"Era mucho pedir -escribió Thomas Mann- que se tuviera que llamar música al tritono mi bemol mayor del preludio del Oro del Rin. Porque música no era: era un pensamiento acústico". Mann, gran lector de Nietzsche, sabe que éste alaba repetidas veces este preludio, que representaría el manar de la primera agua del mundo. "¡Así viven las olas -escribe-, así vivimos nosotros, los que ejercemos el querer".
Wagner cuenta de esta manera en sus Anales el surgimiento del surgimiento del Oro del Rin: "Despierto con la idea de la introducción orquestal al Oro del Rhin (tritono en Mi bemol mayor): Me abstraigo en el murmullo del agua. Regreso inmediatamente con la resolución de ponerme inmediatamente al trabajo”. Era la Spezia, el 5 de septiembre de 1853.
Si no es mucho pedir, añadiré su comentario a una entrada que dediqué al preludio del Oro. Cuando ud. me diga..
ResponderEliminar¿Mucho pedir? ¡Al contrario, un honor!
ResponderEliminarYa sabe usted que la relación de Nietzsche con la música me interesa mucho, precisamente porque en la música es donde menos dionisíaco se muestra y, por lo tanto, donde con más claridad se niega a sí mismo. Pero entiendo que se quedara fascinado con el famoso tritón y, sobre todo con su manera de tomar forma desde el silencio.
No es por ser quisquilloso, pero el preludio del Oro del Rin no está basado en el tritono (el intervalo de Maria, de Leonard Bernstein, para entendernos), sino en un simple acorde mayor, el ladrillo más usado en la construcción musical occidental desde hace siglos. Más concretamente, el de mi bemol mayor. Pero es un milagro artístico la sensación de inmensidad y de elevación del fondo de un río caudaloso hacia la superficie (Wagner hacía música de cine hasta en las oberturas) que consigue Wagner acumulando algo tan simple durante tantos compases. Quizá fue la primera pieza minimalista de la historia.
ResponderEliminarSabiendo que con esta puntualización me ganaré una merecida colleja por empollón, la traducción correcta del término que emplea Mann (Dreiklang) es tríada, un acorde de tres notas. Aquí la frase:
ResponderEliminar«Es war zuviel verlangt, den Es-Dur-Dreiklang... bereits Musik nennen zu sollen. Es war auch keine. Es war ein akustischer Gedanke: der Gedanke des Anfanges aller Dinge», Leiden und Größe Richard Wagners
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EliminarVeo que usted sabe más que yo, y, por lo tanto, le agradezco mucho su presencia en el cafe, peor me permitirá, si le aprese bien, una pregunta ingenua: ¿Existen las triadas de tritono?
EliminarDe hecho, sí. Un acorde mayor se construye superponiendo tres notas como piezas de Lego: nota fundamental (do), tercera (mi), quinta justa (sol). Si sustituimos la quinta justa por un tritono (sol bemol), tendríamos una tríada de tritono, acorde al que suele llamarse disminuido (por su quinta). Por cierto, así suena un tritono (como verá, es todo lo contrario al Rin wagneriano): http://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:5d_-_4a_-_triton.ogg
EliminarEl tritono no es un intervalo cualquiera. La disonancia que crea provocó que se le tachase de Diabolus in Musica («el diablo en la Música») y que se evitase en toda la música eclesiástica hasta el Barroco, que son muchos siglos de música. Ni le cuento el éxito que ha tenido el intervalo y su apelación entre los guitarristas heavies. Creo que hasta Iker Jiménez llegó a tratar el asunto.