viernes, 15 de agosto de 2014

Sartre y Camus, de nuevo

¿Por qué cuando criticas a Sartre, tanta gente -incluyendo a algunos que no lo han leído- está predispuesta a condenarlo?

¿Por qué cuando criticas a Camus, tanta gente -incluyendo a algunos que no lo han leído- necesita salir en su defensa?

14 comentarios:

  1. Siempre hay gente dispuesta a demonizar o a salvar, por sistema. Por sistema de prejuicios, de rigidez de conceptos preconcebida. Especialmente ridículo en aquellos que, sin leer o saber de lo que opinan, no ya prejuzgan sino que juzgan y dictan sentencia. Sospecho que los tiempos que vienen traerán más actitudes de esta clase. Saludos.

    ResponderEliminar
  2. Una pista:
    "Sartre creía fervientemente en el modelo social estalinista, admitiendo que aun con la falta de libertades, el terrorismo de estado y la ausencia de garantías constitucionales, el proyecto era moralmente superior al Capitalismo. En cambio Camus, creía que la existencia de estas condiciones convertía al Socialismo en un sistema tan condenable como el sistema explotador capitalista"
    http://vespresliteraris.blogspot.com.es/2012/03/la-polemica-sartre-camus.html

    ResponderEliminar
  3. Anava a escriure, més o menys, això que ha escrit el senyor Bacon. I crec que també hi ha un tema de carisma postmòrtem i de mort prematura mitificadora, en el cas de Camus, tot pesa.

    ResponderEliminar
  4. "Sartre creía firmemente el el modelo estalinista..." ¡Qué disparate !.
    Lo que creía era precisamente que el estalinismo se reformaría en un sentido democrático genuino.Por eso saludaba , en la URSS en Checoslovaquia o en China ,todo lo que le parecía que iba en esa línea. Y es que también creía que el socialismo era tomarse los valores universalistas del liberalismo en serio.

    Me encanta su blog Luri, porque tiene usted mucha razón en materias pedagógicas y a veces se hace preguntas como estas. Camus es una mediania simpática y Sartre un gigante que se equivocó mucho ,pero no tanto como algunos enanitos con buena conciencia que se creen en el lado Bueno de la Historia presumen.

    Juanito el Rojo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me atrevería a decir que Sartre tenía mala conciencia por tener que ser estalinista. Hasta que le hizo más caso a su conciencia y dejó de ser estalinista.

      Eliminar
    2. Yo creo que Sartre nunca se vió a si mismo como un estalinista. Pero si pensó que tenía que parecerlo.

      Juanito.

      Eliminar
    3. "Camus was outraged in 1946 when Sartre rejected his moral concerns about the Soviet Union by arguing that while the deportation of several million people in the USSR was more serious than the lynching of "a single Negro," the lynching resulted from a historical situation that had lasted much longer than the Soviet Union"
      http://www.spiegel.de/international/zeitgeist/camus-and-sartre-friendship-troubled-by-ideological-feud-a-931969.html

      Si Sartre conocía las deportaciones de millones en la URSS y lo disculpaba porque supuestamente creía que iba a evolucionar hacia una democracia genuina, o porque "tú más" (linchamiento de negros en los EEUU), o porque opinaba lo que fuese sobre el socialismo, eso deja claro la inmoralidad de Sartre

      Eliminar
  5. Puede que le interese esta crónica.

    http://www.clickhole.com/blogpost/time-i-spent-commercial-whaling-ship-totally-chang-768

    ResponderEliminar
  6. Pregunto por tercera vez y me remito a éste gran café:
    ¿Dónde estaba Sartre el día D?

    ResponderEliminar
  7. En la primavera de 1944 en el París ocupado, los intelectuales que después serían lumbreras de la Rive Gauche se entretenían con juergas que duraban toda la noche y a las que daban el nombre de “fiestas”. Además de los imprescindibles, Sartre y Beauvoir, a veces hacían acto de presencia artistas famosos, como Picasso, acompañado de Maar. Beauvoir describió las "fiestas" en La force, como saturnales de un erotismo contenido. Por cierto que ella había sido expulsada recientemente del colegio en el que trabajaba de maestra por “incitación al libertinaje menor”, que en su caso significaba, por seducir a una de sus estudiantes, Nathalie Sorokin, cuya madre se quejó a las autoridades. Pero ya se sabe que hay pedofilias y pedofilias. Pocos meses después Beauvoir comenzó a presentar una serie de programas sobre la historia del music-hall en Radio Vichy. Pero volvamos a las "fiestas". Allí se iba, sobre todo, a beber. A beber hasta emborracharse, que era lo glamuroso. “El alcohol nos hacía perder la contención. Nadie objetaba nada contra la embriaguez y, de hecho, algunos la consideraban una obligación. Leiris, entre otros, se aplicaba con gran celo y unos admirables resultados”. “Poníamos discos –añade Beauvoir-, bebíamos y pronto comenzábamos a ir de aquí para allá por toda la casa, aturdidos”. Como el toque de queda duraba hasta las siete de la mañana, las fiestas se prolongaban hasta esta hora. “Comenzamos a organizarlas sólo para pasarlo bien, no tenían nada que ver con reuniones editoriales ilegales ni con nada semejante”, confesó posteriormente Sartre. La noche del Día D, la del desembarco en Normandía, la fiesta se celebraba en casa de Charles Dullin, director del Théâtre de la Cité. Entre los asistentes se encontraban Sartre y Beauvoir, Camus y María Casares (que animaban las fiestas con sus pasodobles), Michel y Louise Leiris y Raymond Queneau.

    Fuente: Alan Riding, Y siguió la fiesta

    ResponderEliminar
  8. Respondiendo estrictamente a su pregunta: porque criticar o alabar a uno u otro se ha convertido en un ejercicio nutrido de tópicos. Cuando no hay criterio suficiente el mediocre se apunta a quien le da la razón. Sartre y Camus son importantes cada uno en lo suyo. Pero cuando se habla desde la emoción...

    ResponderEliminar
  9. Sobre Camus, no cabe duda de que caía bien:
    "On the 29th, he wrote to his mistress announcing that he would shortly be returning to Paris from Lourmarin, where he had spent the summer with his wife and children: 'This frightful separation will at least have made us feel more than ever the constant need we have for each other.' On the next day he wrote: 'Just to let you know I am arriving on Tuesday by car. I am so happy at the idea of seeing you again that I am laughing as I write.' A day later, he wrote: 'See you Tuesday, my dear, I'm kissing you already and bless you from the bottom of my heart.' There was yet another letter setting up a date in New York.

    Apart from the unremitting ardour, there was one thing remarkable about these letters: they were all to different women"
    http://www.theguardian.com/books/1997/oct/15/biography.albertcamus

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si tuviéramos que juzgar a Camus por las opiniones de su mujer y a Sartre por la de Beauvoir...

      Eliminar
  10. Ja ja, no, me refería a que Camus tenía carisma no sólo post-miortem, como decía Dña. Júlia arriba.
    Es verdad que las opiniones de los próximos no son un buen criterio para juzgar a un personaje, como tampoco lo es lo que éste decía creer o esperar (a propósito de lo que decía D. Juanito arriba: "Lo que creía era precisamente que el estalinismo se reformaría en un sentido democrático "), ya que Hitler o el Ku Klux Klan tenían bonísimas intenciones, según ellos decían.

    ResponderEliminar

La Isla de Siltolá

 I Finalmente, después de varios intentos fallidos, el mensajero nos ha encontrado en casa y me ha entregado los ejemplares de Una triste bú...