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viernes, 22 de julio de 2016

Balada del león enfermo

"Cuando un león está enfermo -escribe Claudio Eliano-, nada le causa mejoría. El único remedio contra la enfermedad es devorar un mono." Se encuentran muchas afirmaciones de este tipo entre los antiguos. El mismo Eliano asegura que, según Aristóteles, el palomo no monta a la paloma hasta que la ha besado, "pues sin ese beso las hembras no permiten el comercio con el macho". Es decir, que ni tan siquiera los filósofos, que tienen por oficio cuestionarlo todo, actuaban en todos los casos con profesionalidad.

Sin embargo estas historias a mi no me resultan tan antiguas. Me recuerdan a mi infancia. A las cosas que contaban las mujeres mientras desgranaban maíz o habas o preparaban las morcillas de la matanza en el fuego de la chimenea. ¡Cuántas historias no habré oído yo en mi niñez sobre el "duende de Zaragoza"! Sin embargo las personas que creían en estas cosas no vivían en un mundo mítico. Eran perfectamente racionales en sus transacciones comerciales o en sus labores agrícolas y se daban unos a otros los consejos más sensatos cuando necesitaban ayuda o consuelo. 

Tengo la sospecha de que todos reservamos una parte de la realidad, para mantenerla lejos del influjo de la lógica. Lo que ocurre es que si está lejos de la lógica, también está lejos de nosotros. Sólo resultará visible a nuestros hijos o nuestros nietos, que se reirán de nuestras cosas como nosotros nos reímos de las de nuestros abuelos.

Y ya que hablamos de cosas singulares, ya me dirán ustedes si no es singular el ranking de los países de procedencia de los visitantes de este café:


6 comentarios:

  1. Don Gregorio, yo tengo el convencimiento (por llamarle de alguna manera) de que logos y mitos siempre acaban en una especie de suma cero. Es decir, que vamos racionalizando parcelas de la realidad al mismo ritmo que mitificamos otras nuevas. Esa es la razón, seguramente, por la que hoy mitificamos la ciencia. Me parece que, en el fondo, necesitamos mitificar para mantenernos a flote, pero no podemos sobrevivir si al mismo tiempo que nadamos no sacamos la cabeza del agua para respirar el aire de la razón. Cuando leo a Opiano o a Eliano o a Plinio sobre temas de pesca, a los que a veces me dedico como parte de mi investigación, me llama la atención , en efecto, la cantidad de cuentos absurdos que recogen sin cuestionarlos. Al final, he llegado a la conclusión de que se trata de creencias religiosas y ésas difícilmente se racionalizan. Al contrario, se plasman en cuentos. Me explico: muchas de estas historias hablan de simpatías y antipatías entre distintas clases de peces o entre peces y otros animales, como los peces que se enamoran de cabras o de adolescentes y salen del agua para alcanzar su amor. Hasta Opiano habla de una clase de pesca que llama “por amor” y que se aprovecha de estos enamoramientos de los peces que buscan la compañía humana. Esas antipatías y simpatías creo que no son sino ejemplos de las creencias estoicas acerca de las fuerzas de amor y de odio que mueven el mundo. Luego, me he fijado lo frecuente que son ciertos temas en mosaicos como la lucha de la cigala y el pulpo y he creído identificar en ellos el recurso a la simbología sobre un tema religioso parecido (la lucha de contrarios: lo blando y lo duro)… No sé si esto vale para todos los cuentos literarios o la mayoría no son, en efecto, sino meras historias de vieja… pero es una interpretación posible. No sé, se me ocurre que los milagros de Nuestra Señora de Berceo no sería más que una colección de historias fantásticas increíbles si no estuviera por medio la fe religiosa que las unifica a todas como resultado de la devoción a la Virgen. La religión tiene esos recovecos…

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  2. Luego están los tópicos literarios que se repiten por su prestigio. Estoy pensando en la descripción que hace Opiano de los atunes como una falange de guerreros rodeada por las redes que los cercan (una almadraba de vista y tiro). Compara también esta pesca con el asedio a una ciudad... todos ellos por lo visto temas de resonancias muy homéricas...

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  3. ¡Cómo le agradezco sus comentarios, don Enrique!
    Yo me quedo con aquello de Herman Melville en Moby Dick: "La fe, como un chacal, siempre busca su alimento".

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  4. A mandar. Y que no falte carnaza para la fiera.

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  5. Es que cuentas unas cosas muy interesantes.

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  6. Le paso la mía, por lo de las comparaciones provechosas. Polonia se me ha ido metiendo poco a poco, últimamente, pero, hasta hace poco, Estados Unidos estaba por encima de España...
    España
    Estados Unidos
    Alemania
    Francia
    México
    Rusia
    Argentina
    Colombia
    Polonia
    Ucrania
    900

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