Lo he comprobado: los estudios que aseguran que los deberes no sirven para nada han sido elaborados a partir de las opiniones de los alumnos, que no parece la perspectiva más objetiva.
Espero que no hayas dejado de analizar el de la OMS, que propició titulares sublimes en la prensa. Le dediqué unas palabras que, abusando de tu hospitalidad, enlazo: http://elmati.cat/article/4934/llegir-informes-de-l-oms-pot-perjudicar-la-salut
Posiblemente me equivoque. Yo no soy "maestro"; es decir, no tengo lo que antes se llamaba el CAP. Pero estoy en el mundo de la formación: profesional e incluso universitaria. NO dudo de que hay que explorar nuevos métodos y maneras. De acuerdo. Pero me parece absurdo (de toda absurdidez que diría aquél), renunciar a lo que sabs que funciona. ¿Por qué eliminar los deberes? ¿para no traumatizar a los alumnos? ¿Porque la tarea se hace en el Aula y la vida es para vivirla? ¿Cómo se van a interiorizar los conceptos recibidos en el Aula? ¿Cómo se van a adquirir las habilidades para utilizar esos conceptos si no es con su práctica?
El sentido común no es una propiedad exclusiva de los maestros (¡gracias a Dios!). Podemos discutir sobre la cantidad y la cualidad de los deberes, pero no sobre su necesidad, especialmente en un tiempo en el que estamos viendo emerger una nueva elite cognitiva.
Apreciado sr. Luri Mi hija, que anda en los 24 años, cursó todo el ciclo educativo (primaria, ESO, Bachillerato y Ciclo Formativo Superior) en diversos colegios privados concertados. Si me permite el resumen apretado: muchos, muchísimos deberes que requerían una dedicación diaria que no finalizaba antes de las 20'30 h., además de varias horas más los fines de semana; y muchos exámenes (pruebas o controles los llaman ahora), del orden de no menos de dos a la semana. No estoy exagerando. Nunca he entendido a qué se dedican los maestros y profesores en el aula, si después los alumnos han de destinar tantas horas semanales a los deberes y a "empollar" como posesos. De los frecuentes errores en los deberes destinados a los alumnos y redactados por sus maestros, sobre todo en primaria y en los dos primeros años de ESO, preferiría no entrar a fondo porque daría para mucho: desde ejercicios matemáticos irresolubles por estar mal planteados o redactados hasta afirmar que el Helenismo empieza con las invasiones aqueas, por citar dos "perlas". Tal vez alguna día en España, habría que empezar a interrogarse sobre el nivel formativo de los maestros españoles, sobre todo en conocimientos específicos sobre las materias que explican. Intuyo que el balance sería deprimente. Pedro
cuando un profesor pone deberes lo primero que tiene que hacer al día siguiente es interesarse por las dificultades que han encontrado los alumnos y el tiempo que han dedicado. Si no es así, no está poniendo deberes, sino una condena.
Espero que no hayas dejado de analizar el de la OMS, que propició titulares sublimes en la prensa.
ResponderEliminarLe dediqué unas palabras que, abusando de tu hospitalidad, enlazo: http://elmati.cat/article/4934/llegir-informes-de-l-oms-pot-perjudicar-la-salut
Es siempre un honor tenerlo a usted por aquí. El de la OMS es el primero que he analizado.
EliminarPosiblemente me equivoque. Yo no soy "maestro"; es decir, no tengo lo que antes se llamaba el CAP. Pero estoy en el mundo de la formación: profesional e incluso universitaria. NO dudo de que hay que explorar nuevos métodos y maneras. De acuerdo. Pero me parece absurdo (de toda absurdidez que diría aquél), renunciar a lo que sabs que funciona. ¿Por qué eliminar los deberes? ¿para no traumatizar a los alumnos? ¿Porque la tarea se hace en el Aula y la vida es para vivirla? ¿Cómo se van a interiorizar los conceptos recibidos en el Aula? ¿Cómo se van a adquirir las habilidades para utilizar esos conceptos si no es con su práctica?
ResponderEliminarEl sentido común no es una propiedad exclusiva de los maestros (¡gracias a Dios!). Podemos discutir sobre la cantidad y la cualidad de los deberes, pero no sobre su necesidad, especialmente en un tiempo en el que estamos viendo emerger una nueva elite cognitiva.
EliminarNo olvidar en este debate la parte del profesorado que vive de la adulación al alumnado vago inflando las notas de los resultados académicos.
EliminarApreciado sr. Luri
ResponderEliminarMi hija, que anda en los 24 años, cursó todo el ciclo educativo (primaria, ESO, Bachillerato y Ciclo Formativo Superior) en diversos colegios privados concertados. Si me permite el resumen apretado: muchos, muchísimos deberes que requerían una dedicación diaria que no finalizaba antes de las 20'30 h., además de varias horas más los fines de semana; y muchos exámenes (pruebas o controles los llaman ahora), del orden de no menos de dos a la semana. No estoy exagerando. Nunca he entendido a qué se dedican los maestros y profesores en el aula, si después los alumnos han de destinar tantas horas semanales a los deberes y a "empollar" como posesos.
De los frecuentes errores en los deberes destinados a los alumnos y redactados por sus maestros, sobre todo en primaria y en los dos primeros años de ESO, preferiría no entrar a fondo porque daría para mucho: desde ejercicios matemáticos irresolubles por estar mal planteados o redactados hasta afirmar que el Helenismo empieza con las invasiones aqueas, por citar dos "perlas".
Tal vez alguna día en España, habría que empezar a interrogarse sobre el nivel formativo de los maestros españoles, sobre todo en conocimientos específicos sobre las materias que explican. Intuyo que el balance sería deprimente.
Pedro
cuando un profesor pone deberes lo primero que tiene que hacer al día siguiente es interesarse por las dificultades que han encontrado los alumnos y el tiempo que han dedicado. Si no es así, no está poniendo deberes, sino una condena.
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