. Solo faltaría, como en cualquier ciencia o saber.
    Otra cosa es escribir artículos como si fueras Einstein a punto de recibir el Nobel. O bien escribir artículos de opinión y libros de ensayo o novela, en tales casos ya no eres aprendiz de conocimientos ajenos sino maestro de los propios

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  2. A un aspirante a Grado o doctor, no le aconseje eso por favor, a la hora de hacer su tesis.
    Y además, le tomó una de sus citas, uno siempre piensa a hombros de gigantes.

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  3. ¡Que gran aforismo!

    "Debiéramos enseñar a nuestros jóvenes a pensar imprudentemente y a comportarse prudentemente".

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