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lunes, 18 de julio de 2016

La transferencia, y 2

Artículo aparecido el sábado en el diario ARA.

En un artículo de 1908 titulado A neglected argument for the reality of god, Charles Sanders Peirce hablaba de la existencia de "tres universos de la experiencia": 
  • el de las meras ideas (su ser consiste en ser pensado)
  • el de las cosas y hechos 
  • el de las relaciones entre ideas y cosas. 

Los seguidores de Peirce dieron a este tercer universo el nombre de “universe of inbetweenesses”, es decir, el “universo de entrambos”. Comprende todo aquello que es capaz de establecer conexiones entre diferentes objetos, especialmente entre objetos de diferentes universos. Peirce parece pensar especialmente en los signos en tanto que son intermediarios entre un objeto y una mente. 

Podríamos ver la transferencia como el desarrollo de este tercer universo. Peirce sugería tres tipos de ejercicios que favorecerían este desarrollo: 
  1. Los que permiten discernir entre cualidades. Para razonar bien hay que ser capaz de encontrar las similitudes y diferencias cualitativas entre dos o más objetos o ideas. Las diferencias ayudan a identificar a los individuos de un grupo y las similitudes a establecer diferentes grupos de individuos (diferentes clases de cosas). El análisis de las diferencias es, en definitiva, el razonamiento deductivo y el de las similitudes, el inductivo.
  2. Los que ayudan a entender las relaciones entre un signo y su contexto y, por lo tanto, a diferenciar también entre ambos.
  3. Los de análisis, que permiten clasificar y establecer taxonomías, hallar las relaciones estructurales entre las partes y el todo y entender las relaciones sistémicas (el movimiento por el espacio y el tiempo de procesos y estructuras).

Los estudios sobre la transferencia insisten en que, para que ésta sea posible, los alumnos deben ser conscientes de que se encuentran en una situación en la que algo que ya saben debe ser utilizada de otra manera, pero no de cualquier manera, sino de la adecuada al nuevo contexto del problema. Deben darse cuenta de lo que saben y entender que eso que saben puede ser utilizado de maneras que aún no saben. Pero esto es más fácil de decir que de hacer. Parece ser que cuanto más dependiente es un nuevo aprendizaje del contexto en que ha sido aprendido, más improbable es su transferencia a un nuevo contexto. La transferencia nunca debe darse por supuesta. A veces lo que un niño sabe hacer en la escuela no lo sabe hacer en la calle o, al revés, lo que sabe hacer en la calle no lo sabe hacer en la escuela. 

El profesor puede programar ejercicios que exijan la transferencia, pero lo que no puede hacer es garantizar su aparición en todos los casos y en todos los alumnos. 

10 comentarios:

  1. Al margen de sus aplicaciones a la transferencia educativa, me sorprende las similitudes entre los tres universos de la experiencia de Peirce y las tres formas de materialidad especial (mundo físico, mundo de las ideas y mundo de las relaciones entre las cosas y las ideas) de Gustavo Bueno (Ensayos materialistas). Creo que en ambos autores se da también quizás un exceso en la valoración de la experiencia racional (que es imprescindible,pero no exclusiva), pues las relaciones no se dan sólo entre los signos y sus contextos (diferenciables) sino también entre los símbolos y sus referentes (no diferenciables).

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    1. Enrique, no había caído en lo que dices. Sin duda, Bueno conoce muy bien a Peirce. Lo que no puedo asegurar es que conozca este artículo. También es muy interesante lo que sugieres sobre el exceso de confianza de ambos en la experiencia racional. En el caso de Peirce me parece que tiene su fundamento en Fichte (y por esta vía tendrá una gran influencia en Dewey).

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    2. Para ser justo con Peirce debo añadir que en su segundo universo de la experiencia, el de las ideas, incluye todo cuanto "se encuentra en la cabeza de los poetas".

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  2. Es verdad, don Gregorio, a lo mejor los tenemos a ambos por demasiado racionalistas sin razón. También Bueno incluye en su segundo género de materialidad especial las historias, los mitos y las cosas ideadas. Pero a mí en M3 me sigue pareciendo que sólo caben las conexiones lógicas. A lo mejor lo que necesitemos no sean menos mitos, sino mitos más creíbles o mejor contados.

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  3. Peirce es un grande: muy buen conocedor de la tradición filosófica occidental y la demostración de que presentar a la filosofía pragmatista - al menos en su modulación - como un precedente de Rorty & Company es un dislate.

    Popper le rindió homenaje... y lo saqueó inmisericordemente : la falsabilidad de su criterio de demarcación también es una variación del falibilismo Peirce.

    Bueno y compañía siempre lo tuvieron en gran estima: lean las páginas 372-373 de Symploké, que es algo más que un manual para bachilleres : "Una lectura ontológica materialista de la clasificación de la verdad de Peirce".

    Karl Mill

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    1. Me sorprendió, por su brusquedad, un comentario de Peirce a un primer ensayo de lógica de Dewey: lo califica de “orgía de razonamientos sueltos” y de “libertinaje intelectual”. Al leerlo comprendí que los reiterados intentos de Dewey por situarse bajo el amparo magistral de Peirce, había que tomarlos con escepticismo.

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    2. Gracias por los datos. Al final, la doctrina de los tres mundos de Popper va a salir también de Pierce. Entre pillos anda el juego.

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  4. Lo que me gustaría estudiar, si tuviera tiempo, es la teoría pedagógica de Peirce.

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  5. Pues a mí eso de los tres mundos (uno de ellos el intermundo) me suena a Platón y Descartes, aggiornati.

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  6. Ese “universe of inbetweenesses” recuerda inmediatamente al "metaxy" platónico, a ese "entrambos" donde habita Eros, que para Nono de Panópolis era "la simiente de la unión".

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