Llama la atención la acusación de amoral, así como la retórica -detritus sacados de los albañales de la provocación-, se conoce que eran gente seria y leída.
Cuando leía este texto no podía menos de recordarme de Miguel Hernández, comisario político de El Campesino, al que le dedica un poema que comienza así:
Aquí, castigando el campo con el pie, por las besanas, entrañable como un surco, crespo como un Guadarrama, un hombre abundante de hombre de un empujón se levanta. Valentín tiene por nombre, por boca un golpe de hacha, por apellido González y por horizonte España.
No la conocía. Contribución al esfuerzo de guerra en forma de propaganda, nada inusual, como aquel otro de Antonio Machado en que menciona la pistola de Enrique Líster. Otros combatían con el fusil, ellos con la pluma. Cantaban, como Virgilio, a los hombres y sus armas.
Llama la atención la acusación de amoral, así como la retórica -detritus sacados de los albañales de la provocación-, se conoce que eran gente seria y leída.
ResponderEliminarCuando leía este texto no podía menos de recordarme de Miguel Hernández, comisario político de El Campesino, al que le dedica un poema que comienza así:
ResponderEliminarAquí, castigando el campo
con el pie, por las besanas,
entrañable como un surco,
crespo como un Guadarrama,
un hombre abundante de hombre
de un empujón se levanta.
Valentín tiene por nombre,
por boca un golpe de hacha,
por apellido González
y por horizonte España.
No la conocía. Contribución al esfuerzo de guerra en forma de propaganda, nada inusual, como aquel otro de Antonio Machado en que menciona la pistola de Enrique Líster. Otros combatían con el fusil, ellos con la pluma. Cantaban, como Virgilio, a los hombres y sus armas.
ResponderEliminar