Revisando papeles me he encontrado con un poema de Miguel d'Ors y he recordado que lo sabía de memoria. Es éste:
La segunda mitad del siglo XX
funcionó por razones
que la Raison jamás conocerá.
Pero yo sí conozco algunos casos,
freres humains qui apres nous vivez:
Andrés se hizo fascista por profundos
motivos de peinado,
Yvonne marxista porque las milongas
de los Quilapayún, Pedro bakuninista
por Margarita, Plácido católico
por afición al órgano (en el mejor sentido),
Giambattista se hizo socialista
dicen que por la rima, Doña Pura
testigo de Jehová por una minipimer,
Juan y Pedro mormones por razones
de estricta sastrería.
Insondables abismos del organismo humano:
durante la segunda mitad del siglo XX
nadie fue calvinista por Calvino,
ni sartriano por Sartre, ni budista por Buda,
sino que por, o sea, que sentían
un no sé qué, que quedan balbuciendo
aquellos antropoides.
En la primera mitad del siglo XXI.
ResponderEliminar"Una reciente escena en el funeral de una manifestante contra el golpe simbolizaba perfectamente la situación. Allí estaba el presidente. Rezaba el imán: “Protégenos, Señor, de la malignidad, sobre todo de la de los instruidos”. “¡Amin!” (“Amén”) rugió la multitud."
http://www.sinpermiso.info/textos/la-mayor-caza-de-brujas-de-la-historia-de-turquia
Karl Mill
¡Santo Dios!
ResponderEliminarEl tirano teme al sabio porque éste podría planear algo, lo dice Jenofonte por boca de Hierón
ResponderEliminarRecuerdo a una religiosa (tan inteligente como culta) que comentaba con autoironía la razón por la que la muchas nuevas "monjitas" habían elegido una u otra orden o instituto: según les había parecido más bonito un hábito u otro.
ResponderEliminar(Athini Glaucopis)