1
No suelo utilizar la expresión "pensamiento crítico" porque hace tiempo que descubrí que solemos entender por tal el pensamiento que coincide con el nuestro. Prefiero hablar de "pensamiento riguroso", que sería el pensamiento capaz de dar razones de sí mismo.
II
Hay cuatro enemigos del pensamiento riguroso: la opinión, el autismo, la agrafia y la cobardía. Vamos por partes.
III
La opinión es lo que fomentamos de manera industrial en los centros educativos cuando animamos a nuestros alumnos a que enjuicien lo que no comprenden. Los animamos, por ejemplo, a que nos digan lo que piensan de un texto de Platón cuando no tienen ni idea del pensamiento de Platón. Obviamente, después de que han dicho lo que se les ha pasado por la cabeza, se consideran con derecho a apartar a Platón de su camino intelectual. De esta manera nuestros jóvenes salen de nuestros centros sintiéndose autorizados a juzgar lo que no comprenden: a Colón, a Felipe II, a Aristóteles o a De Kooning.
IV
Platón decía que el pensamiento es el diálogo interiorizado, pero eso significa que para pensar bien hay que dialogar bien. A mi modo de ver lo que honestamente le podemos pedir a un diálogo no es un acuerdo, sino la clarificación de nuestras posiciones. Obviamente, no puedes pensar con rigor si por incapacidad para dialogar eres intelectualmente un autista.
V
Escribir no es solo un medio de transmitir ideas es, sobre todo, un medio de tenerlas. No hay sustituto para este aprendizaje. Ante la hoja en blanco estamos solos con nosotros mismos y con nuestras ideas que a medida que van tomando forma precisa en el texto nos van interpelando de una manera que no sospechábamos al ponernos a escribir. La escritura es el maestro más exigente, nos enseña coherencia.
VI
La cobardía, esto es, el blindaje tras las opiniones ajenas con lo cual en vez de pensar por tu cuenta haces una colección de "textículos" ajenos (con perdón). Decía Séneca que está muy bien ir de flor en flor recolectando polen, pero que lo importante era la miel que se puede hacer con él. La valentía es el coraje de hacer miel.
Es curioso este mundo. El mundo está loco.
ResponderEliminarReleyendo estos días a Sokal, quién critica a los autores postmodernos y no para de coleccionar citas de ellos, para luego resumir en dos frases después de cada cita, "que eso no se entiende". Y el tipo se queda tan a gusto. O sea que se queja de la falta de argumentación de los filósofos y él hace lo mismo en su crítica.
Otro ejemplo de la locura de todo esto: me encuentro con un libro hecho por un coronel del ejército israelí que trata de mostrar cómo ellos aplican las teorías de D&G en MM para luchar contra Hamás.
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ResponderEliminarSobre IV. Los diálogos de Platón son el ejemplo peor de lo que debiera ser un diálogo. Pues Sócrates es un tramposo cruel que lo que pretende es todo menos dialogar sinceramente con su adversario. Lo que pretende es conducirlo al ridículo y burlarse de él, desde una pretenciosa sabiduría omnipotente de naturaleza platónica.
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EliminarLos diálogos de Platón, don Enrique, no son diálogos de Sócrates con alguien, sino diálogos del lector con Platón.
Eliminar"Le texticule" es un "invento" de Raymond Queneau que han utilizado algunos escritores franceses más.
ResponderEliminarBaltasar G.M.
Eliminar"Escribir no es solo un medio de transmitir ideas es, sobre todo, un medio de tenerlas."
ResponderEliminarExcelente aforismo para su próximo aforismario.
Gracias.
ResponderEliminarPara pensar no solo es necesario inventar o pensar por uno mismo. Hay que argumentar apoyado en nuestras fuentes históricas de la tradición. Y para eso hace falta citar para demostrar. Otra cosa es citar y pegar como pedazos de un patchwork. Pero cuando citas encadenadamente siguiendo una armonía entonces la escritura científica o académica resuena como un concierto de Bach
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