miércoles, 21 de abril de 2021

Portez-vous bien

Me escribe B:

On m’opère à 13h. La hâte que ce soit fait est plus forte que la peur de passer sur le ‘’billard’’.  Ces dernières journées, et surtout les nuits, ont été cauchemardesques. 

Voilà, ‘’alea jacta est’’!

Portez-vous bien. Salud!

A mí, B., no me importaría portarme mal de vez en cuando, pero no se me presenta la ocasión. Suelo ser bueno no tanto por mérito propio como porque me ha tocado en suerte un demonio perozoso que con tal de no trabajar, ni me tienta. Soy bueno sin mérito. Claro que mi edad -¿para qué engañarnos?- algo tiene que ver con la mandra del demonio.

A primera hora de la tarde he acompañado a mi mujer a Badalona. Le han puesto la vacuna contra la Covid. Por ahora, sin problemas. En casa respiramos un poco más profundamente.

He comenzado a leer La España real de Julián Marías. Tengo amigos muy apreciados que son entusiastas de Marías y entre ellos uno, especialmente querido porque nos une San Miguel de los Navarros, que es biógrafo suyo. A todos les parece muy razonable y a mí es eso, precisamente, lo que me aleja de él. Efectivamente: todo en Marías es razonabilísimo. Todo convence. Todo es mesurado, sensato, tranquilo. Todo está bien argumentado y bien escrito... pero nunca te pone una zancadilla, nunca te da un susto, nunca te asoma al abismo, nunca te provoca una malestar, te contagia una perplejidad, te obliga a apartarte de su escritura para emerger y tomar una bocanada de aire...

8 comentarios:

  1. Mis mejores deseos para B. y que se recupere pronto..... Don Julián Marías es simplemente genial. No hay día que no relea un texto suyo, que no lo tenga presente, que no haga mía alguna de sus reflexiones, sin él yo sería algo diferente y seguramente peor. Es cierto que no comparto su religiosidad aunque sí su religión; pero, don Gregorio, permítame, aunque solo sea por una vez, discrepar de lo que dice, porque en él, en su obra, todo es radical, puesto que va a la raíz de las cosas, a su autenticidad, a la persona, y todo sin ser afectado, banal o superfluo, sin rechazar la contienda cuando es preciso aunque sea como un Quijote contra molinos de viento, aunque su pensamiento y su obra se vaya diluyendo en el recuerdo y tenga poca o nula repercusión hoydía.... no lo conocí pero me consta por quienes sí lo hicieron que fue bueno con mérito, o más bien que lo fue como se es limpio y aseado: por costumbre, y sobre todo que fue valiente como pocos, en cierta forma creo que leerlo me obliga a exigirme un plus de autenticidad. Y sobre todo, quienes lo leemos, no podemos evitar sonreírnos cuando pensamos que "oscuro e incierto se presenta el reinado de Witiza".

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tiene usted todos mis permisos para discrepar... y, además, no descarto que la razón esté de su parte.

      Eliminar
    2. De B.: "Et merci à don Joaquin pour ses vœux. Je partage un goût avec lui, celui de Marias, mais pour moi c’est le fils Javier.
      Il est temps que je dorme."

      Eliminar
  2. Yo tampoco tengo ya edad para ser mala. Un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Alguien dijo una vez que a partir de cierta edad das buenos consejos para compensar el hecho de que no puedas dar malos ejemplos.

      Eliminar
  3. Soy otro forofo de Marías, y por tanto hoy discrepante. Lo conocí porque suyo era uno de los dos libros de texto que utilizábamos en Filosofía en 3º de BUP (su Introducción a la Filosofía, igualito que en el Bachillerato actual). Por eso, cuando en COU teníamos que ir a conferencias para preparar selectividad, fui a uno de sus cursos, en este caso sobre historia de España (el que luego daría origen a su España inteligible). Desde entonces, acudí regularmente a sus cursos hasta poco antes de su muerte, leí algunos libros más y he seguido sus artículo en prensa.

    No he estudiado, sin embargo, Filosofía de forma sistemática, y quizás por eso no veo a Marías así. Me descubrió muchos mediterráneos, me ayudó a entender muchas cosas y algunos principios que intento mantener en mi vida diaria (no mentir ni mentirme, buscar la claridad a toda costa cuando escribo, o la liberalidad en la educación de mis hijos) están basados en su ejemplo.

    Yo al menos sí encuentro giros inesperados, radicalidad (como explica muy bien el Sr. Rodríguez en un comentario anterior), emoción, la necesidad de parar de leer. Sobre todo en su Antropología metafísica o en el inmenso Breve tratado de la ilusión. En una primera mirada, puede parecer que, con su claridad expositiva, las conclusiones son obvias, pero "remiradas" a mí me llegaron a menudo al corazón.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Abrazo recibido. Marías es, sin duda, un magnífco introductor a la filosofía. Magnífico, insisto. Esta misma mañana, leyendo "La España real", he subrayado páginas enteras. La claridad lo acompaña y por eso se le echa tanto en falta. Pero nunca te deja abandonado en la oscuridad, perdido en la intemperie. ¿Es esto pedirle demasiado a Marías? ¿Es pedirle demasiado a la filosofía? En cualquier caso, seguiré leyendo con ineres a Marías.

      Eliminar
  4. The seductions of clarity
    https://philarchive.org/rec/NGUTSO-2

    ResponderEliminar

La Isla de Siltolá

 I Finalmente, después de varios intentos fallidos, el mensajero nos ha encontrado en casa y me ha entregado los ejemplares de Una triste bú...